Jeonghan era agradable. Bueno, le agradaba a todo el mundo, y por lo tanto, tenía que agradarle a Seokmin también. Porque Joshua, já, a Joshua le agradaba muchísimo.
Después de solucionar ir al mecánico, Joshua llegó a casa con una gran sonrisa, tomó a Seokmin por la cintura y lo alzó, completamente desprevenido. Pero no tuvo otra opción que sonreír, porque no tenía otra reacción al ser tocado por Joshua que no estuviese ligada a la felicidad.
Joshua, emocionado, le contó de su conversación con Jeonghan cuando estaban arreglando el pequeño defecto que Seokmin causó en su auto, y se dieron cuenta que ambos eran tal para cual; Jeonghan también había estado inmerso en el mundo del patinaje artístico sobre hielo, pero a diferencia de Joshua, no se retiró por una lesión, sino por decisión propia para perseguir su sueño de estudiar negocios en la universidad, donde conoció Suecia gracias a un intercambio. Contradictoriamente, dejó su envidiable trabajo en una empresa para viajar por el Caribe durante una temporada, y regresó al país para volver a entrar a la federación coreana de patinaje como entrenador. Todo eso, a los cortos veintisiete años de edad.
Seokmin nunca fue bueno patinando, solía caerse y resbalarse demasiado como para disfrutarlo, Joshua le ofrecía la mano y lo ayudaba a levantarse, pero tras otro par de intentos se dio cuenta que no era lo suyo y no volvió a acompañarlo a la pista. Nunca supo cómo no sentirse culpable de ser malo en ello, así que intentó arreglarlo tomándole fotos y vídeos desde las gradas. Joshua nunca pudo ganar una medalla de oro y recordarlo lo hacía sentir triste, pero cuando Seokmin intentaba consolarlo le decía que realmente no importaba, le decía una y otra vez que estaba feliz con su vida, y que Seokmin significaba para él mucho más que mil medallas. Con todo eso, Seokmin de sintió feliz de que através de Jeonghanan, volviera a conectar con algo que era tan importante para él, y cuando Joshua le pidió que salieran los tres a comer a un restaurante quiso complacerlo.
Seokmin solo quería que Joshua tuviera un amigo.
Al parecer Jeonghan no solo era agradable, al menos a los ojos de todo el mundo, sino que también era interesante, extrovertido, aventurero, valiente, y determinado. Tenía un encanto natural que hacía que automáticamente cualquiera le tuviera confianza, y no tenía un solo gramo de esa torpeza social que caracterizaba a Seokmin, todo lo que Jeonghan hacía, lo hacía con gracia.
Quiso convencerse de que era bueno que alguien como Jeonghan existiera, pero había un solo detalle que lo incomodó más de lo que creyó: Jeonghan era guapo, y lo sabía. ¿Pero quién no? podía verlo, Joshua podía verlo, era obvio. Si no era un crimen, ¿entonces por qué se sentía tan mal por ese simple hecho?
Seokmin no tenía ningún complejo verdaderamente grande, pero tal vez el bullying que sufrió en la escuela le dejó un par de secuelas. No sentía que era lo suficientemente guapo para estar con Joshua, y en el fondo, sabía que no era la única persona que opinaba eso.
Joshua nunca le dio razones para sentirse mal consigo mismo, todo lo contrario, vivía diciéndole día y noche que Seokmin estaba fuera de su liga, y que no podía creer cómo alguien tan lindo y tierno pudo si quiera prestarle atención. Claro, no dudaba que Joshua lo encontrara atractivo, pero... si se comparaba con Jeonghan...
Seokmin se dio cuenta que casi no había hablado en toda la velada, estaba mareado por el vino que había tomado intentando calmar sus propias inseguridades, y solo quería irse a casa. Notó como Joshua seguía sumido en una conversación que solo él y Jeonghan parecían entender, y se veía feliz.
—Odié esa temporada, Eteri da más miedo en persona. ¿Y tú, Seokmin? ¿Cómo es tu trabajo? Joshua me dijo que eras escritor, uno muy bueno.
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Happiness. | Seoksoo
Fanfiction"Habrá felicidad después de ti, pero hubo felicidad gracias a ti" Seokmin terminó su relación con Joshua, hace un mes, o hace un año, realmente no puede recordarlo. Solo sabe que ya no está ahí, y al principio eso estaba bien, todo tiene un final...