La sombra del pecado

Versículo IV

Yacía sentado en el pináculo de la Torre Eurosky a más de 150 metros altura, un solitario ángel que miraba hacia el bullicioso paisaje nocturno que los humanos hoy en día habían construido, lleno de luces, y contaminado de ruidos tormentosos, pensando con extrema curiosidad el momento exacto que había pasado al toparse con un hombre que lucho hasta el final por tratar de salvar a una de las almas que él como ángel de la muerte debía llevarse al cielo.

Alexandrovich: Sentí por un instante como él estaba viéndome y hablándome... como si...

Me diera órdenes de que era lo que realmente yo debía hacer.

-- Soltando una sutil sonrisa llena de curiosidad.

Me pregunto ¿qué estará haciendo ahora?.

El padre Lee Won por su parte, estaba tratando de despejar su mente debido a los acontecimientos sucedidos como los de hace algunos días atras, siempre le afectan negativamente en su estado de ánimo.

El no haber podido lograr la salvación de la bebé ante el terrible exorcismo que había aplicado sobre la madre, es algo que le hace llenarse de mucha culpabilidad, y aunque sus compañeros le rectificaron en reiteradas oportunidades, que era la voluntad de Dios llevarse a la niña antes que ser consumida por la oscuridad del demonio, Lee Won solo pensaba que él no fue lo suficientemente fuerte como para evitar su muerte.

Mientras estaba perdido entre sus pensamientos caminando por las estrechas calles bulliciosas de la ajetreada Roma inundada de turistas, se percata de un estruendoso accidente, un turista de mediana edad ha sido atropellado en el medio de la autopista al manejar una vespa de manera imprudente a contraflujo.

El impacto que fue hace pocos minutos hizo que callera en el frío pavimento mientras su sangre entremezclada con la gasolina que salía a borbotones de su scooter manchaban de un oscuro carmesí la fría vía.

El chofer del autobús turístico que había impactado al hombre inmediatamente paro la máquina y llamo a emergencia para que atendieran al herido, y aunque muchas eran las personas que estaban buscando apoyo entre sus gritos y movimientos de mano, nadie intentaba acercarse al lesionado el cual había tenido una fuerte lesión cervical, impidiendole incluso tener la postura adecuada para poder respirar por cuenta propia.

Lee Won al ver la falta de atención al pobre lesionado, decide correr y entrar entre las personas hasta llegar a él, y aunque el chofer le informo que no podía estar cerca del sitio del accidente por el derrame de gasolina que estaba a su alrededor, a él no le importo.

Tomándolo con ambas manos, posicionando sus dedos entre la región occipital hacia la mandíbula estirando lo suficiente el cuello para posicionarlo entre sus piernas y así lograr un control cervical idóneo para que el lesionado volviera a respirar.

Lee Won: Todo estará bien, no te preocupes, me llamo Lee Won, respira tranquilamente.

Evidentemente, la sangre salía de manera desbordante desde la cabeza, al parecer el impacto le hizo una grave fractura y aunque entre tanta oscuridad Lee Won no podía visualizar muy bien donde estaba la herida, llamo al chofer para que buscara alguna tela con la que podría comprimir la hemorragia.

El chico, el cual había vuelto a recobrar un poco de oxígeno entre sus pulmones gracias a la ayuda del extraño hombre que lo estaba sosteniendo desde su cabeza, podía ver como una extraña figura luminosa aplacaba de a poco la nocturna calle donde él estaba tumbado.

Alexadrovich: Ha sido un poco apresurado para ti en esta oportunidad.

Mientras descendía con sus enormes alas desplegadas, las cuales brillaban de un imponente y majestuoso dorado platino intenso.