3. Visitas inesperadas

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Ya era de noche, casi las ocho.

Llegué a casa y lo primero que hice fue tirarme en el sillón mirando al techo.

¿Cómo había sucedido todo esto?

No podía llegar a evitar a Osvaldo o a Quacks por siempre, así que era más que obvio que pronto tenía que hablar con ellos para finalizar con este problema.

Tal vez nunca debí escribir esas cartas, es decir, ¿Qué ganaba con eso?

Es verdad, me desahogada y una carta lo hace más personal, pero por qué no escribía en mis notas o en un cuaderno cualquiera como la gente normal.

A veces odiaba romantizar mi vida.

El timbre de la casa sonó y me levante a mala gana, lo único que quería era acostarme a dormir, había sido un día largo y tormentoso.

Abrí la puerta y al ver de quien se trataba la cerré de un solo golpeé.

Cerré mis ojos, ¿Qué hacía él aquí?, ¿Por qué vino?

—Ada, abre, sé que estás ahí — escuche del otro lado de la puerta.

Pensé que tendría más tiempo, no que ahora mismo tendría que hablar con él, esperaba un día al menos para mentalizarme.

Dejé salir un suspiro y abrí la puerta.

—Hola — salude como si lo que ocurrió hace unos minutos nunca hubiera pasado.

—¿Puedo pasar? — cuestionó el chico de lentes.

—Claro — murmuré haciéndome a un lado para que Osvaldo ingresara — ¿Qué te trae por aquí? — pregunté.

—Olvidaste tu bolsa en la casa de Rivers — el castaño me entrego mi objeto personal.

—Muchas gracias — agradecí — Si, solo era eso...

—Sabes que aún tenemos algo de qué hablar — mencionó Osvaldo.

El ambiente se volvió tenso.

—Osvaldo, perdón de verdad, yo escribí esa carta... bueno, no hace tanto tiempo, pero lo hice más para sacar esos sentimientos retenidos, nunca tuve la intención de mandarla — expliqué.

—¿No la mandaste tú? — cuestionó.

—No, las tenía guardadas para mí, pero alguien las envió — contesté.

—Entiendo, igual quería devolvértela, es algo personal — me extendió la carta que saco de su bolsillo delantero — Pero hay cosas que me gustaría decirte.

Mire atentamente al chico, mientras esté me sonreía levemente.

—Ada... no sabría explicar lo que tuvimos, pero siéndote sincero puedo confirmar que me hubiera gustado llegar a algo más contigo, pero el miedo nos ganó — asentí de acuerdo con sus palabras.

—Lo entiendo.

—Lo sé, pero es raro revivir todo, no sabía que había sido una persona muy importante en tu vida, me siento muy especial — tomó mi mano y le sonreí — Ahora estoy intentando algo con Vivi y soy muy feliz con ella, ojalá algún día nos reiremos de esto.

—Lo haremos, créeme — mencione.

Valdo extendió sus brazos y me acerqué para fundirnos en un tierno abrazo.

—Te quiero mucho — murmuró.

—Y yo a ti, gracias por no tomártelo a mal.

—Para nada — revolvió mi cabello cuando nos separamos — Lamento que no haya salido bien.

—No tienes de que disculparte, yo no estoy obligando a tener algo conmigo, solo te expreso mis sentimientos — aclaré — Sé que algún día las cosas mejoraran o me ira bien en el amor que tanto creo.

—Yo creo que tienes que dejar de ver "Orgullo y Prejuicio" para dejar de ser una virginal de veintiún años — opino el de lentes y reí.

—Cállate.








[...]









Dos días transcurrieron, no había prendido directo por toda la situación actual, mis pensamientos solo se trataban de eso.

Fui a mi cafetería favorita y ordené mi desayuno habitual.

—Hola — escuche detrás de mí.

Me volteé encontrándome con Alex, pensé que ya habían pasado esto de las visitas sorpresas.

—Hola — salude.

El chico se sentó en el banco junto a mí, pidió una malteada y me di cuenta que me estaba mirando intensamente.

Me volteé y le sostuve la mirada.

—¿Se te ofrece algo? — pregunté.

—Ada, no pudimos hablar ese día en la reunión en la casa de Rivers...

Aquí vamos de nuevo...

—¿Qué quieres decirme, Alex? — cuestione — ¿Qué no te intereso?, ¿Qué todo lo que pasó fue culpa del alcohol?

—Algunas si y otras no, pero hable con Ari y me dijo que seguro te encontraria aquí porque es tu cafeteria favorita, la verdad, es que me siento halagado con la carta y aunque el sentimiento no es mutuo quería proponerte algo — mencionó.

Una de las meseras le entrego su malteada y a mí, mi comida para llevar.

—¿De qué se trata? — cuestione.

—Quiero que finjas ser mi novia — anuncio como si nada.

—¿Por qué?

—Quiero darle celos a Sofía — rodee los ojos.

—¿Si leíste la carta que te di verdad? — el chico de gorro asintió — ¿Y, aun así, sabiendo todo lo que siento por ti y por lo que me alejé, vienes y me pides que fingir ser tu novia por tu ex? — volvió a asentir — Eres un idiota.

Agarre la funda y me levante para irme, pero Alex me detuvo agarrando mi mano.

—Si no lo haces les contaré a todos que escribiste una carta para mi confesándome tus sentimientos — comentó.

—O sea, me estas chantajeando — afirme más que preguntar.

—Que inteligente eres — golpeo mi nariz con su dedo índice.

—No puedo creer que estés haciendo esto, eres muy original — comente con sarcasmo — No lo voy a hacer — me negué.

—De acuerdo, pero publicare la carta en todas mis redes sociales — menciono antes de tomar de tu bebida.

—No puedo creer que a todos los que les escribí una carta tu hayas sido quien intenta manipularme con publicarla — murmuré a mala gana — Esta bien, pero tienes que devolverme la carta.

—Espera — me detuvo — ¿No soy al único que le has escrito una carta?

—No, de hecho, escribí cuatro — confesé.

—Me siento un poco ofendido.

—De vuélveme la carta — extendí la mano.

—No, hasta que cumplas tu parte del trato no te la devuelvo — solté un suspiro.

—Está bien — acepté y salí del local.

¿Qué le pasaba por la cabeza a Alex?, ¿Por qué yo?

—Oye, no quieres que te lleve — me voltee, Alexis estaba en la puerta del local con la llave de su auto en la mano.

—Prefiero irme caminando, no quiero estar con el tipo que me acaba de manipular porque le hice una confesión de amor — conteste.

—Bien, entonces mañana ir a tu casa para ponernos de acuerdo con esto de la relación falta.

No hice ningún tipo de comentario y solo me di la vuelta para irme de ahí.

¿En qué me había metido?

A todos los chicos de los que me enamoré || Quackity Donde viven las historias. Descúbrelo ahora