Este es un pequeño poemario aburrido. Con poemas melancólicos que escribio una chica con depresión, describiendo como se sentía respecto a su vida y el mundo que la rodeaba. Todo aquello que le dolía y lo que le molestaba, lo que sentía y lo que le...
A veces durante aquellas noches de insomnio, cierro los ojos y miro hacia atrás. Contemplando todas esas cosas que he vivido y que me han convertido en la persona que soy ahora.
Podría culpar a mucha gente por tantos traumas que cargo sobre mi espalda, por todas esas veces que no me sentí suficiente para nadie, incluso para mí misma. Por aquella niña indefensa de la cual se burlaban sus compañeros, por esa pequeña llena de ilusión y bondad, que siempre estuvo dispuesta a ayudar a todos a pesar de tanto daño.
Debo admitir que no me gusta recordar esto con frecuencia, después de todo a quien le gusta revivir sus traumas de la infancia cuando sus compañeros escondian su mochila durante la salida.
Pero también es verdad, que gracias a esto, me convertí en una mujer fuerte. En una mujer que ya no depende de nadie ni nada para ser feliz. En una mujer de la cual pueden hablar toda la mierda habida y por haber y esta vez. Ni siquiera me verás bajar la mirada.
Así que gracias a todas esas personas inmaduras que pensaron que era divertido humillar a otro ser humano y mirarlo por debajo de su nariz. Porque ahora gracias a eso, la que los ve por debajo soy yo. Y ahora están tan abajo, que ni siquiera su patética sonrisa de burla se alcanza a ver desde esta cima llena de luz.
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