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Ya habían pasado un par de meses desde el encuentro con Pedro. Él está enfocado en la música, pero intenta pasar el mayor tiempo posible con Ander.

Me encontraba haciendo un trabajo que tenía que entregar mañana sobre criminología. Me cansé y me fui a la playa a pasear.

Caminaba por la orilla mientras pensaba en Pedro y Ander. Ander no sabe que Pedro es su padre, y me da miedo que lo sepa. ¿Qué pensaría ahora mismo mi madre si se enterará de que tengo un hijo de mi hermanastro? Seguramente me mataría.

Todos esos pensamientos se me fueron cuando un labrador se me acercó corriendo. Sin dudar, lo acaricie. Vi como una figura familiar se acercaba corriendo.

—Perdona a Percy, es muy sociable —dijo el que supongo que es el dueño del perro mientras le ponía la correa—. Ostia, Nicole —levantó la cabeza y me miró con una sonrisa.

—Hola —le sonreí—, cuanto tiempo.

—Y que lo digas —Saiko me dio un abrazo.

—¿Cómo te va con Laura?

—Lo dejamos hace un par de semanas.

—¿Cómo? ¿Por qué?

—Se hablaba con otro.

—Joder, lo siento —le acaricie el brazo mientras le dedicaba una sonrisa.

—¿Y Pedro?

—Igual que siempre, enfocado en la música.

—Ese cabrón siempre está así —rie levemente—. He visto que has tenido un hijo con Pedri, felicidades.

—Gracias, pero no es de Pedri y lo hemos dejado.

—¿Así que... soltera?

—Sí, madre soltera, pero feliz.

—¿Alguien te ayuda con tu hijo?

—Ahora está Pedro ayudando en algo, pero siempre me ayudaban mis amigos.

—Es que, fuiste madre a los 19.

—Ya...

—¿Y el padre?

—Mejor olvidarlo.

—Esta bien, mejor olvidarlo —sonrie.

—¿Has adoptado a un perro?

—Sí, bueno... me lo regaló Laura.

Hice una mueca—. Espero que este regalo no lo tires ni lo quemes.

—No, tranquila, le he cogido mucho cariño —vi como Percy se revolcaba en la arena— ¿Estás ocupada?

—Para nada.

—Era por si querías salir esta noche a cenar, ya sabes, para hablar de estos años —se le notaba nervioso.

—Claro, pero ¿Ander también está invitado?

—Habia pensando tu y yo solos, pero si quieres traerlo.

—Era broma. Nos vemos luego.

—Adios Nicki.

—Adios Saiko.

(...)

Llegué a casa y vi a Pedro junto Ander leyendo un cuento, sonreí de ternura.

—Hola —Pedro levantó la cabeza para mirarme mientras sonreía.

—Hola —sentí como alguien me abrazaba por las piernas, bajé la vista y era Ander—. Hola amor, ¿te has portado bien?

Stelle {Quevedo}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora