Hermanos Mayores ◆ Sano Manjiro x Oc

Un amargo futuro - Capítulo X: La que decide

Spoiler del capítulo 66-69

25 - 27 de Noviembre de 2005

Era un día soleado y radiante en Shibuya, y Ruri estaba emocionada porque era el cumpleaños de Emma. Llevaba consigo el regalo que había elegido con cuidado y estaba ansiosa por encontrarse con su amiga para celebrar juntas. Mientras caminaba hacia el lugar acordado, se topó con Draken, quien llevaba un extraño peluche de un oso rosa entre sus manos.

―¡Oh, vaya, Draken! Hace tiempo que no te veía ―la chica se acercó dando grandes pasos para alcanzar al enorme chico mientras saludaba con una sonrisa―. Pensé que estarías con Takemichi.

Esta mañana, su pequeño hermano le había avisado que iría con Draken a la correccional a hacer una visita, por lo que supuso que luego de terminar, cada uno siguió su camino. Pero de todas formas, estaba feliz por encontrarse con el rubio, no lo veía desde hace más de un mes y podía suponer que se dirigían al mismo lugar.

―Hey, te ves bien. Takemicchi me acompañó a casa, pero se marchó al rato ―explicó el chico con una sonrisa, recordando la conversación que tuvo con el menor de los Hanagaki―. Quizás me pase a cenar pronto.

―Entonces me aseguraré de preparar algo de curry picante para ti ―sonrió cálidamente, pero su sonrisa se volvió traviesa mientras observaba aquel peluche. Era obvio para ella que Draken tenía sentimientos por su amiga rubia. Draken frunció el ceño y miró el peluche, avergonzado―. ¡Oh, vaya, Draken! ¿Eso es para Emma?

―¡No me mires con esa cara! ―exclamó fingiendo molestia por la expresión sugerente de la pelinegra―. Solo pensé que le gustaría... No es un regalo romántico ni nada por el estilo.

―¡Vamos, Draken, sé honesto contigo mismo! Todos sabemos que tienes un flechazo por Emma-chan. No te preocupes, no se lo diré. Tu secreto está a salvo conmigo ―Ruri no pudo contener su risa.

Draken suspiró resignado y se unió a la risa de Ruri. Era evidente que sus sentimientos no eran un secreto para nadie, aunque él intentara negarlo.

―Pensé que me dirías que no perdiera el tiempo y me confesara de una vez, como todos.

Ruri negó con la cabeza.

―No, eso no es lo que quiero decir en absoluto. Solo quiero que hagas las cosas a tu ritmo, sin sentirte presionado ―Ruri sonrió sin dejar de caminar a su lado―. Es cierto que no debes ocultar tus sentimientos, pero tampoco hay necesidad de apresurarse, aún son jóvenes.

Draken sonrió satisfecho con la respuesta, la mayor era bastante madura, incluso para su edad, pero eso no significaba que los mirara en menos, sobre todo ahora que sabía que eran verdaderos pandilleros y no se trataba de un simple juego de niños.

―Eres una buena chica, Ruri-chan ―soltó el chico mientras adelantaba a la Hanagaki, por lo que la chica tuvo que correr para alcanzarlo―. Cuenta conmigo para lo que necesites.

Mientras tanto, a lo lejos, Ruri divisó a Takemichi junto a Hina-chan. Parecían nerviosos y se escondían detrás de un edificio, observando algo con atención. Ruri se preguntó qué estarían mirando y decidió acercarse con Draken para averiguarlo.

―¡Pero creí a que a Mikey le gustaba Ruri-chan! ―entre susurros ambos parecían analizar la situación y Ruri si bien los veía con confusión no era capaz de entender nada más que balbuceos.

―¿Cómo dices, Hina-chan? ¡¿Mikey y Nee-chan?! ―Takemichi estaba incrédulo ante la revelación, no quería tener aquella imagen en su cabeza ni imaginar lo que podía provocar en un futuro.