Capitulo12:Sinceridad🌺

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Subo por el balcón de mi habitación sin ningún esfuerzo, entro a la habitación y casi me da un infarto.

Tengo que tapar mi boca para que no me salgo un grito, y gracias al cielo que ella tampoco dejó salir su grito, porque justo ahora mi habitación estaría llena de gente buscando una explicación.

-Puta mierda Esme...- me paso las manos por el pelo - ¡¿Que haces aquí?!

Ella todavía intenta reponerse del susto que se llevó, miro su cara pálida y su pecho que sube y baja rápidamente y no puedo evitar estallar en risas.

Es que es muy cómico, la imagen de yo entrando a la habitación y el susto que ambas nos llevamos se repite una y otra vez en mi cabeza.

- Imbécil - dice haciéndome reír aún más, ya sé que estoy un poco enfadada con ella pero no lo puedo evitar.

Luego de unos minutos logro calmarme.

-¿Y bien, qué haces aquí? - pregunto ya seria.

-¿Se te olvidó que dormiría
contigo?- pregunta rodando los ojos, claro que lo había olvidado - mejor ni respondas porque es más que obvio, ahora dime tú ¿Dónde estabas?.

Es mi turno de rodar los ojos, ¿Cómo si no supiera de mis encuentros clandestinos con Bastián?

-Buscando mariposas - le hablo con sarcasmo mientras me dedico a ponerme un pijama.

Luego de unos minutos de silencio Esme vuelve a hablar.

- Perdóname Alary, lo siento de verdad. Todo es mi culpa por querer enfadar a Oriol, es cierto no pensé en ustedes y me dejé llevar.

Aunque es completamente cierto no quiero que cargue toda la culpa, en parte yo también soy culpable por desaparecer por tanto tiempo y más sabiendo como se sentía mi padre con respecto al tema de Bastian.

Me acerco a ella y la rodeo con mis brazos.

-Ya todo pasó, en parte yo también tengo la culpa; pero de nada sirve lamentarse. - Esme y yo tenemos toda una vida de amistad, han ávido uno que otros altibajos pero nada que no podamos resolver. - mejor tratemos de dormir, hoy fue un día muy largo.

-Tienes razón - habla apartándose de mi - busquemos consuelo en nuestros sueños.

Río un poco por su ocurrencia y me adentro a la cama, quedando dormida casi al instante.

***

Lo primero que hago al despertar es hacer mis necesidades y bajar a la cocina.

Decidí despertarme muy temprano, ¡de madrugada! Para hacerle el desayuno a mi padre. Y como él se levanta primero que el sol, si quiero sorprenderlo tengo que sacrificarme.

Ya en la cocina hago unas tostadas, sandwiches, una ensalada de frutas dulces, una taza de café y un vaso de jugo y lo que no puede faltar una copa de su vino favorito.

¿Será mucha comida?

¡No, los hombres lobos tienen un apetito voraz!

Como puedo camino rumbo al despacho rogando no caer de bruces, ¡y lo logré!.

El ambiente aqui está frío y lúgubre, por la poca iluminación.

Corro las cortinas permitiendo que los primeros rayos de sol atraviesen el ventanal y le den un poco más de vida al lugar.

Organizo un poco el escritorio como solía hacer cuando estaba más pequeña, todo sigue igual que entonces.

El reloj colgado a la pared marca las seis en punto y me siento en una de las sillas que estan junto al escritorio dándole la espalda a la puerta. No falta nada para que llegue.

Y justamente, el reloj no a marcado la seis y uno y ya escucho sus pasos detrás de la puerta.

Él abre la puerta y sus pasos se detienen, pero yo no soy capaz de mover ni un músculo de mi cuerpo.

Luego de lo que parece una eternidad siento como cierra la puerta y termina de adentrarse al despacho.

De reojo puedo ver su rostro sorprendido y unas ojeras marcadas bajo sus ojos, al igual que yo.

-Buenos días - habla al salir de su asombro.

-Buenos días - respondo con la mirada gacha.

Él toma asiento en su lugar y me obligo a hablar.

-Te preparé el desayuno...espero te guste.

Él mira la bandeja y una pequeña sonrisa se asoma en sus labios, y siento que puedo volver a respirar.

Sus ojos se encuentran con los míos y le dedico una sonrisa tímida, me pierdo en esos ojos que conozco desde que tengo memoria y que siempre han estado ahí para mí, ya sea para reflejar amor,felicidad,tristeza,dolor, orgullo,preocupación, frustración y hasta enojo, pero que siempre han estado ahí, conmigo y para mí.

Dos gruesas lágrimas resbalan por mi mejilla, pero esta vez no es por tristeza ni dolor, simplemente estoy agradecida de tenerlo en mi vida.

Él se hacerca rápidamente y sostiene mi mentón para mirarme a los ojos.

Tenía intención de hablar pero lo interrumpo.

- Perdóname papá, perdóname por desobedecerte, por gritarte y comportarme de la manera en que lo hice, yo de verdad lo siento.

-Shh tranquila hermosa, ya sabes que no me gusta verte llorar, ambos nos exaltamos y dijimos cosas de las que nos arrepentimos. - acaricia mis mejillas y sus ojos logran transmitir esa tranquilidad que mi alma a estado anhelando desde que nos peleamos.

-Gracias papá - lo abrazo como si mi vida dependiera de ello, y él me abraza fuerte como si quisiera fundirme en su pecho.

Se levanta conmigo en brazos y se sienta en su sillón conmigo sentada en su regazo y mi cabeza acunada en su pecho.

Él acaricia mi cabello y besa mi coronilla de vez en cuando.

Y así pasamos un largo rato, ambos disfrutando el íntimo momento.

-Papa se te enfriará el desayuno - saco mi cabeza de su pecho.

-Eso puede esperar.- dice regalando me una sonrisa.

-Pero yo quiero que lo disfrutes y cuando se enfríe no será igual. - hago un puchero.

-Bueno si es así, además no puedo negar que muero por empezar a comer tan formidable desayuno.

Una carcajada brota de lo más profundo de mí, siempre tan goloso, igual a mí.

Lo veo separar la comida en dos porciones y antes de que pueda preguntar él me responde.

-No pretendo comer esta delicia yo solo, además estoy seguro de que por traerme mi desayuno te olvidaste del tuyo. - no puedo negar eso.

Ambos empezamos a comer y la verdad todo está delicioso, puntos para mí.

Este es el mejor desayuno que tuve desde hace tiempo, comida rica con mi persona favorita en el mundo, recordando anécdotas, riendo mucho y en el regazo de mi padre como cuando era pequeña, quizás le pese pero no quiero bajarme, amo estar aquí, así con él.

Recuerdo que tengo que decirle la verdad y mi felicidad se ve estorbada por la incertidumbre de saber como se lo tomará.

Apenas y nos arreglamos, no quiero tener que pasar por lo de ayer otra vez.

-¿Pasa algo? - pregunta al notar mi cambio tan repentino.

-Tengo que decirte algo - su ceño se frunce aún más y mis nervios aumentan - verás, Bastián y yo creemos que somos mates. - suelto sin más, de nada sirve darle vueltas al asunto.



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Camelia _Red.

Un hermoso momento de padre e hija.

💝 Ciao Cuores 💝













Tragedy ~{{Bilogía Tragedia}}~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora