7.

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...

Sentí el aire frio de la mañana rozándome la cara. El sol acariciaba mi cabello moreno, mientras que el aire me hacía despertar. Sentí una sombra delante mía, pues ya no me daba el sol y pensé que era el hombre. Así que rápidamente me senté y me despegue de la sombra. Pero me equivoqué y no era así. Ahí estaba, tan linda como siempre, y tan sonriente que nunca nadie podría herirla. Mi madre.
Al fin me dedico una sonrisa preciosa. Yo le quise abrazar y no pude resistirme en hacerlo, pero cuando alcanzaba mi mano a su cintura, la traspasé. Lo hice varias veces pero no funcionó, y me ahoge en un gritito de terror y empezé a llorar escondiendo mi cara en mis brazos y piernas.

- Cariño -me dijo suavemente.

Yo levante la cabeza para mirarla, pero vi en aquellos ojos azules tristeza profunda pero con la sonrisa puesta.
Acercó sus manos en mi cara para acariciarme mis mofletes sonrojados, pero solo sentí una sensación de aire, y no como un ser humano.

- No te preocupes mi vida -hizo una pausa - te quiero mucho ¿Lo sabes? -me acarició con su pulgar mi mejilla, y me estremecí pero luego apoye mi cara en su mano y sentí un alivio tremendo. La echaba de menos...

- Si, mamá,te quiero mucho -y se me escapó una lagrima. Ella me lo limpio con gentileza y me sonrió.

Se sento enfrente mía y me cogió de las manos. Ella comenzó a hablar.

- ¿Sabes una cosa? -me miró con ternura - siempre creímos que ibas a ser nuestra, pero resulta que te adoptaron otros papas, que aunque nunca consideraste a tus padres. Ellos te hacían daño y no pudimos verlo mientras tú estabas ahi. Hasta que llegamos nostros, y ellos se fueron a la carcel por hacer cosas feas y esta vez te adoptamos de verdad. No quiero que pienses que estoy hablando mal, sabes que nosotros siempre te vamos a querer.

Yo estaba asombrada, pero lo reconoci, y sonreí. Me da igual si me adoptaron o no, ellos siempre van a ser mis padres, y nunca le dejaré de querer - pensé. - aunque me dolía un poco...

Ella prosiguió.

- El caso. Quiero que vayas a la escuela, hables con chicos y chicas, vuelve a ser esa niña tan inteligente que tus profesores te decían, tienes que volver a comer mas, nosotros siempre estaremos orgullosos de ti, me lo tienes que prometer, ¿Lo harás? Por nosotros.

Yo asentí.

- Tienes mi palabra -y así se fue

"Lo prometo mamá"

...

- ¿Prima?

Esa voz me hizo despertar.

- Lo siento, estaba en mi mundo...

- Como siempre -y volvió al volante burlón.

Yo estaba mirando por la ventana. Estábamos de camino a la escuela, mi primer día de escuela. Estaba emocionada pues quería aprender cosas nuevas y volver a retomarlas. También a hacer amigos, si podía.  Me pasé una semana casi dos sin tener problemas con mi respiración, pues ya no soñaba tantas cosas feas. Y así me hice más habladora, aun que sólo un poco, no quería levantar sospechas
Aquel día llevaba unos shorts negros. Una camiseta de manga corta pero larga que me llegaban hasta más abajo de mis caderas. Y mis vans favoritas, las blancas con manchas negras como la de una vaca. (Me gustaban mucho los animales) Mi cabello estaba recogido en un mollo alto pero algunos pelos caían rebeldes a mis costados de mi cara. Tenía un simple maquillaje, un poco de gloss que no se notaba y rímel. Y mi perfume de Carolina Herrera. No llevaba adornos, pues me resultaban muy pesados.

¿A Donde Vamos?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora