Un Dragoncito que encontré por ahí_Parte 2

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Entré al lago-ya puedes entrar-dije cuando mi cubría hasta el pecho el agua y yo le daba la espalda, me sentía nerviosa y muy arrepentida de venir, ahora tenía un compañero para toda la vida si lo aceptaba y no sabía qué hacer con esa gran decisión, tenía varios pros, pero lo que me detenía era que no quería equivocarme, no tenía mucho tiempo de conocerlo

-no sé por qué es necesario esto sí de todos modos voy a ver tu cuerpo cuando llegue la época de apareamiento-dijo sin vergüenza metiéndose al lago muy confiado de sí mismo

-es necesario porque apenas llevamos menos de un día de conocernos y todavía no he aceptado ser tu pareja-dije sintiendo sus manos en mi cintura, su calor de nuevo me estaba hipnotizando, el no pegó por completo a mi lo cual agradecía bastante

-ya está escrito cara de ángel, tú eres mi pareja-olio mi cuello no podía separarme de él, aunque quisiera, sus brazos eran fuertes y musculosos, la prisión perfecta para mi cuerpo

-bien, pero tendrás que ganar un lugar en mi corazón, si quieres estar conmigo- dije girando para verlo a los ojos, él sonrió contagiándome la sonrisa, la forma en la que reaccionaba a él sin duda era muy particular

-está bien, te voy a cortejar antes de que nos casemos-me dio un beso en la mejilla, repartió besos por todo mi rostro y cuello sin llegar a tocar mis labios

-vas muy rápido-dije al sentir que me apretaba más a su cuerpo

-quiero olerte- olio mi cabello

-ve más lento Bakugo-kun - intenté quitar sus manos de mi cintura y el me soltó

-no me digas así, el apodo que me pusiste estaba bien-gruñó molesto, él estaba haciendo un pequeño mohín que lo hacía verse muy tierno

-está bien te seguiré llamando así entonces-le sonreí mientras limpiaba mi cuerpo- por cierto, sigo teniendo muchas dudas ¿qué es eso de la temporada de apareamiento? - pregunté un poco ruborizada por lo que entendía que era

-bueno- volvió a abrazar mi cintura- todavía falta mucho para la temporada, pero es un periodo donde hace mucho calor, suele darse en verano y al parecer a nuestro cuerpo le gusta mucho el calor- se rio un poco nervioso- es que hay más posibilidades de concebir durante esta temporada, no sé bien porque, aunque creo que es porque el calor nos hace más fuertes y nuestros genes están en su mejor momento para tener un dragón- pasé mis brazos por sus hombros

- ¿tu...ya sabes...? - pregunté avergonzada

-un dragón solo entra en calor cuando encuentra a tu pareja- él estaba igual de avergonzado que yo por lo que me reparé de sus brazos mientras aclaraba mi garganta

-deberías lavarte para irnos rápido-le dije al ver como se quedaba viendo mi cuerpo

-bien- pero no se volteó me miró limpiar mi cuerpo, le di la espalda lo cual dio pie a que él se acercara a tallar mi espalda, tocó mi cicatriz haciéndome arquear un poco la espalda, apoyé mi espalda en él, pero pronto me separé poniendo espacio de por medio

-déjame hacerlo yo misma, tu encárgate de estar limpio o no te dejaré dormir a mi lado- murmuré lo suficientemente alto para que me escuchara, el gruñó, pero hizo lo que le ordené y una vez estando limpios salimos a vestirnos aún de espaldas el otro

-estoy lista-dije girando, pero él no se había vestido aún-lo siento! - me gire de nuevo

-no tienes que disculparte por ver lo que es tuyo-si seguía así mi cara tomaría un color rojo permanente

- ¿por qué no te has vestido? - pregunté ignorando lo que dijo, ese hombre de verdad no conocía lo que era la vergüenza, aunque no estaba tan mal

Ochako por el amor a Dios!! deja de pensar cosas sucias!! me grité internamente

One shots - KacchakoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora