Capitulo 3

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— Espera espera espera —la chica se separó del abrazo y miro a su padre con los ojos abiertos— ¿De que estás hablando papá? —

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— Espera espera espera —la chica se separó del abrazo y miro a su padre con los ojos abiertos— ¿De que estás hablando papá? —.

— Que el se quedará a cuidarte mientas nosotros no estamos —.

— ¿Que?...no —.

— No está a discusión señorita —el hombre tomo el saco que le ofrecía el mayordomo— Te quedarás bajo su cuidado quieras o no —tomo su maletín y camino rumbo a la entrada—.

— Papá no puedes hacerme esto —la menor lo siguió reclamando por lo sucedido—.

— Claro que puedo —.

— ¡Ni siquiera lo conozco! —lo tomo del brazo antes de que siguiera caminando— ¡Papá por favor! —.

El hombre miro a su hija y suspiro.

— Escúchame Athena, la decisión está tomada, te quedarás con el y punto —se safo del agarre y camino al auto que los llevaría al aeropuerto—.

— ¡Nero! —tomo los brazos de su hermano mayor— Tu tienes más influencia sobre papá, por favor convence lo de que no me deje con el—.

— Lo siento Athe, pero aún que a mí tampoco me gusta la idea de que te quedes sola con el, es papá y el tiene la última palabra —rodio a su hermana para subir sus maletas al auto—.

— Pero.... pero —.

— Mira Athena, es el —apunto al de mechón blanco que se encontraba en la puerta— O tu abuela —.

Athena miro a su padre con unos de "me tienes que estar jodiendo", pero sabía que no tenía opción.

— ¡Bien! —exclamo con frustración— me quedaré con el —.

— Eso quería escuchar —la abrazo y beso su frente con cariño— portate bien y cuídate —.

— ....Si papá, ustedes también —.

Aún que estaba enojada, tenía que ser amable con su padre, al separarse del abrazo, el adulto subió al auto donde ya se encontraban sus otros dos hijos.

Al momento de cerrar la puerta del auto este se fue alejando asta perderse en la lejanía.

— Bien —escucho a sus espaldas— nos quedamos solos, así que se buena niña y entra a la casa —.

— En tu voz puedo detectar una burla hacia mi ser —la peligris miro con molestia a Jason—.

— Tal vez —.

— Escúchame bien Jason, no se cuánto te pago mi padre para que me cuidarás, pero te ofrezco el triple con tal que te vayas —.

El pelinegro río ante las palabras de la menor.

— Créeme niña, yo tampoco quiero estar aquí —la miro directamente a los ojos— pero hay más cosas en juego de lo que tu padre puede darme así que....no me iré —.

Princesa caprichosa || Jason Todd Donde viven las historias. Descúbrelo ahora