MI AUDITORIO VACIO.

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Y eso yo no hacía.

Y aunque me hallara demasiado solo casi todo el tiempo que recorría y siempre me sentía vacío, con mi mente y corazón…
Solo decía que pasa, porque sigo, porque yo sigo, porque me esfuerzo, porque sigo avanzando, porque pienso que, si lo conseguiré, y solo sentía que venía un empujón dentro de mí y avanzaba y avanzaba y avanzaba, y siempre había unas preguntas dentro de mí, y me decía a mí mismo:

¿Lo lograre, lo lograre, lo lograre, lo lograre, lo lograr…?

¿Cumpliré mis sueños, los cumpliré, los cumpliré?

Esas preguntas me asechaban y asechaban a diario, mis pensamientos, mis metas, me hacían sentir dudas y que mi fe y perseverancia, se debilitara y por poco, que todas mis metas, sueños, anhelos, ideas, dejen de existir, y siempre pensaba y decía, hasta ahora parece que todo va bien, pero no sabía si esa era mi verdad, o si yo mismo me estaba mintiendo, o ilusionando, o viviendo algo que no tenía un concepto que yo creía tener.
Pero es en esos momentos, que sabes, muchacho que solo, le debes pedir a DIOS a DIOS Y a DIOS, que siempre me ayudara y me enviara siempre una señal o un aviso o un mensaje, le pedía que mi fe, no decayera, y solo escuchaba dentro de mí una voz que me decía, avanza no te detengas por favor, y quizá para muchos es poco o casual de que te hable nuestro, yo interno, pero no era así, yo sabía que DIOS, me hablaba ya que él, es dueño y señor de todo, lo que hay en nuestras vidas, pero para mí eso fue más que suficiente y empecé y empecé y empeceeeeee, siento gritarlo, que te parece si dentro de ti dices:


“Quiero empezar, empezar a correr sin poder parar, ya no puedo caminar, ya que, en todo, este tiempo solo estaba gateando.”

Yo lo sabía dentro de mí, muy adentro, sabía que el tiempo y lo negativo de mi vida y que mis mismos pensamientos, puedan crear y decir, se transformaban en mis propios enemigos, y aunque yo sintiera tantos vacíos en mi vida, tantos desiertos, tantos abismos, tantas soledades, tantas hambres y angustias, yo dentro de mí, de lo más profundo y más profundo de mi ser, sabía que poco a poco, que escalón tras escalón, que lagrimas tras lágrimas, que oración tras oración, DIOS me los llenaría.
Y aunque me cueste, la vida entera, el me los llenaría, yo podía sentir que lo lograría todo lo que me propusiera y que todo estaba tan, pero tan cerca de mí.

Y es cuando ganas una gran sonrisa dentro de ti y te dices falta poco, pero te pregunto sabes que cuando llegues a la meta, te faltaran miles y miles y millones de kilómetros que tendrás que recorrer, ya que no es solo llegar a la meta si no sobrepasarlo, dejando las mejores huellas de tu vida y caminar, el mejor ejemplo de ti mismo, y que solo se escuche en el aire diciéndote, aquí vamos querido amigo y que tu FE y PERSEVERANCIA, te digan aquí estamos, aquí es donde vamos y que tú mismo sepas que tu vida, es un ejemplo hacia los demás.
Hay cosas en esta vida, que nos tocaran vivir y escuchar y en su momento, asimilarlo también, ya que un día escuche que preguntaron por un joven que era todo un prodigio en la música y dijeron, que tal te parece el músico que está sentado en esa esquina, y muchos dijeron es el mejor, es muy bueno, es único en su especie, es el mejor de todos, pero no escuche nada más sobre él, no sabía si era una persona increíble o dada a algo o a DIOS, solo escuche de una persona que digo es un buen músico, quizá el mejor de esta época, pero con un gran problema, el carga varios vacíos y soledades en su vida y su caminar está totalmente, llenos de recuerdos que no le ayudan avanzar, él no se deja ayudar, él quiere estar así, y yo dije que increíble, escuchar todo esto, en ese momento, me quise acercar, pero algo hizo que yo evite acercarme, y lo deje a la deriva.
Si quizá en ese momento pude acercarme, quizá con lo poco que yo podía decirle o mostrarle algo que sería de ayuda para él, pero algo paso y mi yo interno dijo, ALTO, hay que avanzar, recuerda tu propósito y propósitos y es donde recuerdas que tienes que llenar tus propios vacíos que cargas, para que tú puedas poder ayudar de una forma más contundente, y sé que todos los vacíos lo llena alguien que nunca nos abandona y esa persona o espíritu es, DIOS, en su momento y poco a poco, nos va enseñando de cómo lo hace o él lo hará y a la mejor manera, que como él sabe hacerlo, para nuestro bien, y sabes, aunque no pareciera que no hiciera nada, pero nada por nosotros, él siempre lo hace y sabes él lo hacía en mí, en mi persona, él me iba enseñando, como debía ser, que a su manera y a su voluntad me transformaría, en lo que yo sería más adelante o antes de tiempo, en lo que me convertiría de aquí a un determinado tiempo o al tiempo que el crea perfecto y que yo esté preparado, solo se muchacho, que yo seguía mi meta, como un soldado, que, por nada, ni nadie, quería dejar de seguir mis sueños.
Como un guerrero yo luchaba, aunque mis sueños y mi visión y mi caminar, se esfumen y ya no me den la cara y dejen de creer en mí y dejen de existir en mí, por momentos, yo siempre seguía y sabía que yo sería el último soldado en medio de la lucha que estaría en pie y me imaginaba que ya todo estaba listo y resuelto, que yo ya podía volar, naufragar, exclamar y decir lo hice, lo hice, lo hice, pero no era así, en ese momento despertaba y sabía que yo, tenía, y que tenía, que seguir perseverando y perseverando sin ningún reproche alguno.
Había días que pateaba latas, pateaba botellas, pateaba al aire, hasta basura pateaba, era lo único que pateaba en algunos días y me sentía que una basura pateaba a otra basura, y eso era muy triste, y mis pensamientos se me nublaban, todo empezaba a ser de color gris y metálico y melancólico algo antiguo, algo retro, se hacía todo a mí a rededor, me sentía débil sin ganas de nada, las fuerzas se me iban, y siempre rondaba en mi esta pregunta:


¿Por qué debo seguir?

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