A partir de ese dia, Soobin empezó con su autodescubrimiento y Yeonjun siempre estaba ahí con el, ya sea para apoyarlo, tocarlo, verlo y oírlo gemir.Durante las felaciones es cuando Yeonjun tiene la oportunidad de tocar la entrada del menor. Acariciarlo, besarlo, lamerlo pero aun sin llegar a introducir ningún dedo. O al menos así fue hasta que un día, Soobin le pidió con una voz ronca, con ojitos dilatados, cabello revuelto, piel brillosa por el sudor y labios entreabiertos: » Puedes meter tu dedo «
Yeonjun solo lo dejo ser, hizo todo lo que Soobin le pedía; si lo quería más lento, más profundo o no tan adentro, con más lubricante o si ya no quería sentirlo más. Yeonjun le cumplía absolutamente todo.
Para Soobin fue raro al principio pero conforme pasaba el tiempo y mientras más lo tocaba le fue gustando.
Después de que el susodicho pudiera tener al menos dos dígitos dentro de el, por petición del mismo Soobin pasaron a probar los consoladores; dildos de diferentes formas, texturas y tamaños.
Para suerte de ambos, Yeonjun tiene varios que no usaba desde hace mucho tiempo. Gracias a ese detallito, no fue tan difícil encontrarlos.
Probaron cada uno de ellos buscando el adecuado que se acople a la comodidad de Soobin, fue una búsqueda difícil pero lograron encontrar lo cercano a lo adecuado.
Había uno en específico que le terminó gustando al pelinegro, uno de tan solo 10 centímetros; era un dildo rosado de cristal rígido, al principio hay una forma ovalada que se asemeja a la punta de un pene. Al bajar se encuentra el falo, era delgado, de aspecto grumoso y liso por la notoria forma de espiral decorando aquel falo. Soobin aún no ha llegado hasta ahí por lo que desconoce su textura. Al final del juguete tenía como decoración un bonito corazón.
Era un dildo muy bonito, a Soobin le gustaba y a Yeonjun le gustaba ver cómo su novio se entremecia ante cada contacto; tibio o frío, que aquel dildo cristalino daba sobre el choi.
— junnie... — apretó sus cristalinos ojitos junto a sus belfos, levemente a hinchados y húmedos. Sentir los humedos y calientes labios de su amante rodearle la punta de su erección le era lo más delicioso y la entrada misma al paraiso.
Yeonjun se encontraba entre las piernas suaves y blanquecinas del choi, tomándolas de par en par y abriendolas lo más que podía para tener más acceso a su intimidad. Su lengua se paseaba por el extenso falo, embarrando con su propia saliva combinado del líquido pre-seminal.
Sus manos dejaron de estar en su piernas con el propósito de darles algo con el que entretenerse, alejo su lengua y con su diestra rodeo la extensión del pelinegro, acariciándolo lentamente de arriba y hacia abajo, apretando de vez en vez con sus puños la punta, usando sus belfos para succionar sus fluidos. Todo eso le sacaba varios gemidos profundos al choi menor.
Mientras Yeonjun hacía de su parte, Soobin tenía aquel dildo rosado tocándole su entrada, manteniendo un ritmo lento pero agradable para el menor. Aunque solo era la puntita, aún no se animaba del todo a meterla por completó.
O así era antes.
Soobin arqueó la espalda y respiro hondo al meter por completo aquel dildo en su ano, duro y muy frio por el lubricante. Yeonjun noto lo que su pareja había hecho por lo que dejó su labor y se enfoco en lo que Soobin hacia.
— Tu puedes Soobin, hazlo como más te gusta — lo alento, Soobin movió aquel dildo dentro de el, movimientos lentos y circulares que topaban con sus apretadas paredes. Todo era tan nuevo para el, eran sensaciones extrañas, se detenía cuando su culo se comprimia y seguía cuando estaba menos tenso.
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( Déjame ser el activo. )
Fanfiction─────────────────────────────── 🍂 -﹕Yeonjun quiere experimentar como se siente ser el activo en la relación, pero Soobin no siente placer. O eso pensaba. ◞ ───────「 Notas & Aclaraciones ♥︎ 」─────── ֶָ֢ ໋֢ 𖥻 romance, smut, uso de lenguaje expl...