26: Chico valiente

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"¡Eso es extraño! Nunca he tenido ningún trato con ese tipo. ¿Por qué me llamaría de repente?" Nezumi reflexionó, su mente llena de preguntas. "¿Él sabe sobre Arlong y el soborno?"

Descartó el pensamiento, ya que investigar asuntos como Arlong y el soborno caían bajo la jurisdicción del Gobierno Mundial, sin relación con él.

Nezumi contempló la situación durante un período prolongado, su mente lidiando con varios pensamientos. Después de mucha deliberación, logró recuperar la compostura y contestó el teléfono, esforzándose por proyectar un aura de tranquilidad a través de su voz.

“Hola, señor comodoro. ¿Le puedo ayudar en algo?" inquirió.

“Hay algo sobre lo que me gustaría preguntar…” la voz al otro lado de la línea sonaba aturdida y sin emociones. “¿Ha recibido recientemente una llamada de socorro de Cocoyasi Village? Cae bajo tu jurisdicción, y parece que fueron objeto de un ataque pirata no hace mucho…”

“¿Pueblo Cocoyasi?” Nezumi hizo una pausa por un momento para ordenar sus pensamientos antes de responder.

“Es cierto que recibimos la llamada de socorro del pueblo hace algún tiempo. Sin embargo, bloqueamos rápidamente la comunicación e informamos rápidamente a Arlong para que se hiciera cargo de la situación. No puedo dejar de preguntarme cómo esos civiles lograron establecer contacto con ese demonio calvo”, rumió, una creciente sensación de inquietud lo envolvió.

Nezumi sintió una sensación de confusión e inquietud. "Es extraño, no escuché nada sobre eso", dijo en respuesta a la pregunta de Saitama.

Rápidamente comenzó a tejer una mentira en su mente antes de responder: "Visité personalmente la aldea de Cocoyasi, afirmaron que la ciudad fue atacada y destruida por los Piratas Gyojin, pero registramos el área a fondo y no encontramos rastro de ellos". Nezumi esperaba que su respuesta satisficiera al comodoro y pusiera fin a la conversación.

La voz de Saitama crujió a través del teléfono. "Ah, eso es realmente raro", dijo.

Nezumi entrecerró los ojos con sospecha. "¿Esto no ha sucedido antes?" preguntó.

"No, no lo ha hecho", respondió Saitama. "¿Qué podría estar pasando en ese pueblo?"

A Nezumi rápidamente se le ocurrió una idea. “Debe ser por el reciente tifón”, exclamó.

"¿Qué tifón?" Saitama cuestionó, perplejo.

“Todas las casas fueron demolidas por el tifón, y sospecho que necesitaban asistencia financiera para reconstruir. En lugar de hacerse cargo de los gastos ellos mismos, inventaron una historia falsa de ataque pirata para engañar al fondo de ayuda proporcionado por el Gobierno Mundial. Es una táctica engañosa que se ha empleado antes”, respondió Nezumi, esperando que Saitama creyera su explicación.

"Ya veo", pronunció Saitama antes de terminar abruptamente la llamada.

Poco sabía Nezumi, el Diablo Calvo ya había descendido sobre el pueblo. La ciudad yacía en ruinas, con edificios destrozados y cuerpos sin vida esparcidos por todas partes.

Cambió su enfoque a los dos Gyojin que acababa de capturar, sus gritos e insultos cayeron en oídos sordos. Suspiró profundamente, dándose cuenta de la gravedad de la situación.

Saitama dejó escapar un suspiro. "Parece que tengo algo de trabajo que hacer", murmuró en voz baja, mientras se acercaba con confianza a los Gyojin que todavía luchaban contra su firme agarre.

Al principio, los Gyojin mostraron signos de estar perturbados al ver a Saitama. En cambio, se dirigieron a él de una manera familiar, preguntándole si había venido a escoltar a Nezumi al buque de guerra.

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