Capítulo 5

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- Tenemos más opciones, tranquila.

Nuevamente las dos chicas de primer grado se encontraban juntas, listas para hacer una nueva estrategia para poder ayudar a la pelimorada. Nobara estaba decidida y Sarah estaba atenta a todas las expresiones que hacía su amiga mientras leía en internet sobre como gustar y conquistar a un chico.

- Esta vez tenemos que ser más minuciosas con lo que vayamos a hacer Nobara, puede que la última vez no haya salido tan mal, sin embargo...

- ¿No salió tan mal? ¡Salió mejor de lo que esperaba! Hasta te dio un cumplido en frente de todos -la sonrisa pícara que se formó en el rostro de la castaña hizo que a Sarah se le subiera la sangre a las mejillas, avergonzada de tan solo recordar como se sentía la mirada pesada de su profesor sobre ella, examinandola con curiosidad-.

Entonces Sarah se puso a pensar en los ojos del peliblanco, haciendoteorias sobre que color tendrían, si serían grandes o pequeños, achinados o sobresalientes. Inevitablemente su mente habia ido de nuevo a la persona que había hecho latir su corazón con solo mirarla, entonces finalmente se puso a pensar sobre la razón de esto ¿Ella era de las que se enamoraba rápido? ¿Seria esto acaso una clase de hechizo? ¿Se habría vuelto loca? Tantas preguntas que hizo su cabeza fueron respondidas por esta misma en tan solo segundos.

"No"

Ella no sabía que era lo que había hecho que su corazón latiera por nadie más ni menos que su propio profesor, sin embargo, entregada a este sentimiento y emoción de un amor naciente, no pudo hacer más que no negar lo que su corazón sentía y tratar hasta donde pudiera conquistar al albino.

- ¡Lo tengo!

Aquel grito hizo que su mente saliera del pozo de pensamientos en el que se había metido, sus ojos entonces enfocaron los oscuros de la chica contraria, quien tenía una sonrisa en el rostro, sonrisa que terminó contagiandola, elevó una ceja al ver un cuaderno en manos de la castaña y su silencio le dio luz verde a Nobara para continuar su discurso.

- Hice una lista, tiene un total de 7 cosas infalibles que puedes hacer para conquistar a nuestro para nada intolerable profesor Gojo.

Extendió sus manos hacia la pelimorada, invitándola a tomar el cuaderno que tenía en sus manos, cuando ella lo hizo se dedicó a observar detalladamente cada una de las ideas plasmadas en aquella única hoja.

Una sonrisa dulce y unos ojos brillantes se vieron en el rostro de aquella chica, misma que soltando una risa jovial se lanzó en dirección a su amiga y le dio un abrazo en señal de agradecimiento y entusiasmo, Nobara no pudo evitar recibir esa demostración de afecto con una sonora carcajada.

"Si esto no funciona, me daré por vencida con él"

(...)

3. Chocar con el en medio de algún pasillo y así generar una conexión inmediata.

"Bueno, tampoco es que tenga razones para tener que hacer la lista en orden ¿verdad?"

Fue lo que pensó Sarah mientras al día siguiente vagaba por los pasillos del colegio, justo después de clases, en busca de su amiga castaña, para nuevamente pedirle ayuda para idear un plan para aquella

Lo que menos se espero fue que una roca del mismo tamaño que una pepita se atravesara en el camino y provocara que sus pies se desestabilizaran y una inminente caída llegara a ella. Lo que pasó a continuación tal vez sería de los pocos momentos en la vida de la pelimorada en los que estaría tan agradecida de estar viva y ser tan torpe como ella lo era.

Justamente cuando sus ojos se cerraban, esperando el golpe inminente, y su mente se preparaba para maldecir por su torpeza, un movimiento brusco, el sentir el radical cambio del aire al ser reemplazado por un agradable olor a colonia masculina, unas grandes manos en su cintura, no sentir el golpe incluso después de un par de segundos fueron los indicantes que se había salvado del duro golpe que le esperaba.

Sarah inconscientemente se aferró con sus manos por un par de segundos a lo que la había salvado, ignorante totalmente a lo que se estaba sujetando, simplemente siendo invadida por un sentimiento de alivio y tranquilidad.

"Sin embargo... ¿Qué me salvó?"

La pregunta, reemplazando un que por un quien fue respondida cuando una voz masculina y con un toque de burla se hizo presente y resonó en su cabeza.

- ¿Estás bien, querida?

Entonces sus ojos se abrieron como platos y el tacto en su cintura y espalda se sintió como fuego, quemando en los lugares exactos y dilatando sus pupilas ante las vista que llego a tener en frente suyo. Las palabras que habían llegado a su mente se quedaron atascadas en su garganta y no salieron de aquel lugar.

Evidentemente, Gojo ante esta tierna vista no pudo evitar reír para sus adentros, en parte porque le causaba cierta gracia el rostro de espanto en la contraria y en parte porque no iba a negar que alimentaba su orgullo el ver el efecto que causaba en la joven muchacha.

- Parece que te comió la lengua el gato querida Sarah.

Y aquello, provocó

- Profesor Satoru...

Quien sabe que pudo haber sido, si le preguntaban a Satoru hubiera respondido que tampoco tenía idea de que fue lo que pasó, sin embargo algo dentro de él hizo que sintiera escalofríos al escuchar su nombre proveniente de aquellos labios rosados.

Al ver la sonrisa del albino titubear, Sarah pudo darse cuenta del error que había cometido al llamarlo de forma tan poco respetuosa sin haberse dado cuenta.

- Lo siento profesor Gojo, le dije por su nombre sin quere-

- No te preocupes -el hombre alzo la Palma de su mano, deteniendo cualquier intento de disculpas de parte de la menor- no me molesta ese tipo de cosas.

En el rostro de la ojimorada se formó una suave e imperceptible sonrisa.

- Igual lamento haber chocado con usted profesor, pero debe entender que me distrae el que usted sea tan guapo -una sonora carcajada resonó entre los dos-.

La risa de Satoru hizo que inevitablemente en la cara de la contraria se formara también una sonrisa pícara. Después de todo el impacto inicial, Sarah no iba a desaprovechar el momento tan oportuno en el que se había encontrado a su amor platónico.

- Lamento mucho que mi radiante belleza te cegara, pero sabrás que es algo que no puedo comparar.

- Y no debería hacerlo profesor, sería algo malo privar a la humanidad de tal cosa -medio entre broma y coqueteo, la sonrisa descarada del mayor no pudo evitar aparecer en su rostro-.

- Seria bueno que mis otros alumnos aprecien ese como lo haces tu, querida -una pausa llego al lugar, momento en el que Satoru puso una de sus manos  en sus propias caderas- Ten más cuidado a la próxima ¿Si? Me preocupa que termines hiriendote por andar tan distraída.

- No sé preocupe profesor... lo tendré en cuenta.

Una palmada en su hombro le indicó la inminente ida del peliblanco.

- Bueno, lamentablemente tengo una reunión muy importante ahora mismo, por lo que me tengo que ir. Cuidate Sarah.

Aquella despedida a penas le dio tiempo a la chica de poder pronunciar un par de palabras, antes de ver la gran espalda de su profesor empezar a caminar a pasos largos.

- ¡Cuidese usted también! Adiós profesor...

Y finalmente, mientras se alejaba de la mirada fija mirada del mayor, mismo que había detenido su caminar un par de pasos más adelante tan solo para poder observar a su alumna retirarse unos metros más atrás, la de ojos morados sintió su corazón tamborilear dentro de su pecho y la sonrisa que tanto se estaba esforzando por contener, finalmente se vio libre al estar fuera del rango de visión del contrario.

"Le tengo que contar esto a Nobara"

La Protegida Del Profesor || Gojo Satoru JJKDonde viven las historias. Descúbrelo ahora