MI AUDITORIO VACÍO.

573 865 0
                                    


No era suficiente una vida, llena de tantas infelicidades, y tantos muros sin poder pasar, y tantas pobrezas, y vacíos que llevaba, dentro de él, y que se vaya lo más apreciado de su vida, yo dentro de mi decía, tanto es el dolor, que hasta yo lo siento y creo que, yo si hubiese tirado la toalla.
Él me dijo, los doctores me abrazaban, yo estaba muriendo de dolor, estaba con un pantalón desteñido, mi polo sucio, de lo que trabajaba, y me venía directo, a estar con mi madre, mis zapatos, mis zapatos, sin brillo, igual que mi mísera vida, que ya no tenía tanto valor, que todo estaba lleno de dolor, ellos me abrazaban, yo gritaba no te vayas, mama, no me abandones, mamá despierta, mamá, mamá,  mamá, mamá, mamá, mamá, mamá …
Recordé en ese momento, todo de ella, su sonrisa, su forma de darnos amor y abrazarnos, de hablarnos, su cabello, sus pasos, su dolor, su enfermedad, todo de ella, todo su ternura y su manera tierna de vernos siempre…
Recuerdo que mama, me veía, con mucho dolor, al verme trabajar, al verme robarme, parte de mi niñez y adolescencia, al verme que yo buscaba mis sueños, que yo trataba de ser muy fuerte o me hacia el fuerte, recuerdo tanto, y, en ese momento mi mirada era otra, y mamá, mamá, mamá, mamá, mamaaaaaaaaaa, no te vayas.
Mamá se fue, el alcalde de la ciudad, nos ayudó, para su entierro, no hubo mucha gente, solos estaban, sus hijos y algunas personas de la iglesia, mama se iba en silencio, solo estábamos nosotros abrazándonos de dolor, de angustia, que iba hacer de mí y de mis hermanos, DIOS, yo no, tenía ni una moneda, no tenía nada ni para cenar, todo lo gaste, sacrifique mis sueños, por amor a mi mamita.
Mi mamá, mi madre, mi todo aquí en mi caminar, no quería asimilar que hoy la estábamos enterrando, que hoy si iba de aquí, de este mundo, en tantas tristezas, en tantas alegrías, mama no iba a vernos nunca más, mama no iba a verme, cuando yo caiga y trate de levantarme o quizá nunca pueda levantarme y decida vivir una vida mediocre, mama, porque, porque, porque, te fuiste así, en este momento, en este preciso momento, te tenías que ir y dejarnos sin aspiraciones.
Termino el entierro, ellos se fueron, empezó el cielo a nublarse y las gotas caían desde el cielo, nuestras lagrimas combinaban con la lluvia, nosotros nos abrazábamos, no queríamos ir a casa, no queríamos recordar, todo lo que vivimos en ese lugar, sabíamos que ir hay, seria ver y recordar, cada paso de mama, cada gesto que vive, aquí en nuestra mente y corazón, nos quedamos, horas y horas, en ese lugar, ya estaba anocheciendo y teníamos que irnos de aquel lugar, y cuando empezamos a salir de aquel lugar sentía que se quedaba algo muy grande, algo raro, se quedaba una gran parte de nosotros, en aquel lugar, ni bien salimos de aquel lugar, miramos la puerta de entrada, que era muy grande, y dije hasta luego mama, hasta luego, prometo venir a diario aquí, a traerte flores, a limpiar tu nicho, y hablar contigo, y dejarte muchas cartas a diario y contarte, como nos sentimos y como te extrañamos a diario, todos los días, mis hermanos, y yo caminamos a casa mirando aquel, lugar donde mama se había quedado, donde su cuerpo había sido enterrado, y al pasar varias calles, yo quería regresar, quería retroceder el tiempo, cosa que es imposible hacer, y caminamos, creo que fue la caminata más larga y triste, que hicimos en toda nuestras vidas, y cuando llegamos a casa, recordamos todo, todo, todo lo que mama nos decía, así haya estado postrada en cama, recordamos todo, y es en donde tus ojos ya no pueden más y aunque te duelan, tú sigues llorando y llorando, y solo abrazaba muy fuerte a mis hermanos, recuerdo que esa noche, nos acercamos a la cama de mama y dormimos, todos en su cama, abrazándola, abrazábamos su cama, su almohadón, abrazábamos sus recuerdos, y pasaron horas y no podíamos dormir, y nos quedamos dormidos, uno por uno, y con tanto dolor, en ese momento yo sé que JESUS, nos abrasaba y llenaba de amor, y aunque no lo sintiéramos, él estaba ahí.
Ese día amaneció, con bastante calor, ese día nos mirábamos cada uno de nosotros, y nadie quería hablar, nadie quería decir nada, y yo les dije hoy, y se me salieron las lágrimas, hoy hay que ir a saludar a mama, como todos los días, y nos alistamos y lo primero fuimos a la iglesia y al llegar todos nos recibieron tan cálidamente, y nos abrazaban y nos dijeron les estábamos esperando, nosotros rompimos en llanto, ya no podíamos más, este dolor era muy grande, ellos lloraban con nosotros, aquel domingo fue difícil de borrar, fue difícil de sacar de nuestras mentes, ellos nos daban palabras de aliento, nos daban amor, aquel día nos dieron muchos vivires, mucha ropa para nosotros, y nos invitaron a quedarnos en sus casas y en la misma iglesia, pero no aceptamos, al salir de ahí fuimos a casa y nos fuimos al cementerio, a hablar con mama, a decirle:


Mamá te amo.
Mamá te extraño.
Mamá no sabemos qué hacer.
Mamá nos sentimos perdidos.

Mamá hoy arreglamos la casa, pero no tocamos tu cuarto.
Mamá descansamos en tu cama.

Mama tenemos el vacío más grande de nuestras vidas y sabes que eres tú.

Mamá ya se llega mi cumpleaños y no poder recibir un abrazo tuyo.

Mamá ya se llega el día de la madre y tú no estarás con nosotros.

Mami, mamita, madre mía…
Mamá sabes que hoy se te extraña más y más.

Recuerdos que nunca podrán ser borrados de uno mismo, porque madre solo hay una, y es la que siempre da todo por los hijos, es el escudo de todos los cuchillazos, de los hijos, es la que recibe todo, con tal de que tu estés y te sientas bien, ella lo hace por amor propio.

MI AUDITORIO VACÍO Donde viven las historias. Descúbrelo ahora