Capitulo XXI

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Llegó el día de la gran boda, Rodrigo estaba muy nervioso desde temprano, papá decía que necesitaba un calmante para esos nervios.

El evento es a la seis de la tarde, la decoración se ve bella. El código de vestimenta es azul y blanco, uso un vestido azul marino con un fino cinturón blanco, mi peinado es de media cola alta.

Llegó el momento, Rodrigo se encuentra en el altar con un traje blanco y su cabello peinado hacía atrás, viéndose muy guapo. La música nupcial suena y Adriana se hace presente junto a su padre. Se ve preciosa con su vestido de novia, su cabello corto ondulado adornado con una corona de flores. Rodrigo quedó impresionado que no deja de sonreír.

El cura da unas palabras de inicio. Luego de un fragmento de palabras, Rodrigo y Adriana dan sus votos matrimoniales mientras intercambian los anillos. El cura da las esperadas preguntas.

-El cura: ¿Rodrigo Rojas Garza aceptas a Adriana Vargas Muñoz como tu legítima esposa, para amarla, cuidarla y respectarla hasta que la muerte los separe?

-Rodrigo: Acepto. -respondió nervioso pero seguro.

-El cura: ¿Adriana Vargas Muñoz aceptas a Rodrigo Rojas Garza como tu legítimo esposo, para amarlo, cuidarlo y respetarlo hasta que la muerte los separe?

-Adriana: Acepto. -Sonríe de la emoción.

-El cura: Por el poder que Dios me concede, yo los declaro marido y mujer. Puedes besar a la novia. -Sin pensarlo dos veces, ambos se dan un tierno beso.

Todos aplaudieron y gritaron por la emoción, los primeros en felicitarlos fueron los padres, y luego todo los demás incluyéndome.

Toda la noche comimos, bailamos; los novios hicieron un vals. Adriana hizo el lanzamiento del ramo y una de sus amigas lo atrapó. Al final, ella y Rodrigo se despiden para celebrar su noche de boda. Nos quedamos un rato más, mañana en la mañana es tiempo de volver a casa.

A la mañana volvimos a casa de mis tíos, en la tarde llamaron por mis espejuelos y mi papá y yo fuimos a recogerlo. Mis nuevos anteojos son de monturas negras redondas mejores que mis viejos anteojos de botellas.

 Mis nuevos anteojos son de monturas negras redondas mejores que mis viejos anteojos de botellas

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Ese día era el ultimo día que nos quedamos, mañana mismo volvemos a Nueva york. Vanessa me está recortando las cejas, ya que las mías son algo gruesas.

-Vanessa: Ahora si, están bien formadas. -Limpia la pequeña navaja de cejas con una servilleta. Me miro en el espejo.

He pensado en este verano hacerme un nuevo look para la universidad, algo confidente.

De repente, me llega una notificación en el celular que me emociona.

-Valentina: Es de John Garber. -Le digo a Vanessa quien me mira entusiasmada.

Entro a la pagina oficial del campus, y me aparece una carta de la administración, dando a entender que si, he sido admitida.

-Valentina: Si, entre. -Grito

La que me cambió la vida (Pausada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora