Au: Reencarnación.
Contexto: Mai era la princesa del clan de las diosas y Nagato era el príncipe de un clan enemigo, al enamorarse produjo que fueran maldecidos por sus padres, la maldición consistía en que si nagato moriría, sin importar nada resucitará y nunca podrá envejecer. En cuanto a Mai siempre renacerá sin memoria de sus vidas anteriores, luego conocería a nagato se enamoraría y si por alguna razón recordaba sus vidas anteriores, sin importar que la estuviera protegiéndo moriría a los 3 días, sin falta. Nagato buscaba como romper la maldición.
Bueno mai murio y Nagato vagaba en medio de la noche dolido por la muerte de su amada, y escucho gritos de auxilio y se acercó y vio a una mujer humana en lecho de muerte en sus brazos habia un bebé recién nacido.
Nagato: Resista señora.
¿?: Cuídala porfavor. —le suplicó llorando, mientras le entregaba la bebé al pelirrojo—
Nagato: —nervioso tomo a la bebé en brazos, observando como la madre moría, notó de inmediato que la bebé era la viva imagen de su amada mai, además de que ella lo veia y le extendía sus manitas y reía— Mai.... —lloro mientras la abrazaba con cariño— Yo.... Yo voy a cuidar de ti.
[....]
Se veía como una niña de 5 años corría jugando en el pueblo, la niña portaba una larga cabellera lacia color negro, tenía unos hermosos ojos color rubí, una piel blanca, la niña estaba muy alegre con dos coronas de flores. La niña por no ver donde iba choco con dos sujetos se veían peligrosos...
¿?1: Vaya, vaya. ¿Qué tenemos aquí? —sonrió macabro—
¿?2: es muy bonita sirve para geisha. —carga a la niña—
Mai: oye suelten me, señores!... —grito pataleando la menor—
¿?1: silencio mocosa, no nos hagas enojar y que te lastimemos.
Nagato: —le tocó el hombro— ¿A quien van a lastimar?
¿?1: —ve al pelirojo— ¿Y a ti que te importa?
Nagato: me importa porque yo estoy protegiendo a esa niña. —contesto—
En pocos segundos los dos sujetos estaban noqueados y Nagato le tomo la mano a Mai; y la alejó de ahí...
Nagato: ¿Que hacias en el pueblo?
Mai: es que, te quise hacer un regalo nagato-san. —le da una de las coronas de flores—
Nagato: —tomo la corona—
Mai: ¿Te gusta?
Nagato: —la miró y sonrio— me encanta. —se la colocó y luego tomó la otra y se la colocó a Mai— así te ves, muy bonita.
Mai: —sonrio— gracias Nagato-san.
