MI AUDITORIO VACÍO.

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Quien serás…

Quien quieres ser…

Que es lo que pretendes para ti…


Cada uno de nosotros formamos nuestro destino, construimos nuestro éxito, muchacho te diré, que, en esas etapas de mi vida, escuchaba el piano, tan melodioso, tan hermoso, era algo único.
Y un día desperté, y mi mamá ya no estaba con nosotros, mamá estaba hospitalizada, no había dinero, solo mis ahorros, yo ya tenía todo para comprar mi instrumento, mi amada guitarra, y sabes en la familia nadie nos apoyaba, nadie nos venía a ver, yo lloraba desconsoladamente, yo fui de in mediato al hospital, pero antes de salir vi un papel escrito que estaba en la mesa que decía:

hijo tuve que ir al hospital me siento muy mal, no te desperté porque te vi descansando y se lo mucho que haces, cuida a tus hermanos por favor.

Sabes aquel día, tuve que pagar todo de mis ahorros, era un muchacho, que sentía que ya no estaba bien, que mi vida y mi mundo se hacían pedazos, no sabía si mama, estaba bien, yo solo oraba y oraba, constantemente pidiendo a DIOS que me ayude y que ayude a mi mamá, y en la iglesia que asistimos, me venían a ver, me sentía respaldado por eso, así mamá estuvo 04 meses en un hospital, yo trabajaba para el hospital y para mi mamá y mis hermanos, en ese momento sentí que mis sueños se iban cayendo, que ya no existían, mi FE se hacía cada día más pequeña, mis sueños se iban a diario ya, yo empecé a perder peso y a perder poder dentro de mí, quería que todo esto acabara, que esto sea un mal sueño, y que todo se haga cenizas, no quería estar ahí, en esos días cuando salía a las calles, me ponía a llorar, tanto que caía de rodillas, no importaba la gente que estaba a mis costados o frente mío, yo solo quería que todo esté tranquilo o calmado, pero no podía mentirme, ya no podía mentirme, y al llegar a casa sentía que todo era gris, que ya no había porque luchar, porque seguir, porque soñar, porque existir, me sentía despistado, débil, y mis hermanos me decían y mamá donde está, cuando va a venir a casa, la extraño, yo me hacía pedazos y decía:

Porque me pasa esto….

Dormía en un asiento todos los días de esos meses, y no me movía, y tampoco quería moverme, yo cuidaba a mamá, yo quería que ella se sienta viva y que me diga, hijo estoy aquí, en esos meses, tomaba mucha agua, y no me alimentaba bien, caminaba por los pasadizos de aquel hospital y por las calles, sintiéndome un perdedor, alguien que tuvo la desdicha de estar aquí, alguien que no era la persona indicada, para estos momentos, y solo sé que trabaje tanto para pagar todo lo de mi mamá y no me arrepentía de eso, pague todo en el hospital.
Había días que solo me alcanzaba para el hospital y mis hermanos, yo me alimentaba del aire y seguía orando, y así iban días, más días, más semanas, más semanas, más meses, más meses, y yo sentía que ganaría la batalla, que yo iba a poder salir victorioso con mamá, eso se siente bien, créeme muchacho, tenía una sensación tan hermosa, pero también una sensación de aflicción, de dolor, de ansiedad, yo no quería perder, no quería para nada perder, yo sentía que si perdía no iba a ser nada de mi vida, no iba a saber que iba a ser de mi persona, que iba ser de mis hermanos y de mis sueños, para que me sirvió este tiempo.
Y sabes un día al llegar al hospital y los doctores no me dejaron entrar, yo sentí tanto dolor, un inmenso dolor, desde ya y mamá no se movía, no mostraba signos vitales, no mostraba nada, mamá falleció un 01 de agosto a los 52 años, yo solo pase y la abrase y le decía:

DESPIERTA…
DESPIERTA…
DESPIERTA…
DESPIERTA…
DESPIERTA MAMA…
DESPIERTA MAMA, POR FAVOR…
DESPIERTAAAAAAAAAAAA…
DESPIERTA MAMA, NO TE VAYAS…

Yo lo abrazaba tanto, lloraba tanto, que los doctores y enfermeros que estaban a rededor mío, se quebraron, en llanto, yo no quería que mama se vaya, yo quería que mama me vea realizado, yo quería sentir que me hable y me dé ánimos, y que me dijera, te amo, te amo, te amo, no podía creer, que ya no volvería a ver a mi madre, y que mis hermanos estarían perdidos de tanta tristeza e infelicidad, yo no quería soltar a mi mama, no quería soltar sus frías manos, yo quería irme con ella, yo, y hubo varios minutos de silencios, aquel hombre se secaba y limpiaba las lágrimas, él lo recordaba tan claro, que no se si el sentía dolor o tanta tristeza al recordar, todo esto, mi corazón se me hacía pedazos, y él me dijo, entre una voz muy entre cortada, lo recuerdo, lo recuerdo, lo recuerdo, tan claro, esos momentos fueron, los peores de mi vida, de mi camino, muchacho, lo recuerdo, lo recuerdo, lo recuerdo, como, si hubiese sido ayer, como si hubiese sido hoy, yo estaba de rodillas, yo me sentía perdido, quería en esos momentos, que DIOS, se lleve mi vida, antes que la de mi madre, mientras que él iba hablándome, yo iba llorando, y me pregunta, porque, porque, porque, era tanto castigo para él, porque…

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