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Capítulo 1
Ojos necesitados

♧♡♧

—Señorita King para todos nosotros es un gusto tener a la mujer más importante en el mundo de la política acompañándonos el día de hoy.

—Quiero dar las gracias por la invitación, para mí es un honor estar aquí.

Los reflectores impactaron en mi rostro y mi sonrisa era amplia para todas las cámaras que me observaban.

—Nos alegra compartir esta noche con usted señorita King, nos encantaría conocer más sobre usted y su increíble formación.

—Con gusto, responderé tus preguntas.

—Primero nos gustaría conocer cosas básicas como: Nombre, edad, lugar de estudios y a qué te dedicas.

—Mi nombre es Lilith King, edad 23 años; estudié en la facultad de Ciencias Políticas en la Universidad de Harvard. —Una sonrisa de orgullo se dibujó en mis labios color carmesí—.  Soy defensora de los derechos humanos y embajadora de una organización muy importante alrededor del mundo.

—Es sorprendente que tan joven tenga un puesto tan alto y nuestro público quisiera saber si su familia ha influido.
La familia King es conocida por todo el recorrido en el mundo de la política.
Mi sonrisa flaqueo por un momento, todo mi esfuerzo una vez más se le atribuye a mi familia. El apellido King es importante gracias a mi abuela: Jessica King.

—Mi familia claro que me ha apoyado otorgándome su conocimiento en este mundo, sin embargo cada uno de mis trabajos los desempeñó con mi equipo. —Los nervios me comían viva—. Creo firmemente que para mejorar una nación debemos fomentar el trabajo en equipo.

—Oh claro que mejor que la familia te apoye.

Me limite a solo sonreír y responder las preguntas lo más amable posible.

La entrevista terminó hasta las diez de la noche, como ya lo mencioné soy Lilith King una de las mujeres más importantes del mundo.

Mi vida en cuestión es difícil, todo el tiempo estar frente a cámaras o en campañas no es fácil y menos si tu vida se encuentra en constante peligro.
No me malentiendan, amo mi trabajo y agradezco ser parte de una de las organizaciones más grandes del mundo.

Iba camino a mi casa cuando me entra una llamada de mi mejor amiga: Lissete

Hola nena, estuviste maravillosa en tu entrevista amiga.

—Te lo agradezco nena.

—Tenemos que celebrar, ¿Te parece si vienes al bar que ahorita estoy con las chicas?

—¿Ahora? Es algo tarde y la verdad estoy algo cansada.

—Nena te prometo que te vas a divertir, es un bar en el cual puedes encontrar lo que buscas.

—Mándame la dirección estoy ahí en quince minutos.

—Sabía que te convencería. Nos vemos nena y por favor sin querer ser grosera, pero no vengas en plan política; ven como una verdadera perra con la mentalidad de tener un buen sexo hoy.

Sin poder replicar mi amiga me colgó y enseguida tuve la dirección.
En cinco minutos estuve en mi casa. Me adentre para tomar una ducha rápida y cambiarme.

Me puse un vestido rojo corto, tacones del mismo color, maquillaje sobresaliente y un par de pendientes. Ya lista tome rumbo al bar, tarde quince minutos en llegar para entrar no tuve ningún inconveniente.

Busqué a mis amigas hasta que las vi en el área VIP.

—Hola nenas, ¿Cómo están?

—Mi perra favorita, estuviste increíble. —Ella es Alejandra, una de mis mejores amigas.

—Nena llegaste justo a tiempo, los chicos sexys apenas van a salir a bailar.

Antes de poder contestar, un señor de unos treinta años se acercó a nuestra mesa.

—Mucho gusto señorita King, mi gente de seguridad me informó de su llegada. Es un gusto tenerla aquí y no se preocupe porque alguien comente de su estancia y por su consumo no se preocupe que la casa invita, si necesita algo estoy para servirle.

Agradecí la atención y regresé a la conversación.

—Chica eres increíble —Ella es Shari.

Antes de poder seguir con la plática el volumen de la música aumentó y en unos minutos pude ver a seis chicos con el dorso descubierto, salieron para comenzar a bailar de una manera que, aunque quisieras no podrás despegar tus ojos de sus envolventes movimientos. Un chico en especial llamó mi atención, rubio, alto, con el cuerpo marcado y unos ojos que te hacían entender algo: Él es quien manda.

Baila enfrente de mi mesa y nuestras miradas se conectaban cada cierto tiempo.

Unos quince minutos después el baile había terminado, el volumen bajo y yo...yo solamente quedé con las bragas empapadas y con un corazón que amenazaba con salirse de mi pecho.

—Lili notaste como el chico rubio se te quedaba viendo. —solo asentí, mi boca estaba seca—. Te comía con la mirada.

—Buenas noches señoritas, me permitirían tantito a esta bella dama.

Ahí estaba él, con una voz demasiada ronca y con su mirada fija en mi pequeño cuerpo.

—Adelante chico es toda tuya.

¡¡Qué grandes amigas!! Me están ofreciéndome a un perfecto desconocido. 

Me levanté de mi asiento y caminé por detrás del misterioso chico.

—Disculpa misterioso chico, ¿a dónde vamos?

—Mi nombre es Nicolás, Nicolás Benedetti y respondiendo a tu pregunta muñeca solo hago mi trabajo.

—Un gusto joven Benedetti, pero no entiendo.

—Tus amigas no te explicaron las reglas del club ¿Cierto?

Negué y Nicolás solo río, ¿Qué era tan gracioso?
Detuvo su andar cuando llegamos a una habitación con su nombre escrito con letras doradas. Abrió la gran puerta y me invitó a pasar.

—Pasa y te explicaré las reglas del club. Si no te gusta puedes retirarte sin problema.

Acepte la invitación, digo ¿Qué podía pasar?

Acepte la invitación, digo ¿Qué podía pasar?

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La defensora del baile sensualDonde viven las historias. Descúbrelo ahora