II - Fleetwood Mac.

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Like a heartbeat drives you mad,

In the stillness of remembering what you have,

—Dreams, Fleetwood Mac.

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Maya apenas había podido dormir aquella noche. En parte debido a los nervios, que ella misma despreciaba admitir, y en parte debido a las voces discutidoras de su madre y su padre, que resonaban a través de sus paredes de papel fino desde la habitación de al lado. Sus padres nunca solían discutir de verdad, sino que parecían preferir las riñas. Sin embargo, Maya ya se había acostumbrado a ello después de incontables noches interminables de... La mayoría de sus nervios provenían de la situación en la que se había visto atrapada ayer por la mañana. Pero al menos ahora tenía una idea de quiénes eran los verdaderos matones de la escuela, bueno, más o menos. Maya también estaba nerviosa por no encajar o no ser capaz de hacer amigos, pero continuamente se aseguraba a sí misma de que si era muy querida en su antigua escuela, ¿qué puede decir que no lo sería en Hogwarts?

Afortunadamente, la mañana llegó bastante rápido, que era lo que había estado deseando toda la noche. En cuanto abrió los ojos y la luz del sol se coló por la ventana, un millón de preguntas flotaron en su mente y en su cabeza. ¿Estará en Slytherin? ¿Y si la acosan? ¿Le caería bien a la gente? Decidió encogerse de hombros y concentrarse en pasar el día de buen humor. Maya salió de la cama y se puso la bata y las zapatillas. Abrió la puerta de su dormitorio, demasiado grande, y se escabulló por el largo pasillo hasta el baño, grande y caro, lleno de detalles intrincados en las paredes y cortinas de ducha ridículamente caras.

Colgó la bata en el secador de toallas y se metió en la ducha, dejando que el agua caliente se derramara por todo su cuerpo y a través de su pelo, lavando todas sus dudas y preocupaciones mientras lo hacía. Cuando terminó de ir al baño, volvió a su habitación y se sentó en el tocador. Se alborotó el pelo hasta dejarlo justo por debajo de los hombros y se maquilló poco o nada la cara. Maya llevaba un top naranja ajustado atado al cuello -después de todo, en septiembre todavía hacía sol para el clima británico-, unos vaqueros acampanados y un cinturón.

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ESTACIÓN KINGS CROSS

Estaba allí sola, con un montón de muggles que pasaban a toda prisa a su lado sin pensar ni un segundo adónde se dirigía. Su padre simplemente la había dejado allí y le había dicho que atravesara la barrera entre el andén 10 y el andén, dejándola tirada. Pero al cabo de un par de minutos la había localizado pero estaba demasiado nerviosa para atravesarla corriendo ya que probablemente quedaría como una tonta.

"¿Hogwarts?" Le preguntó una chica de pelo castaño oscuro ondulado a Maya mientras miraba su equipaje con curiosidad.

La chica pareció lo suficientemente amable como para responder también, "Sí, me he transferido desde Ilvermony así que empiezo mi Quinto año aquí"

"¡Oh guay! Yo también empiezo mi quinto año aquí. Podemos ser amigas si quieres".

Maya sonrió, "Me encantaría".

"Se nota que estás nerviosa, ¡pero no lo estés! Atraviesa esa pared y nos vemos al otro lado, ¿vale?". La chica señaló el muro que tenía delante y Maya decidió que tendría que correr, pero cerró los ojos mientras lo hacía porque tenía demasiado miedo. De repente, se encontró en el andén mágico 9 y 3/4 rodeada de otras familias de magos que charlaban y abrazaban a sus hijos antes de dejarlos correr hacia el tren con sus amigos. La chica no tardó en aparecer y Maya la siguió al interior del tren y al compartimento, donde ya estaba sentado un chico muy desconocido de pelo rubio sucio.

ALWAYS FOREVER | Sirius BlackDonde viven las historias. Descúbrelo ahora