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Me han tomado como un objeto

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Me han tomado como un objeto. Pareciera que tengo escrito "Temporal" o "Segunda opción" en la frente. Me han usado y dejado de lado. Me han dicho qué soy y qué no. Me han invitado y dejado plantada. Me han besado y me han olvidado.

Lo peor es que tengo que ver la cara de todos. Y aún sigo enojada. Mi ánimo se ha ido a la mierda desde ayer.

-¿Vamos a comprar? -pregunta Nicole.

-Vamos.

Si hay algo que he hecho ha sido comer, de seguro voy a subir de peso, pero a quién le importa.

Hoy tampoco ha venido Sae. Ayer se fue por cuidar a su hermano, ahora no ha aparecido y agradezco al cielo de que haya sido así.

-¿Quieres pan con canela o pasas?

-Odio la canela y las pasas. -busco entre los demás productos visibles y pido una dona con azúcar glass.

Nos sentamos en una mesa libre e iniciamos una plática de cualquier cosa, me gano una mala mirada y un comentario sarcástico por cada sarcasmo mío. Y esto es lo que me gusta de estar con Nicole, no necesito controlar mis sarcasmo ni mi mal humor, claro que preguntó el motivo, pero no ha insistido.

-Hey, hey, hey. -dice alguien mientras toma mis hombros y sacude.

Me suelto del molesto agarre. Detesto que me toquen desprevenida, es lo más molesto que puede haber para mí.

-Quita.

El cuerpo se deja caer en la mesa, revelando a mi nuevo enemigo corporal, Alexis.

-Qué mal ánimo tienen todos. -dice recargando su cara entre sus manos en una pose de aburrimiento. -Desde ayer, Michael y Sae están con ánimos para empezar una guerra mundial, aparte tú. ¿Quién me queda? -suelta un suspiro dramático.

-Yo no debería de contar como alguien que te queda, ¿no crees?

-Me lastimas. -se pone la mano en el corazón. -¿Cuento contigo al menos, Nicole?

-Claro, mejores amiguitos. -dice sin prestarle atención y con la boca llena. Alexis sonríe satisfecho, como si fueran en serio sus comentarios. Solo observo la situación metiendo el pan en mi boca.

-¡Oliver! -le grita al japonés que venía recién entrando al comedor.

-¡Oh! -dice con cara de sorprendido y se acerca rápidamente. -¡Conseguiste mesa! Qué bueno. -mira a sus espaldas. -¡Michael, por aquí!

Mi cuerpo me da una pequeña descarga al escuchar el nombre. ¿Es que estos siempre están juntos? ¿Por qué me traen tan mala suerte? Pero, así es mi vida, no me tengo ni por qué sorprender. Siempre de mal en peor. Estúpido Oliver.

La mirada de Michael se encuentra con la mía en el momento que se acerca a la mesa. Mi respiración no se va y mis manos no tiemblan. Tampoco me preocupa nada, solo mi inexpresión fácil es visible.

No seas tan rudo - 𝘐𝘵𝘰𝘴𝘩𝘪 𝘚𝘢𝘦Donde viven las historias. Descúbrelo ahora