"Todo este tiempo me había equivocado, al verle a los ojos pensaba que algo se escondía, una sensación, algo roto y mientras más los veía me daba cuenta de algo, eran el mismo infierno."
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Tom
Me paseaba por la oficina, el hombre temblaba o más bien, "mi socio" Mr. Cameron, sudaba y sus manos temblaban por el vaso frío con su vicio más grande.
-Tom...te he ayudado en las buenas y en las malas, solo te pido más tiempo, el negocio no ha ido bien.- Sus palabras eran temblorosas lo que causaba un poco de repugnancia en mi. No dejaba que nadie me hablara por mi nombre, pero él era especial.
-Llevas dos años así Ward, me estoy cansando ¿lo sabes?.- Me senté en mi escritorio y lo mire de frente, solo causándole más terror al pobre hombre.
-Lo se tom, se me fue de las manos, solo te pido que no hagas cosas de las que te podrías arrepentir.- No me arrepentiría de nada, sé bien lo que hago.
-Ya Ward, no te la compliques, te perdonaré la deuda, solo quiero una pequeña cosita a cambio.- Le di una sonrisa de lado y su cara pareció tranquilizarse.
-Lo que quieras, dime, te lo daré.- El suplico y yo me levante de mi asiento y serví un poco de vodka en mi vaso.
-Quiero a tu hija ward.- El arrugo su rostro mientras yo le daba un trago a mi vaso.
-Bueno, camile ya es mayor, podría dártela, se que la tratarás bien.- Dijo el hombre y yo solo reí, él estaba equivocado.
-No,no,no.-Abrí un cajón de mi escritorio con una llave que siempre cargaba en mis bolsillos, saqué una carpeta y se la entregué en sus manos.
Mr. Cameron abrió los ojos aterrorizado, levantó su rostro hacia mi, me miró a los ojos con preocupación y volvió a mirar la carpeta, movía todas las hojas que estaban dentro, las fotos, todo, mientras negaba con la cabeza.
-T..tom yo no... no... ¿como es que tienes esto?.- Su voz temblaba y sus manos también al momento de mover los papeles.
-Seré sincero contigo, he estado esperando a que tu negocio se joda para hacer esto, fuiste un buen socio pero ya no me sirves, considérate afortunado por tener a esa chica.- Hice una pausa para tomar un trago.- O si no en este momento te quitaria todo lo que tienes y te mandaría al sótano para que mis "perros" se encarguen de ti...lo sabes. -Rei maliciosamente mientras los ojos de Ward me miraban con completa perdición.
-¿Cómo puedes decir eso Tom?, te conozco desde que eras un bebé, tu la conoces desde que ella era una pequeña niña, no puedes hacer esto, está mal.- Algo que Ward tenia es que era un idiota, siempre le importo más el dinero que su propia familia por eso se llevaba bien con mi padre.
-No me importa Ward, yo tengo lo que tengo por hacer las cosas "mal", yo siempre obtengo lo que quiero y si no me la das por las buenas no quieres saber lo que haré.- Sus ojos cada vez se abrían más, el sudaba y sus manos temblaban, yo reí ante este comportamiento.
