Kiss the Paranoid Beauty

Capitulo 38: Un pececito exclusivamente para él.

Lin Fei miró la ternura y el deseo en sus ojos, se inclinó y le dio un beso en la frente.

Ji Leyu aprovechó la oportunidad para rodear su cuello con fuerza, acurrucándose contra él.

Esa noche, efectivamente, Ji Leyu no durmió en la habitación de Lin Fei, pero Lin Fei durmió en la habitación de Ji Leyu durante toda la noche.

Ji Leyu lo abrazó como si estuviera sosteniendo un tesoro recuperado, mientras coqueteaba y le aseguraba que nunca volvería a hacer algo similar.

"Prometo que a partir de ahora seré bueno, de verdad", dijo con convicción.

Lin Fei asintió con un "mmm" y volvió a creer en él.

Sin embargo, esta vez, retiró la libertad adicional que le había dado a Ji Leyu, exigiendo que le avisara con anticipación cada vez que iba a reprender a alguien.

En este momento, Ji Leyu no se atrevía a contradecir y prometió repetidamente, temiendo que Lin Fei realmente dejara de preocuparse por él.

"Pero en el futuro, no puedes decir esas cosas", Ji Leyu habló suavemente, "¿cómo puedes dejar de preocuparte por mí? No estás autorizado para decir eso".

Aunque lo dijo así, ya no tenía la arrogancia de antes y tampoco se atrevía a incluir esas palabras en las prohibiciones de Lin Fei.

Lin Fei abrazó su cintura y dijo seriamente: "No puedo prometerte eso."

"Conocemos tu personalidad, tanto tú como yo. Una vez que me muestre indulgente, tú te relajarás. Una vez que te prometa algo, tú te sentirás afortunado."

"La naturaleza humana no resiste la tentación, y no quiero poner a prueba tu naturaleza humana. Te cuido porque me importas, y también porque tú estás dispuesto a que lo haga. Pero cuando una y otra vez incumples nuestros acuerdos, tu disposición se convierte en renuencia, y no voy a malgastar más energía."

"No lo haré", apresuró a decir Ji Leyu.

"Mmm", Lin Fei acarició su cabello, "te creo".

Dijo: "Si te portas bien, no volveré a decir esas cosas".

"Está bien", respondió Ji Leyu.

Lo abrazó y se recostó en él, cerrando lentamente los ojos.

Al día siguiente, por la mañana, Ji Yuxiao se levantó para ir a trabajar y vio a Lin Fei salir de la habitación de Ji Leyu, lo que lo sorprendió un poco.

"¿Dormiste en la habitación de Xiaoyu anoche?"

"Sí", respondió Lin Fei con indiferencia.

"¿Qué pasa? ¿Está enojado de nuevo?" preguntó curiosamente Ji Yuxiao, "¿O es que no duermen siempre en tu habitación?"

Lin Fei: ... En momentos como este, su padre es muy perspicaz.

"¿Todo resuelto?" preguntó Ji Yuxiao.

"Sí", respondió Lin Fei.

Ji Yuxiao sonrió y le dio una palmada en el hombro. "Has trabajado duro".

"No fue gran cosa", dijo Lin Fei con calma. "Es fácil calmarlo".

"Es cierto", Ji Yuxiao estuvo de acuerdo. Su pequeño sobrino podía ser caprichoso a veces, pero tenía un buen temperamento. Incluso si se enojaba contigo, en un abrir y cerrar de ojos, podía abrazarte con dulzura y sonreírte.

Era realmente adorable.

Lin Fei miró la expresión de cariño y afecto que apareció involuntariamente en el rostro de Ji Yuxiao, y sintió una mezcla de emociones.