𝗢𝟮

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Después de horas llorando, pensando en que hacer tuvo que tomar una desición...

Ir a una escuela pública.

¿Como pudo caer tan bajo? Todas saben que las escuelas públicas son las peores.

Se levantó de su cama y fue directo a la puerta de su habitación. La abrió y miró a todos lados para asegurar que su padre estuviera en la casa. Bajó las escaleras y vió al hombre hechado en el sofá, viendo hacia la nada. Miró a un lado y el vaso roto de alcohol seguía en el suelo. Caminó dónde su padre y le tocó el hombro. El hombre lo volteó a ver.

—Minho... Oye, lamento haberte gritado de esa manera... Y-yo...

—Papá. —Interrumpió.— No te preocupes, ya paso. —El hombre asintió apenado.— Quería disculparme por haber hecho que me expulasaran... No debí confiarme.

—Perdón por no haberte dicho antes los problemas que habían en mi empresa. —Los dos se quedaron en silencio.— Voy a hacer todo lo posible para recuperar el dinero y meterte a una escuela.

—Justo quería hablarte sobre eso. —Dijo mientras se sentaba al lado de su padre.— Ya que no estamos en unabuena situación económica debería trabajar pero... lo mejor sería entrar a una escuela pública. —El padre de Minho asintió.— Pero buscaré un trabajo de medio tiempo para apoyarte.

—Gracias hijo. —Los dos se abrazaron.— Por favor, prométeme que vas a dedicarte a tus estudios. —Minho se quedó en silencio.

—Lo prometo.

(...)

Pasaron dos semanas desde que Minho fue expulsado. La escuela aceptó al joven Lee y ahora sería su primer día en esta escuela nueva.

Es verdad, a Minho no le gustaba para nada la idea de una escuela pública pero si quería apoyar a su padre, lo haría. También fue contratado para ser cajero en una tienda.

Saber que ya no tenía dinero fue un golpe repentino a sus huevos y eso ocasionó que su rutina cambiara ahora. Pero ahora solo tendría que acostumbrarse a ella.

¿Recuerdan la promesa que le dijo a su padre? Tal vez sería difícil de cumplir.

—Comportate por favor. —Le dijo su padre. Ya estaban en la entrada de la escuela y Minho tenía cara de disgustado al ver tantos chicos mal vestidos. Parecian choros. Él lo era pero un choro guapo.

—Ok.

Su padre se fue de ahí y dejó a Minho en la entrada. Suspiró antes de entrar y pudo ver algo que no se esperó.

¡Chicas lindas! Todas vestían ropas cortas y apretadas y eso le gustó mucho a Minho.

No era sorpresa que mucha gente se le quedó viendo al peli negro. Mírenlo, es un papucho.

Mientras caminaba unas chicas lindas se le acercaron.

—Hola guapo, ¿Eres nuevo? —Habló una chica que parecía ser la que lideraba el grupo.

—Hola linda, si soy nuevo. —Respondió galán. Las chicas rieron tímida. Lo abrazaron de los brazos y empezaron a caminar.

—Tienes pinta de ser rico. ¿Que te trae a esta escuela de pobres? —Las chicas rieron.

—Lo que pasa es que me expulssron por casi matar a un chico. —Las chicas soltaron más risas.

Minho pudo ver a un grupo de chicos con las típicas chaquetas deportivas viéndolo con furia. Tal vez estás chicas hermosas eran sus novias.

Mientras las chicas lo guiaban a su salón pudo ver a diferentes tipo de personas: Gente reservada, gente fiestera, gente fea, gente guapa, gente deportista, etc...

Pero el grupo que más le llamó la atención como nuevo pasatiempo eran los nerds. Los típicos chicos con gafas grandes que los hacían ver graciosos y su ropa fea. Sin duda encontró un objeto de burlas.

Mientras los observaba hizó contacto visual con un chico en particular. Era un chico de gafas grandes y redondas que hacían ver sus ojos bien chiquitos. Parecia un chupetín con dos chispas de chocolate. Soltó una pequeña risa.

—¿De que te ríes mi amor? —Habló una de las chicas.

—Del feo ese. —Señaló al chico de gafas. Las chicas voltearon a ver y rieron. El de gafas notó lo que hacían y se apeno.

—¿El rarito de Han Jisung? —Minho no respondió y solo observó como el chico trataba de irse pero chocaba con todo. Todas rieron al ver eso.

—Debemos ir a clases.

(...)

En la hora del recreo mucha gente se acercó dónde Minho. Chicos y chicas. Todis hablaban y reían. Minho hablaba y todos se callaban para escucharlo y eso lo hacía sentir superior.

—Ya vuelvo, voy al baño.

—¿Quieren que te acompañe? —Preguntó la chica de cabello corto. El negó y se fue de ahí.

Mientras caminaba al baño rió al recordar como las chicas se le acercaban tanto mientras movían el cuerpo para llamar su atención. Eran unas regaladas.

Cuando iba al baño pudo ver al chupetín de ojos chiuqitos comer solo al lado de la basura. Sin dudar se acercó.

—Hola chupetín. —El chico se asustó. Minho rió y volvió a hablar.— ¿Que haces solo, al lado de la basura? Casi te confundo con una bolsa llena de comida podrida. —Rió fuerte. Jisung se quedó callado.

—N-no... —Minho rió más al escuchar su voz.

—Hablas como una ardilla. Ahora que te veo mejor, pareces una ardilla. A ver. —Dijo antes de agacharse y apretar los cachetes de Han con fuerza. El castaño soltó quejidos.— ¡Wow! Tus cachetes son bien suaves.

—¡Ah! Sueltame por favor... —Suplicó mientras lágrimas del dolor salían de sus ojos porqué Minho apretaba con mucha fuerza sus cachetes.

—¿Por qué? Debes sentirte como si te masturbaran, verdad? —Rió. Jisung empezó a sollazar mientras intentaba soltarse de Minho.— ¿Te estas exitando? Te manoseo los cachetes como lo hago con mi pene. —Reía y reía, humillaba al pobre de Jisung mientras que esté seguía llorando por el ardor en sus mejillas. Estuvo haciendo eso por muchos segundos hasta que lo soltó con fuerza, haciendo que Jisung cayera.— Bueno, ya me aburrí.

—Auch... —Minho lo miró por última vez antes de irse riendo de ahí.

Cuando Minho entró al baño Jisung se fue corriendo lejos de ahí mientras lloraba. Siempre lo molestaban por sus cachetes pero era la primera vez que lo humillaban de esa manera. Sintió mucho asco.

Se escondió en el salón de inglés y empezó a llorar.

Nota de autor:
Gracias por el apoyo, los quiero <3

𝗕𝗲𝗮𝘂𝘁𝗶𝗳𝘂𝗹 𝗘𝘆𝗲𝘀 ━ 𝗠𝗜𝗡𝗦𝗨𝗡𝗚Donde viven las historias. Descúbrelo ahora