El arte de Kaleb

Emma

Abrí la puerta de cristal que daba al Estudio.
SAMSARA DANCE STUDIO.
Mismo nombre en redes sociales al que hace unos días había reservado mi clase de prueba.

—Debes ser Emma, la maestra llegara en unos minutos.
Me dijo una chica en el mostrador que se encontraba en la entrada al pie de la puerta. 

Lo primero que cruzo mi mente al entrar fue que el lugar debía ser nuevo, ya que el lujoso edificio exterior llevaba apenas unos meses de ser inaugurado.

—¿Tienen mucho aquí?— pregunté con curiosidad a la joven rubia frente a mi.
Debía rondar los veintidós años  y llevaba un piercing en la nariz que contrastaba sensualmente con la delicadeza de sus facciones.
—No, abrimos la semana pasada. ¡Por lo que eres de nuestras primeras alumnas!.
Sonaba muy animada y agradable. Su enérgica sonrisa era contagiosa y sus rosadas mejillas se coloraban fácilmente en su piel.

Platicamos un rato mas hasta que llego la maestra que daría la clase de Reggaeton Urbano. Era bajita y llevaba una enorme sudadera que la hacia ver mucho mas pequeña.

—Perdón la tardanza, ¿estas lista para bailar?.
Asentí y me posicione junto a ella mirando al enorme espejo. Comenzamos calentando las piernas y las manos para posteriormente estirar en posiciones graciosas en el suelo.
Me quejaba de la poca flexibilidad en mi cuerpo, pero la maestra que se presento como Andy se mostró muy amable y atenta toda la hora.

Comenzamos con pasos sencillos que me hacían parecer un tronco intentando tener ritmo. Y finalizamos practicando los mismos con canciones de Daddy Yankee de fondo.
Era una sensación extraña, como si supiera lo que tenia que hacer pero mi cuerpo no fuera capaz de bailarlo.
Se me mezclaban los movimientos unos con otros y terminaba inventando coreografías totalmente diferentes a las que estábamos practicando.

—¿Estuve tan mal?— Le pregunte apenada mientras tomaba un sorbo de la botella de agua.
—Por supuesto que no. Es solo que no estas acostumbrada a hacerlo. Pero ya veras que el cuerpo se acostumbra rápido a los movimientos, soltándote de a poco.

Me sonrió con dulzura y después de agradecerle la vi salir del edificio y subirse a un pequeño y viejo auto Chevrolet de color gris.
Me acerque de nuevo a la joven del mostrador quien presencio toda la hora de baile y le pregunte por los horarios y precios.

Me enseño en su IPAD la aplicación del estudio, en donde podría reservar y comprar las clases conforme al horario que más se me acomodara, así como a los maestros que la impartirían.
Que moderno
Y mientras pensaba aquello, vi por primera vez su nombre. En el horario del miércoles a las seis de la tarde, debajo de la palabra HIP-HOP. 

Agradecí y salí del edificio a toda prisa.
Me subí a mi pequeño FIAT 500 en color rojo  y conduje a mi apartamento.
Había salido de la universidad hacia un año y me encontraba cómoda trabajando para una empresa de dulces. En en área de diseño de los empaques.

No era el trabajo que había soñado, pero tampoco me disgustaba. Era cómodo y pagaba bien.
Solo que sentía que me faltaba algo. Hacía un tiempo que no sentía pasión por algo. 

Me dedicaba al trabajo de tiempo completo y a pasar horas viendo películas en mi habitación. Una rutina cómoda, pero fuera de lo emocionante.

Por lo que decidida a empezar un nuevo hobbie que me permitiera hacer ejercicio. Decidí tomar la clase prueba de la academia SAMSARA ese mismo fin de semana.

Después de que me saliera una de sus publicaciones de apertura en un anuncio de internet.

Reproduje una canción de Artic Monkeys mientras conducía por el periférico, y pude ver los edificios lujosos desaparecer de a poco hasta convertirse en casas residenciales.
El barrio donde vivía era tranquilo y alejado de la zona nocturna.
Por eso y mas había decidido compartir apartamento en esa zona con mi hermana mayor, quien ya trabajaba y ganaba muy bien. 

Llegué y me acomode en el sofá. Busque a Lola por todos lados pero no la vi, seguramente debía estar en el cine con su novio Manu.
Así que me relaje, me quite los zapatos y abrí la aplicación de la academia para reservar mi primera clase.

Deslice la pantalla viendo todos los horarios de la semana y centre mi atención de nuevo en el único horario que se me acomodaba entre semana saliendo de trabajar.
La clase de Hip Hop impartida por Kaleb.

Curiosa por saber algo de aquel instructor, entre a instagram y teclee el nombre de la academia, me dirigí a las historias destacadas y pase cada una de ellas hasta llegar a la que decía "Coaches". 
La primera en aparecer fue Andy, quien me había dado ese día la clase de prueba.

Seguí pasando las historias hasta llegar a la de un chico alto, con ropa exageradamente holgada y una gorra, que bailaba una canción de Snoop Dog de fondo.
Quise reprimir la primera impresión que tuve de él pero no pude, era muy guapo.
Y no solo eso. Era la representación literal de la belleza, con un oscuro cabello contrastando en una pálida piel llena de tatuajes, desde el antebrazo hasta el cuello.

Sumado al hecho de que bailaba de una manera injustamente sensual.
Con ligereza y despreocupación en sus pasos, que lo hacían ver con naturalidad y estilo único.

"Reservar"

Di clic y pagué la clase sin dudarlo dos veces. 
Sin darme cuenta que acababa de sellar un pacto con el diablo a través de mi pantalla, esa misma noche.

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Hola! 

Como toda nueva escritora, esta historia se inspiro en una anécdota real. Que mas adelante les contare, para no arruinar así con spoilers la trama.

Estoy muy emocionada de compartir esta novela, por favor háganme saber sus comentarios al respecto, que de verdad juro me motivaran a seguir escribiendo

Disfruten!