Cap5.- Temer

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Tom

Me levante a la mañana siguiente, no me había dado cuenta que me quede dormido en el sillón, mi cuerpo dolía, mire la hora, 9:32 a.m., camine hasta las escaleras, subí y me paré en la puerta de la habitación donde maddy estaba, dude en abrirla, pegue mi oreja en la puerta, para ver si ya estaba despierta, no se escuchaba ningún tipo de ruido, quite la cerradura y entre, ella estaba dormida, la luz que salía de la ventana pegaba en sus piernas, sus muñecas estaban levemente moradas, me sorprendía lo débil que era, tanto mentalmente como físicamente, pero siendo así, siempre había sido mi debilidad y lo odiaba, claro que la quería tener, desde que la vi fue mía, quiera o no.

Pasaban las horas, estaba en el piso de abajo atendiendo algunas cosas, los clubs habían estado cerrados pero justo hoy era la inauguración de uno nuevo, mucha gente importante iría, solo invitados, mire la hora, 1:20 p.m., y ella no despertaba, supongo que esa pastilla la tiro por completo, escuche un fuerte golpe en en piso de arriba seguido de un grito. -¡Déjame salir idiota!.- Sonreí al escucharla.

Subí al piso de arriba, abrí la puerta y ella estaba mirándome con tanto odio, sonreí ladinamente y mire sus manos las cuales ella acariciaba con mucho fervor.

-Deja de hacer eso.

-Déjame salir.

-Hoy más que nunca, no puedo, me acompañarás a un lugar, tienes que ir.

-¿Y si no quiero?.- Ella cruzo sus brazos y me miro con enfado, eso me daba ternura, como ella intentaba parecer ruda aunque sus manos temblaban y su transparente personalidad mostraba su miedo.

-No es que te esté preguntando.

Ella rodeó sus ojos y se alejó más.- ¿Dónde está mi padre?, quiero hablar con él.

-No puedes.

-¿Por qué no?, ¿por que estoy aquí?, ¿por que...

-¡Basta!.- La interrumpí con una voz fuerte, no era un grito pero fue suficiente para que ella temblara.- No es de tu incumbencia.

-¡Si lo es!, es mi vida, no quiero pasar ni un minuto más contigo, todo lo qué haces...supongo que no es la primera vez que dañas a alguien.- Lo último lo dijo casi en un susurro, como si le temiera tan solo a la palabra, "matar". Maddy tenía una mano en su pecho y sus lágrimas ya eran visibles.

-No puedes hacer nada para cambiar lo que ahora es tu vida.- Ella intento decir algo más pero salí de la habitación rápidamente evitando sus preguntas.

Maddy.

-¡¿Que mierda estás diciendo?!.- Grité pero él ya había salido de la habitación, me senté en la cama y solo lloré, extrañaba mi casa, a josh, a mi hermana aunque ella era una perra conmigo todo el tiempo, solo quiero salir de este lugar y respirar el aire fresco, tal vez es por mi enfermedad la necesidad de tener que salir de un lugar o tal vez solo es claustrofobia aunque en esta casa es casi estúpido tener claustrofobia, es muy grande.

(...)

Era muy tarde, tal vez las nueve de la noche, me había arreglado muy rápido, ni siquiera me interesaba como me veía, no en estos momentos, la ventana estaba abierta y yo reposaba mis codos en el marco de esta, por la luna podía saber la hora, no tenía un reloj cerca, mi único reloj era el cielo.

Respiraba con tranquilidad, era la única manera en la que podía hacerlo, el vestido que llevaba era muy largo pero parecía hecho a la medida, me quedaba a la perfección y tal vez una leve sonrisa se formó en mi rostro cuando me vi en el. Escuché unos pasos hasta la puerta, el fuerte sonido del cerrojo abriéndose llamo mi atención, voltee mi mirada frágilmente, desapegándola de la ventana, tom entro en la habitación perfectamente vestido, elegante pero todavía tenía ese toque casual.

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⏰ Última actualización: Sep 04, 2023 ⏰

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We were born to die.- Tom Kaulitz.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora