Kiss the Paranoid Beauty

Capitulo 45: Esa es su luna.

Capitulo 44: Esa es su luna, solo pertenece a él, nunca ha brillado para nadie más

Ji Leyu miró las palabras en la ventana de chat y sintió que le invadia una doble dosis de alegría.

En este momento, el jade de pez koi ya estaba tallado, qué coincidencia.

Parece que podrá darle a Lin Fei una sorpresa tras otra para este Año Nuevo.

"Me voy~", dijo Ji Leyu con alegría.

"Está bien, ¿necesitas que te ayude a colgar el cuadro en tu habitación?", preguntó Lin Luoqing con preocupación.

"No, le pediré a mi hermano que me ayude", dijo Ji Leyu con voz dulce.

"Está bien, entonces cuídense y descansen temprano", advirtió Lin Luoqing.

Ji Leyu asintió y llevó el cuadro a su habitación.

Colocó el cuadro en su habitación y luego fue a buscar a Lin Fei, lo tomó de la mano y lo llevó a su habitación para ayudarlo a colgar el cuadro.

"No se te permite pintar retratos para otras personas en el futuro", dijo Ji Leyu mientras miraba cómo colgaba el cuadro, y no olvidó la prohibición que acababa de establecer. "Excepto para papá, padre y tus tareas de arte".

Lin Fei:...

¿Cuál era el número de esta nueva regla?

"Es la regla número 379", dijo Ji Leyu.

Lin Fei asintió ligeramente, solo 379 reglas, aún no llegaba a 500, no valía la pena mencionarlo.

Colgó el cuadro y se bajó del taburete.

Ji Leyu miró hacia arriba, muy satisfecho.

"Mira", sacó su teléfono para que Lin Fei lo viera.

Lin Fei bajó la cabeza y vio que Ji Leyu había cambiado el protector de pantalla por esta pintura al óleo.

"¿Te gusta?" susurró Ji Leyu.

Lin Fei asintió, lo que él pintó, si no le gustara, ya habría repintado encima de la pintura, ¿cómo podía permitir que se quedara como estaba?

Ji Leyu también pensaba que era bonita, mirando su protector de pantalla, de repente se sintió un poco lamentable, lamentable por no tener la habilidad de pintar como Lin Fei, de lo contrario, también podría haberle pintado un retrato.

Y ahora, él no podía retratar la belleza de Lin Fei y no quería que otros lo observaran detenidamente y plasmaran su apariencia, por lo que esta pintura al óleo estaba destinada a ser única.

Solitaria.

"¿Puedes pintar un retrato tuyo?", le preguntó Ji Leyu.

Lin Fei: ¿Qué?

"¿No puedes pintarte a ti mismo?"

"¿Mirando una foto tuya tampoco sirve?"

"Sí".

"Es muy extraño", explicó Lin Fei al ver que parecía desconcertado.

Ji Leyu suspiró, "Está bien".

Miró nuevamente la pintura al óleo frente a él con un sentimiento de pesar.

Lin Fei, al ver la melancolía en sus ojos, preguntó con curiosidad: "¿Por qué quieres que pinte un retrato de mí mismo?"

"Así podré colgar tu pintura a mi lado", dijo Ji Leyu, "y también puedo usar tu retrato al óleo como fondo de pantalla, en lugar de tener una pintura al óleo como protector de pantalla y una foto como fondo de pantalla. Creo que si ambos fueran en el mismo estilo de pintura al óleo, se vería mejor."