Versículo VII

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Un profundo beso comenzó a embriagar el paladar de nuestro ángel, aturdido por todas las nuevas sensaciones que estaba experimentando.

Dejaba que los labios de su amado lo guiaran en un delicado baile de lenguas que se humedecían entre sí, a veces sus dientes chocaban entre sí, pero sutilmente Lee Won se apartaba para posar sus labios cerrados en la mejilla de él, para de esta forma dejar que volviera a inhalar un poco de oxígeno.

La calidez que le brindaba era mágica y única para él, solo deseaba seguir sintiendo como ese hombre lo llevaba al paraíso en la tierra sin importar nada más.

Apreciando sus delicadas y largas pestañas que adornaban unos rasgados ojos oscuros al momento de cerrarlos, fundiendo su delicado labios que al tacto se sentían como el más fino pétalo de rosa recién florecida.

Alexandrovich no podía evitar observarlo todo como un niño curioso descubriendo algo nuevo.

Escuchando una sutil sonrisa que por supuesto salía de aquellos labios embriagadores.

-- Tapándose la boca con el puño algo cerrado mientras vuelve a sentarse a su lado, Lee Won algo sonrojado, vuelve a hablar con tranquilidad.

Lee Won: Pareces un niño maravillado.

Alexandrovich: Nunca había sentido algo como esto, es como si tuviera el corazón en la boca.

Lee Won: Quizás lo que sientas es un «cosquilleo».

Sonriendo de la manera más cálida y delicada posible, dando la sensación de paz al solo verle.

-- Alexandrovich subiendo sus dedos a los labios de Lee Won, los acariciaba con delicadeza para seguir contemplando la belleza de este hombre.

Alexandrovich: Enséñame amarte como deseas Lee...

Sorprendido por aquellas palabras, nuestro padre no pudo evitar escuchar como el nervioso palpitar de su corazón resonaba por todo su cuerpo, junto con una fuerte descarga eléctrica que lo hizo vibrar en un instante.

Nuestro ángel solo entendía que deseaba estar con él, aunque no sabía exactamente como, pero aun así eso no lo cohibió de acercarse lentamente a él, besando sus manos desnudas.

Lee Won podría ver como la brillante Luna llena iluminaba de un sublime platino las largas pestañas de Alexandrovich así como su sedoso y largo cabello rubio.

"Un ángel ha venido a robarme mi corazón"...

Es lo único que podía pensar de manera coherente en este momento Lee Won.

Dejándose llevar nuevamente por él...

Decidiendo bajar su abrigo para dejarlo aún lado.

Lee Won: ¿Tanto así me deseas?

Pero...

¿No sabes en sí lo que deseas?

¿No es así?

Armándose de valor para sentarse lentamente sobre las piernas de Alexandrovich, quedando de frente a él, subiendo sus largos brazos por encima de los anchos hombros de su ángel.

Alexandrovich sorprendido, no pudo evitar adornar su pálido rostro con una ingenua sonrisa.

Abrazándolo con tanto cariño y cuidado que parecía estar protegiendo a lo más apreciado que ha podido tener en este mundo.

Pero su delicado gesto fue neutralizado con ferocidad por los pasionales besos que Lee Won estaba dibujando en su cuello.

Reconociendo que esa región de él era sumamente sensible al tacto y en especial a la forma en como Lee Won lo besaba.

La sombra del pecadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora