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Hacía una lluvia y viento espantoso, pues estaba llena de rayos y centellas y yo tenía miedo. Era muy miedica, callada y dulce, pero me daban miedo más cosas a parte de eso. La oscuridad por ejemplo, los pasillos largos o al igual cortos, las películas de terror...
Eran mis debilidades y siempre me sentía insegura con esas cosas.
Aquella noche el árbol de mi jardín golpeaba salvajemente mi ventana haciendo que los ruidos sean tan espantosos como las tormentas.

Me desperté abruptamente. Me frote los ojos y mire mi despertador, eran las 5:30 y siempre solía despertarme a esa hora si hacía aquella tempestad. Sabía que ya no me podía dormir pues si me despiertan ya no concilio el sueño y tengo muchas ojeras, igual que un zombi. Me levanté dirigiéndome al baño para lavarme la cara y así me despertaba un poco más. Encendí la luz, me dirigí al lavabo y me eche agua fría a la cara, quitándome las legañas que tenía en los ojos. Me mire al espejo y me senté en el retrete, dándome masajes en las sienes para relajarme más. Odiaba la tormenta y mi árbol que planté de pequeña que me pegaban sustos cuando comencé con ocho años. A esa edad fui más callada y miedica que antes, pues fue que mis padres murieron... Me odie a mi misma por pensar en ese día, así que me dirigí a la cocina bajando las escaleras para llenar mi estómago que rugía salvajemente porque no había llenado mi tripa hace tres días. Encendí todas las luces porque me daba miedo la oscuridad. Abrí mi refrigerador y elegí mis papas favoritas: Rufles y mi gaseosa también: Fanta. Me las subí a mi habitación así no molestaba a mis padres; Yo no tenía padres... No se porque pensé eso. Fue cuando se me nublo la vista y noté que me cayeron gotas en mi mano la abrir el pomo de mi puerta. Estaba llorando... Los extrañaba tanto, todo por culpa mía...

<<Te culpas demasiado y eso no es verdad>>

Eso era lo que me decía mi psicóloga pero sé que solo lo decía para animarme más y yo sabía que no decía la verdad, porque cada vez que pensaba en aquel suceso me venía abajo y lo único que quería es estar en mi cama y dormirme; pero había veces que cuando me caía rendida tenía pesadillas de mis padres y empezaba a llorar hasta que me desahogaba del todo con mi cojín. Le golpeaba, le gritaba, le hacía de todo pero no funcionaba.
Deje de pensar en todo aquello que me hacía mucho dolor y me tiré a la cama a comer mi papas y mi gaseosa. Estuve pensando en la escuela que mis primos me querían llevar para "empezar una nueva vida y tener amistades" eso me decían mis primos, pero soy muy callada y no me gusta socializarme después de aquello...

Me recosté en mi respaldo de mi cama y cerré los ojos para descansarlos un poco, pero me vinieron imágenes horribles, así que los abrí y respire hondo. Mire la hora que era,6:54
Me asombre mucho porque malgaste 1:04 minutos en coger mi comida y subir.

Yo vivía con mis primos desde la muerte de mis padres, fue mi doloroso para mí así que lo único que pensé fue en mis primos ya que eran mi única familia viva y sobreviviente cercana. Ellos me cuidaron mucho y me apoyaron en todo, aunque no cambio mucho.
Ya no sonreía como lo hacía antes, ni hablaba, y no prestaba tanta atención en las clases, pues me dolía tanto que tenía que quedarme dos o tres días para recuperarme un poco y animarme para ir a la escuela, aunque seguia mal. Mis profesores me decían que yo era una chica muy inteligente y muy mona, pero todo eso ya era el pasado, y ya no hacía eso...

Recogí mi comida y la eche en mi papelera gris que estaba al lado de mi mesita de noche. Mi habitación era muy simple, sus paredes de color gris, una cama en el centro pero pegada a la pared, al lado una mesita de noche y al lado de la ventana mi mesa de hacer tareas (aunque ya no hacía, pues no iba a la escuela) y al otro lado de mi cama mi armario que no tenía muchas prendas pues no era fanática de la ropa pero mis primos si. Casi todo era de colores tristes, grises, negros, blancos, y algun que otro color rosa, pero apenas.

Me tumbe en mi cama mirando mi techo lleno de estrellas que brillaban en la oscuridad. De pequeña me encantaban pero ahora me parecía molesto, aunque a veces cuando estaba mal me hacía pensar en cosas lindas y imaginar que estoy en las estrellas y el más allá. Gire mi cuerpo al lado de la ventana y cuando estaba apunto de cerrarlos, vibro mi celular y vi un mensaje de Wattpad, así que lo cogí y vi que solo era una actualización de la app. Me dio curiosidad mirar mi perfil otra vez. Era tan apenado, que me hizo salir una risita triste pero apenas que se oía. Cerré la app y lo dejé en mi mesita de nuevo. Cuando ya cerré los ojos y estaba callendo en mi sueño, sonó el timbre de la casa. Me sobresalto y me hizo saltar en la cama. Mire la hora en mi despertador. Eran las 7:30, la hora que llegaba mi primo Dani del trabajo, pero tampoco entendía que tocará el timbre porque tenía sus llaves propias, pero supuse que se les abría olvidado y me dirigí abajo para abrirle. Coji el pomo de la puerta y la gire para abrirla y ver a un Daniel feliz. Siempre que le veía venía feliz, al igual que todos mis primos, pero yo nunca sonreía o si lo hacía fingía y me costaba mucho. Así que le deje pasar.

El dejo su mochila al lado del sofá y se tiro en el. Estaba despeinado, con ojos cansados y el uniforme un poco arrugado, pero tenía las mejillas encendidas. Había llovido pues tenía la ropa húmeda.
El me miró, me sonrió y me dijo:

- Gracias corazón, se me olvidaron las llaves.

Siempre me decía corazón, y me gustaba mucho que me dijera eso porque me hacía pensar que era especial, pero sólo era un microsegundo.
Yo le contesté con media sonrisa y un asentimiento pero más bien parecía que estuviese sería. Me estaba dirigiendo a mi habitación gris de nuevo cuando me sorprendió al lado mío hablándome.

- ¿Estas bien corazón? -me miró tierno

El sabía que yo no estaba así, pero igual me preguntó.

Baje la mirada pero luego la asentí despacio.
No le podía decir que había tenido otra vez esas pesadillas tan reales, no quería molestarlo demasiado.

Cuando comenze a subir, el me abrazó por detrás y me estrecho contra el para que yo supiese que el me apoyaba en todo y me quería mucho. Yo me giré y le abraze también, necesitaba abrazarle, yo le quería...
Al fin me dejó subir dándome un beso en el moflete y el yendo a la cocina. Me tumbe otra vez en mi cama y al fin caí rendida.

"Tendría esas pesadillas otra vez..."

Pero no pensé demasiado en eso, pues no era así y estuve teniendo un sueño muy lindo...

:)

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