Capitulo 24

794 56 0
                                        

Ufffffffff estaba feliz, contenta y radiante, hoy salía de este infierno y nada me ponía tan feliz que seguir con mi nueva oportunidad en este mundo así que lo aprovechare al 100% digan lo que digan ya nadie me frenara, juro por mi madre que saldré adelante.

Aunque sé que me costara porque en realidad esa carrera a mí no me gusta para nada, si se me da bien estudiar pero yo quería ser era aeromoza solo que no podía porque mis ahorros y mi físico no eran los mejores.

Ellos no se quejaron de él, pero ver a todas esas pasantes de tamaño promedio entre mujeres, su cuerpo delgado y esbelto me hizo salir corriendo de la agencia

Bueno aunque asustaba más era el precio del curso

Bueno eso también pero hare lo que sea para seguir mi sueño porque yo volví para ser feliz y lo hare con mucho esfuerzo no me importa llevarme a nadie por delante para encontrar mi felicidad.

Estuve arreglando las cosas del cuarto, me bañe aunque no quería pero bueno, me vestí y ya estaba lista solo tendría que esperar a Roberto, no hemos hablado desde ese día que me grito y espero hablarlo de un vez por todas. Y llego el no deseado pensamiento, ¿Dónde coño me quedaría? ¿A mi casa? No esa ya no es mi casa, ay dios no sé a dónde ir, aunque puedo ir a la casa buscar unas cosas y decirles a los chicos que me den asilo por unos días hasta poder rentar un cuarto o algo porque yo en esa casa ni me asumo.

Cálmate después no preocupamos de eso

Estaba tan concentrada que no me percate que llego mi algodón de azúcar enojón pero vi que venía cabizbajo y me pare asustada de la cama hasta llegar a el.

-Roberto, ey que tienes

-Soy un asco-y vi que tenía lágrimas en los ojos-enserio no dejo de pensar en cómo te grite-dice y yo seco sus lágrimas porque él es como un osito de peluche de acero por fuera duro pero por dentro es tan sensible (ay mi bebe)

-Ay mi Roberto, mi Roberto, que haría sin ti-dije viendo esos ojos grises que me van a volver loca lo que provoca es arráncaselos de los perfectos que son, le empecé a acariciar los brazos hasta llegar a enrollar lo brazos en su cuello (en serio es muy alto, que divino) sentía que algo palpitaba y no hablo del corazón , es que me provoca comérmelo aquí mismo-oye si prometes no volver hacerlo, te daré un premio junto ahora pero júralo de rodillas-dije con una sonrisa maliciosa, puedo ser todo lo buena que quieran pero después de estos 2 meses despertaron mi yo diabólica

-Ja tu carita de ángel no te la cree nadie-dijo mientras se arrodillaba ante mí, a mí nadie me grita y mucho menos me volverán a humillar-estas tan divina desde aquí-y se acercó gateando hasta mi-prometo no volverte a gritar, mi bonita-y quedo como para rezar ante mí-si incumplo algún pecado ante ti, aceptare mis penitencia-decía mientras me acariciaba las pierna aunque llevaba pantalones podía sentir todo mi ser reaccionar ante su tacto.

Si mi bebe, rézame que yo te rezare a ti

-Levántate- obedeció y quedo enfrente de mí, ay dios es que con esa estatura cualquiera peca, es tan alto y grande que me siento un poco intimidada-te daré tu premio-dije y mi sonrisa diabólica se amplió, es que este hombre me encanta, lo atraje hasta mi y lo bese ferozmente y respondió igual de feroz con anhelo después de un rato nos separamos por falta de aire-MMM quiero más-dije pasándome la lengua los labios como toda una sádica.

El que busca encuentra

Apenas decir eso, me agarro por el cuello y me estrello en la pared con fuerza, fue tan excitante que ya estaba mojada.

Sonreí abiertamente-o mi hombre me encanta-y detone al demonio porque me empezó a besar tan salvaje y me acorralaba en la pared mientras me agarraba de las manos por detrás de la espalda, enserio me voy a venir antes de tiempo si sigue así y lo quiero dentro de mi cuanto antes, y como si oyera mis pensamientos empezó a descender sus besos a mi cuello, pechos y ombligo y me percate que ya no tenía camisa y ni cuenta me di de eso pero qué más da yo quiero a Roberto dentro de mí ya.

Causa Perdida +18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora