Capítulo 3 ( Fantasmas).

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Narrado por Keityn.

Me parecía completamente ridículo el hecho de que Demián comprará un consultorio solo para el cuidado de nuestros bebés.

Entiendo que este preocupado por la salud y el cuidado que deben tener, a mí también me preocupa, pero jamás compraría un local, ni mucho menos mandaría a buscar un médico solo para tenerlo a mí disponibilidad.

Las cosas que hace y siempre hará el dinero.

Demián ya está acostumbrado a tener todo lo que quisiera, para el nunca había un límite y el dinero no era la excepción. A él en general no le interesaba gastar dinero en mínimas cosas con tal de tenerlas.

--¿te pasa algo?-- Lo veo aparecer por la puerta.

Hace más de una hora que habíamos llegado a su nuevo hogar, la verdad no entendía con exactitud que pretendía aquel hombre, cada vez que podía compraba una casa diferente.

Es como si mentalmente dijese; "Ya dure mucho en esta, mañana me compro otra".

En lo personal no pretendo cambiar el mío, me había costado mucho conseguirlo.

--No..-- Me atrevo a hablar mientras me acomodo en su gran y cómoda cama.

--¿Segura que no quieres nada para comer?

--Si, tranquilo.

-- Deberías descansar, supongo que has tenido un día muy pesado.

-- Si, tenía pensado eso..,pero¿no lo harás conmigo?.

--Claro bonita, solo que por ahora debo hacer unas cosas por la computadora.

Demián y su ambición por el trabajo.

-- ¿Puedes acostarte conmigo y abrazarme hasta quedarme dormida?, luego puedes seguir si quieres.

-- Para mí sería un placer.

Lo veo caminar hacia la cómoda cama para poder posicionar su cuerpo al lado del mío, rápidamente me acerco a él para sentir como pasa su brazo derecho por encima de mi estómago de embarazada.

-- Es extraño abrazarte ahora.

-- Ya no me abrazas solo a mí, eso es lo que pasa.

-- Supongo.

-- ¿Crees que si te hubiese dicho sobre mi embarazo el día que vine por el contrato, estuviéramos como ahora?.

-- Si te refieres como parejas, no..-- siento su cabeza posicionarse en mi cuello -- como enemigos, puede que si.

-- Tampoco así.

-- Ambos necesitabamos el tiempo para reflexionar y lo hemos hecho.

-- Es verdad, el tiempo sana.

--El tiempo no sana Keityn, sana lo que tú haces en ese tiempo.

-- Te entiendo...-- Antes de poder terminar la oración el fuerte ruido del teléfono que se encontraba en la mesa de noche comienza a sonar.

Se que era el de la recepción, tenía uno idéntico en el anterior departamento.

-- ¿Que sucede?-- Demián se atreve a hablar con algo de molestia.--. Ya bajo a buscarlos.

-- ¿Quienes han venido?

-- No vas a saber tu.

--Porque no los corriste como siempre.

-- Fueron inteligentes, han traído a mi madre con ellos.

-- Yo fingiré que duermo .

-- ¿Vas a dejarme el caos a mí?.

Quédate: No te vayasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora