Parte 2: ¡Molesta!... Pero no tanto

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Algunos días después...
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Preparatoria Kazehaya, 1:05 P.M

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Luego de algunos días y de conocer a Gamo-chan, nuestro inseguro protagonista recién llegaba a su queridísimo club de arte, su oasis perfecto

Naoto: - cerrando la puerta - Haaah... Es la hora del almuerzo

Naoto fue directo a sentarse en una de las mesas que estaban allí, dejando su bolso encima de esta. Suspirando aliviado y con una vaga sonrisa, pensó:

Naoto: (Por lo menos en este receso puedo asegurarme de que estaré solo sin que nadie me moleste. Ni Nagatoro, ni esos idiotas, ni tampoco...) - su sonrisa desaparece - (Gamo-chan...)

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"Quizás te vaya a ver de vez en cuando"
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Un ligero escalofrío recorrió la espalda del castaño al recordar esas palabras

Naoto: (No han pasado ni tres días desde que me dijo eso, pero estuve con miedo todo este tiempo sin dejar de pensar cuándo va a venir. De hecho, me asusta la posibilidad de que junto a Nagatoro me hagan bromas el doble, ¡O el cuádruple de peor! Ya ni siquiera el triple... Encima las dos dan miedo, como si no fuera suficiente soportar a esos idiotas de mi clase...)

El joven se inclinó un poco en la silla y volteó su mirada hacia uno de los lienzos vacíos que estaban por ahí

Naoto: (Realmente no los entiendo... Especialmente a esos chicos que volvieron a molestarme después de tanto tiempo ¿Qué se supone que ganan haciendo eso? Es una pérdida de tiempo el buscar hacer daño a una persona. Al menos Nagatoro no ha pensando en golpearme para reírse de mí... No de la misma forma qur esos tipos. Eso no quiere decir que prefiera recibir burla tras burla de ella, ¡Solo quiero paz!)

El muchacho dejó de inclinarse en la silla y volvió a sonreír, esta vez con una sonrisa relajada y grande

Naoto: Mejor dejo de pensar en eso o sino contaminaré el ambiente y la comida sabrá peor (Tengo mucha hambre...)

"¿Es aquí? ¿Estás segura?"

A punto de abrir su bolso, pudo llegar a escuchar a dos chicas hablando afuera del club, lo que lo dejó helado y tieso, pensando en que su soledad sería denigrada y su perfecto almuerzo recuperador estaría arruinado

Naoto: (No se oyen como esas dos, pero aún así...) - cruzando los dedos - ¡Que no sean ellas, que no sean ellas, que no sean ellas, que no sean ellas!

Las puertas se abren y el chico de lentes voltea lentamente, derrotado, esperando a que el caos comience poco a poco, pero...

Chica1: Oh, lo siento, creimos que era el club de literatura

Chica2: Lo sentimos, adiós

'¡Slam!'

Naoto: ... (¿Qué acaso no leen el cartel que está a la entrada del club?) - suspira y sonríe aliviado - (¡Lo bueno es que no era ni Nagatoro, ni Gamo, así que estoy salvado por ahora!)

Más que solo una chica rudaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora