Dubcon, secuestro /domesticación forzada, pérdida de la virginidad, menciones de asesinato, sangre y amenazas contra el lector, cosificación / degradación leve, torcedura de tamaño, torcedura de reproducción forzada/creampie, todos los personajes presentados son mayores de 18 años.
No sé porque traduje esto, jaja.
♡ Hunter x Hunter - Illumi Zoldyck
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Tus instrucciones eran muy claras y específicas, pero te quedaste sin aliento cuando él apareció. Un relámpago esparció telarañas de plata por el cielo nocturno, un trueno sacudió toda la mansión y, entonces, él estaba allí, en el balcón, justo delante de las puertas de cristal. Se te corta la respiración cuando él te mira fijamente con sus oscuros ojos clavados en ti mientras extiende una mano hacia el picaporte. Una ráfaga de viento atrapa el cristal abierto y lo lanza hacia ti, impactando contra la pared -las bisagras crujen, pero aguantan-. Te sobresaltas y retrocedes, pero él ya está dentro cruzando la habitación para plantarse ante ti en un abrir y cerrar de ojos, sin tiempo siquiera para que caiga una gota de lluvia de sus zarcillos de tinta.
"Te reconozco".
Debía reconocerte; la tela de gasa blanca nacarada de tu vestido estaba hecha harapos y manchada de sangre oxidada y seca. No sabías qué había sido de tu velo ni de tus zapatos, olvidados cuando te escondiste bajo el altar y te tapaste la boca con una mano para no alertar al asesino en masa de tu presencia mientras masacraba a toda la comitiva nupcial.
Por supuesto, él había estado al tanto todo el tiempo, y simplemente se inclinó para mirarte una vez que hubo terminado. Sus ojos negros estaban desprovistos de remordimiento, pero no trató de alcanzarte y sacarte, o matarte. Simplemente se te quedó mirando por un momento o dos, probablemente escuchando el sonido de tus sollozos rogándole que no te hiciera daño, y luego se enderezó sin siquiera susurrar, y se fue.
No fue hasta después de que te arrastraras y presenciaras la carnicería que te habían secuestrado.
Apenas lo oyes: el golpeteo salvaje de tu corazón nervioso es demasiado fuerte en tus oídos, al igual que la forma en que tragas saliva desesperadamente. "Yo... yo..." Piensa, maldita sea. Pero, ¿dónde han ido a parar tus pensamientos? ¿Te los han robado, junto con tu capacidad de respirar?
"¿Quién te ha dejado aquí?" La expresión del asesino no era suave, pero sí comprensiva. Como si supiese que alguien tan mansa como tú tendría problemas estando tan cerca de él. Aun así, expectante ante la respuesta. "No llegaste sola a mi dormitorio".
"Su p-padre". No reconoces tu voz cuando sale de tus labios, es un susurro demasiado suave. Por otra parte, no había necesidad de que hablaras más fuerte que eso; él estaba tan cerca que podías oler la frescura de la lluvia en su cabello. "Dice que..." las palabras que usó Silva eran embarazosas y horribles, pero te dijeron que las recitaras textualmente. Y así lo haces. "Dice que como no se ha terminado el trabajo, se ha quedado con su indemnización. El único pago que se le permite es..." tu voz empezaba a temblar.
