Kiss the Paranoid Beauty

Capitulo 34: Esta noche ve a ducharte a tu habitación y duerme allí

Zheng Binbo se quedó paralizado. No se atrevía a decir nada, temiendo que en el siguiente instante, Ji Leyu soltara la única mano que aún sostenía.

Ji Leyu miró cómo el miedo se acumulaba lentamente en los ojos de Zheng Binbo y soltó una risita.

"¿Ya no quieres?" preguntó suavemente. "¿Ya no te gustó? ¿Ya no quieres protegerme? ¿Es así como te rindes?"

Zheng Binbo no se atrevía a hablar.

Sentía que algo estaba mal con Ji Leyu.

Parecía haberse convertido en otra persona, ya no era el Ji Leyu que conocía.

O tal vez, nunca lo conoció realmente.

Sus piernas comenzaron a temblar, su cuerpo también estaba temblando.

Suplicó con voz temblorosa: "¿Me ayudarás a subir primero?"

"Subiré y luego hablaremos."

Ji Leyu sacudió la cabeza. "No puedo hacerlo."

"Me gusta más cómo estás ahora, desvalido, patético, pareces estar aterrado. Casi parece que si me muevo un poco, te asustarás hasta los huesos."

Zheng Binbo: ...

Las manos de Zheng Binbo temblaban y apenas podía sujetarlo con firmeza.

Ji Leyu se rió burlonamente. "¿Y aun así te atreves a mencionar a mis padres? ¿Te atreves a hablar mal de mi tío, mi tía y Lin Fei?"

"¿Cuidar de mí?" se rió con desprecio. "¿Con qué derecho cuidarás de mí? ¿Quién eres tú para mí? ¿Por qué necesito que me ames y cuides?"

"No te hagas falsas ilusiones, ¿crees que eres digno?"

"Te advierto, la próxima vez que menciones algo sobre mi tío, mi tía o hables mal de Lin Fei, no será tan fácil como ahora."

Terminó de hablar, la sonrisa en sus ojos se desvaneció lentamente, convirtiéndose en burla y desprecio.

Zheng Binbo lo miró desde abajo, el sol deslumbrante, pero no tan cegador como el desprecio en los ojos de Ji Leyu.

Fue la primera vez que se dio cuenta de que, en realidad, tal vez nunca lo había conocido realmente.

Habló con voz temblorosa y tambaleante: "Ya no lo haré. ¿Puedes ayudarme a subir?"

Zheng Binbo realmente estaba asustado, temía que Ji Leyu soltara su mano, temía morir allí.

Ji Leyu sonrió y agarró su mano, pero no dijo nada, simplemente lo miró fijamente.

Zheng Binbo sintió que se le erizaban los vellos del cuerpo.

De repente, se escucharon pasos rápidos desde fuera de la puerta de la azotea.

Chicos y chicas vestidos con uniformes escolares entraron apresuradamente, mirando asustados a las personas frente a ellos, corriendo rápidamente hacia Ji Leyu.

"¿Qué está pasando?" preguntó una chica con coleta, mientras extendía la mano para ayudar a Ji Leyu a levantar a Zheng Binbo.

Ji Leyu se volvió hacia ella con expresión de preocupación, "No hablemos de eso ahora, ayúdenme a rescatarlo rápido."

Al oír esto, los chicos que estaban atónitos también se dieron cuenta de la situación y se apresuraron a acercarse, agarrando el brazo de Zheng Binbo y tirando de él para sacarlo.

Zheng Binbo nunca había imaginado que aparecerían estas personas.

Después de un gran susto, vino un gran alivio. Agarró los brazos de las otras personas y sus pies, que estaban débiles, volvieron a pisar el suelo de la azotea.