4

329 13 2
                                    

-¿Qué mierda hacéis?—me despertó una voz gritando.

-Papá, no es lo que parece,—escuche decir a Pedro.

-¿No? Pues explícamelo,—Pedro se quedó en silencio—. Eso pensaba. Vestirse los dos ahora mismo y bajad, vamos a hablar con ustedes.

-Ahora vamos,—hable esta vez—. Lo de ayer, olvidalo,—dije cuando Marcos salió de mi habitación.

-¿Cómo?

-Lo de ayer no significó nada, olvidalo todo. Somos hermanastros y está mal, ¿entendido?

-Pero.

-No hay peros, te dije que lo olvides.

-¿Para ti no significó nada?

-Estaba medio borracha. No significó nada.

-Esta bien,—vi como se le fue el brillo en los ojos. Pedro salió dando un portazo haciendo que agachara la cabeza.

Me vestí y bajé. Mi madre, Marcos y Pedro estaban sentados en el sofá. Cuando termine de bajar, recibí una mirada, entre dolor y rabia, de parte de mi madre.

-Nicole, siéntate.

-¿Qué pasa?—mi voz sonó tranquila, lo contrario de como estaba en ese momento.

-¿Qué crees que pasa, Nicole? Te has acostado con tu hermanastro,—mi madre tenía lágrimas en los ojos.

-Tampoco es para tanto,—esta vez habló Pedro.

-Te has acostado con tu hermana, Pedro.

-No es mi hermana, no tiene mi misma sangre.

-Me da igual, para tí es tu hermana y no se le toca ni un pelo. Os quiero a 2 metros de distancia.

-Dios...

-Al menos, ¿os cuidasteis?—mi madre se notaba preocupada.

-Nuestros genitales no tuvieron contacto,—habló Pedro ya que a mí no me salían las palabras.

-Por lo menos, sabemos que no estás embarazada.

-¿Tan poco confías en mí, Mamá?—mi madre no pudo contestar ya que sonó el timbre.

-Voy yo,—me levanté y fui a abrir—.¿Qué haces aquí?

-Cariño, ¿feliz de verme?

-No, vete,—intente cerrar la puerta pero él puso el pie.

-Tu madre me ha invitado.

-Mamá,—me gire y estaba detrás mío.

-Joel, cariño, pasa,—mi madre abrió del todo la puerta y le dio un abrazo.

-Suegra,—le devolvió el abrazo.

Mi madre presentó a Joel. Decidí irme a la piscina ya que no aguantaba verlo, no después de lo que me hizo.

-¿No se lo has dicho a tu madre?—Pedro salió al patio.

-No, mi madre lo ama,—dije mientras me ponía crema solar.

-Diceselo.

-¿Qué parte de <<lo ama>> no entiendes?—él solo bufó.

-Estoy escribiendo una canción.

-Vale,—no me importaba.

-¿Te vas a meter en la piscina?

-No, solo me puse un bikini porque tenía calor,—dije con demasiado sarcasmo.

-Vale, tranquila. Me meto contigo.

-Tu padre nos quiere a 2 metros de distancia.

-Mi padre se ha ido a trabajar.

Stelle {Quevedo}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora