10

240 10 2
                                    

Pasaron tres años

-Ander, cariño. Arriba, vamos al cole,—moví lentamente el brazo de mi hijo que dormía profundamente.

-Dale, arriba,—gritó Pedri entrando a la habitación.

-Pedro,—lo mire mal.

-Perdón, amor,—dejo un beso en mi mejilla.

-Ander, vamos,—sonrei al ver a mi hijo abrir los ojos—. Buenos días, cariño.

-Hola mamá.

Prepare a Ander y lo lleve al colegio. Cuando volvía, recibí una llamada de un número desconocido.

-¿Eres Nicole De Angelis?

-Sí, ¿qué pasa?

-Su madre y su padre acaban de fallecer en un accidente de coche,—senti como mis ojos empezaron a aguarse.

-¿Cuando es el entierro?

-Mañana.

-Esta bien, estaré allí.

Volví al colegio para sacar a Ander e irnos a hacer las maletas.

Os explico. Han pasado tres años desde que me fui de España, nació el hermoso Ander. Al año de vivir en Argentina, me mudé a Barcelona, un sueño cumplido. Es idéntico a Pedro, cada vez que lo miro, veo a su padre. Ander no sabe quién es su padre, pero tampoco pregunta. He estado viviendo con mi mejor amigo y ahora pareja, Pedri, y se ha vuelto el mejor apoyo que he tenido nunca. Pedri ama a Ander y lo trata como si fuera su sobrino. No hablo ni con mis padres ni con Pedro desde que me fui de casa. Me han llamado muchas veces, pero nunca lo he cogido. Obviamente, he estado pendiente a todo lo que pasaba con ellos, me lo decía Aurora. También he estado pendiente de Pedro, he visto que ha triunfado aún más, sacó su Bizarrap session y ha sacado un disco, le va muy bien.

Pasadas las horas, ya nos encontrábamos en Canarias, dulce y bonita Canarias. Extrañe la isla, la extrañe mucho.

Me encontraba en frente de la mansión donde pase mis últimos momentos antes de tener a Ander.

-Mamá, ¿dónde estamos?

-Aqui vivía yo junto los abuelos.

-¿Dónde están?—habló entusiasmado.

-Ander, cariño. Estamos aquí porque tus abuelos han fallecido.

-Jo,—hizo una mueca.

-¿Entramos? Te va a gustar mucho la piscina.

-Sii, vamos,—me dio la mano y se puso a saltar.

Entre a la casa inundándome de recuerdos. Subí hasta el que era mi cuarto, se encontraba todo intacto. Salí del cuarto y vi que la puerta de al lado también se abrió dejándome ver a Pedro. Nos quedamos mirandonos el uno al otro.

-Hola,—dijo sin dejar de mirar mis ojos.

-Hola, que de tiempo.

-Tres años.

-Sí, tres años.

-¿Por qué te fuiste?

No pude responderle ya que sentí como alguien abrazaba mi pierna derecha.

-¿Tú eres el pequeño Ander, no?—Pedro se acercó y se agachó a su altura—. Yo soy Pedro.

-Te llamas como mi papá.

Pedro me miró extrañado—. Cariño, Pedri no es tu papá.

-¿Entonces quién es?

-Lo sabrás cuando seas más grande. ¿Has visto la piscina?—el pequeño negó con la cabeza—. Vamos a verla.

Llegamos a la piscina. Ander se puso a jugar con una pelota que había por allí y yo me senté en el borde, metiendo los pies. Sentí como alguien se sentó al lado mía, no me hacía falta mirar quién era para ya saberlo.

-¿Todavía no lo sabe?

-No, aún no.

-En algún momento se enterará. Si no se entera él, se enterará la prensa, es idéntico a mi. Hice buen trabajo,—sonrió orgulloso. Le di un leve manotazo en el brazo.

-Sí, es idéntico a ti.

-¿Por qué te fuiste?

-Por miedo de que me obligarán a abortar. ¿Lo han sabido?

-Les dije que estabas embarazada, pero no les dije que era de mí. Hemos estado todos estos años pendiente a vosotros. Creo que se dieron cuenta que el niño es mio por nuestro parecido.

-Nunca lo sabremos.

-He visto que has rehecho tu vida. Ahora tienes novio, una carrera, un hijo y una casa en un nuevo lugar.

-Sí. Dejé el streaming para enfocarme en la carrera. Dejé todas las redes.

-¿Todas?

-Menos YouTube. He estado mirando lo que has hecho durante estos años. Felicidades, te lo mereces.

-Gracias.

Le sonreí. Se acercó Ander a preguntarme si jugaba con él al fútbol. Pedro se levantó y se puso con él a jugar. Se les veía felices. Me puse a pensar en la bonita familia que podríamos a ver sido si no me hubiera ido.

Empecé a ver todo borroso. Sentí que me faltaba el aire, y note de nuevo la sensación de que me ahogaba, la sensación que no la siento desde hace tres años. No sé nada más, ya que me desmayé...

📍📍📍

Holaa, bueno, os dejo este capítulo por aquí. Seguiría escribiendo pero es que tengo sueño. Si puedo, mañana sigo.

Muchas gracias por leer, espero que os haya gustado, no os olvidéis votar, adioss 🫶🏻

Stelle {Quevedo}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora