La que me cambió la vida (Pausada)

Capitulo XXII

Al regresar a Nueva York, hable con mis amigos, ellos también entraron a la universidad. Dos días antes de nuestra partida fuimos al salón de belleza para hacerme un cambio de look.

Cuando los encontré, Efraín se hizo rayos rojo en el cabello y Raymundo se hizo un piercing en una de sus cejas.

-Valentina: Guao, se ven chéveres. Van a la universidad a estudiar o a conquistar?

-Raymundo: Es para cerrar un ciclo y empezar uno nuevo.

-Efraín: Así como lo estas haciendo tu.

Tienen razón, ya había dado mi carta de renuncia a la cafetería Dotty, mi jefa entendió el porque. Llegamos al salón de belleza que está cerca de mi casa, le pedí a la encarga que me hiciera a mi cabello un tono más oscuro.

De dos horas y media de lavado, tinte, secado y bromas de parte de Ray y Efraín, estoy como renacida. Mi cabello pasó de un tono claro a un tono oscuro casi como azabache, me hicieron unos flecos también.

Luego del asunto del cabello, fuimos a las tiendas a comprar algo de ropa. No compramos mucha, solo lo necesario. El dinero que me queda ahorrado lo usare cuando llegue a la universidad, tal vez allá consiga un empleo de medio tiempo para sostenerme.

Ya llegó el día, estoy muy emocionado y a la vez algo nerviosa. Mamá decidió llevarme, me despedí de mi papá, él no podía venir porque tenía trabajo en el restaurante, a la despedida, él me deseo lo mejor en esta nueva etapa.

Llegamos temprano al campus, pasamos por admisión por mi matricula, me dieron la hoja del horario.

Alquile uno de los departamentos que ofrece la universidad para hospedarme, se puede rentar un apartamento por si solo o con algún compañero de cuarto, el alquiler es mensual. Lo renté con una compañera, no sé como será ella, alguien agradable o alguien amable. La asesora nos llevó a los dormitorios.

-La asesora: Este será tu dormitorio. -Nos abre la puerta dejándonos pasar.

De verdad me encanta como se ve, el dormitorio es un poco pequeño pero muy espacioso. Las camas y los escritorios está en cada lado de la habitación. En una pared sola es ocupada por el espacioso closet.

-La asesora: Cada dormitorio tiene su propio baño, la lavandería está en el ultimo piso. Bueno, tengo que irme, esta es la llave de la habitación. -Me la entrega.

Ella se marcha, mamá se despide de mi, no si antes de dar un discurso de una madre que llora al ver a sus hijos salir del nido convertidos en adultos. Me deseo lo mejor durante mi estancia, nos despedimos con un beso en la mejilla y un abrazo.

Estando sola, elijo una de las camas y comienzo a desempacar. Más tarde escucho la puerta abrirse, debe  ser mi nueva compañera.

-Hola ¿eres mi compañera de cuarto? -Esa voz, yo conozco esa voz. Sin dudarlo me volteo a verla, estando cara a cara.

-Valentina: Tu...

(Marian)

Luego de un mes, me matricule en la escuela de negocios de John Garber University, me matricule en la carrera de Administración de empresa.

Lo hice junto con Tiffany solo que ella se matriculo en la carrera de Publicidad y nos asignaron en habitaciones diferentes. Aún así, mis padres estaban felices cuando les conté de la noticia.

Hable con Tiffany, me contó que ya se instaló en su dormitorio. Voy llegando al mío luego de pasar por admisión, no sé porque siento la intuición de que algo va a pasar. Tal vez algo sorprendente. 

El número de mi habitación es 204. Entro y encuentro a una chica de cabello castaño oscuro y mediana estatura estando despalda desempacando.

-Marian: Hola ¿Eres mi compañera de cuarto? - Ella se percata y se voltea. Al verla me parece familiar, ella reacciona con sorpresa mirándome. -¿Te conozco?

Me llega a la mente la imagen de ella sin lentes. Valentina, sin duda ella tenía una belleza escondida.