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Ni un día pudimos descansar tras esa fatídica noche y ese funeral cutre. Al día siguiente los cinco miembros de la familia subimos al avión rumbo a Busan. Mi madre se quedaría con mía abuelos una temporada hasta que pudiera levantar cabeza. Mi padre era el que traía dinero a casa y ahora éramos cuatro bocas que alimentar sin ni siquiera un sueldo base.

Mi madre insistió en que el dinero heredado de nuestro padre lo gastaramos en Seúl, estudiando una buena carrera. Yo había conseguido una beca, pero aún había gastos. No podíamos permitirnos la residencia, por lo que opté por un piso cutre cerca de la universidad. Debía buscar un trabajo de medio tiempo para sobrevivir este año. Y encima mantener a mis dos hermanas, por suerte mi otro hermano se quedó en Busan, en busca de trabajo.

Nuestra primera noche en busan, fue incómoda. No estábamos acostumbrados a la cultura y era abrupto intentar tener confianza con mis abuelos paternos. Ellos lo intentaban, pero se veía a distancia el cambio cultural.

Dormí en la misma habitación que las gemelas y que mi madre, todas en el suelo. Bueno en esos típicos edredones usados en esos kdramas. Ni siquiera sabía el nombre de esa cosa.

Apenas pude dormir, estaba nerviosa y aún no podía asimilar que mi padre ya no estaba. Jamás le volvería a ver.

Subimos a un autobús bastante viejo para ser un país tan avanzado, pero son similares a Londres. Me dormí la mayoría del viaje, ignorando a la señora embarazada que tenía sentada al lado. La mujer tenía unos gases horribles. Al despertar, aún quedaba una media hora de viaje, la pase viendo por la ventana cuál sería mi hogar por un tiempo ilimitado.

No me quejaba, Seúl tenía pinta de ser un lugar muy interesante y divertido. Pero claro, yo no había venido a divertirme, ni a pasar unas noches locas. Yo vine a estudiar y trabajar, para poder seguir adelante.

El idioma no lo manejaba muy bien, las gemelas lo hacían mucho mejor que yo. Solo solía hablar en coreano con mis abuelos o familia paterna cuando era algún cumpleaños, festividad o venían de vacaciones a visitarnos. No era un idioma que usará constantemente, sabía que eso sería un problema.

Mi primer sueldo iría para unas clase de coreano, soñaba con tener la suerte de encontrar un compañero de clase que pudiera hacer de mi profesor.

Cuando el autobús paró, bajamos las tres juntas. Caminamos un poco por las inclinadas calles y portando nuestras enormes maletas. Creo que aquí adelgazaré y tendré bonitas piernas tras tanta cuesta.

Las gemelas no dejaban de quejarse y yo empezaba a pensar que nos habíamos perdido. No entendía bien la app donde me tenía que ubicar. Miraba a los alrededores, no había ni dios y todo ya estaba oscuro, porque  aquí anochece pronto y ya eran pasadas las nueve de la noche.

—- Estamos perdidas, ¿cierto Nía? — preguntó Danielle, con una mueca.

—- ¡No sé cómo ubicarme! Esto es una puta mierda y me estoy quedando sin batería ¡¡porque la habéis gastado viendo tik tok!!

—- ¿Y nosotras qué culpa tenemos de que sólo tuvieras una batería portátil? —añadió Hanni haciéndose la víctima y llevando una de sus manos a su pecho.

Solté un grito de rabia mientras volvía la vista al mapa que tenía en el móvil. Ellas dos me irritaban y odiaba tener que traerlas conmigo.

—- ¿They need help? — preguntó un joven con uniforme escolar.— ahm, yo no hablo mucho inglés, sorry. —Sonrió apenado, hablando en coreano— i'm really bad at it.

—- oh si, necesitamos ayuda. —dije en coreano. Era lo poco que sabía decir sin trabarme, estudié muchas frases que tuvieran que ver con pedir ayuda.

Me aparte dejando a Hanni delante, ella era la que más hablaba coreano y a la que mejor se le daba. Tras un buen rato siguiendo al chico, que dijo saber dónde íbamos, llegamos a un pequeño edificio bastante más moderno de lo que esperaba por el precio que pagamos de alquiler.

—- El edificio es de mi familia, así que espero que se sientan cómodas. Mi casa está justo enfrente, en ese edificio. —señaló el edificio de enfrente mucho más moderno y también de tres plantas. Sólo que ese tenía pinta de no ser un edificio, si no una casa.— avisaré a mi padre de que ya llegaron, para que les traiga el papel con el código de la puerta y la agenda con los teléfonos de emergencia por si pasara algo en el piso.

Dicho eso, nos hizo una reverencia y se alejó hasta la puerta del otro edificio. Llamó al timbre una mujer mayor y con ropa de trabajar de limpieza le abrió la puerta.

—- Era súper mono, ¿no les pareció?  —Sonrió coqueta Danielle, mirando aún la puerta por la que había desaparezco aquel joven adolescente.

Rodé los ojos ante las hormonas adolescentes de mis hermanas. Esperamos unos minutos más haya que apareció un señor trajeado, nos dio algunas indicaciones en inglés. También nos dio una mini agenda con el código de la puerta, las normas del edificio y los números de emergencia.

—- If you need anything, my house is opposite. If I am not there, my children will attend to them. —dijo antes de despedirse con una diminuta reverencia.

Fue serio y rápido, no esperaba menos. Entramos en el edificio y subimos hasta la segunda planta, donde se encontraba nuestro nuevo apartamento. Al entrar vimos lo pequeño que era, pero cómodo. Era accesible, la cocina y el salón estaban unidos, ya que la cocina estaba abierta y solo lo separaba una pequeña barra americana. El salón era un cuadrado que solo contaba con un sofá de dos plazas, una mesa de comedor y un mueble de televisión y una lámpara. Eso añadiendo un pequeño sillón al lado del sofá.

La cocina era igual de pequeña, lo justo para prepararnos nuestra comida. Teníamos dos habitaciones y un baño para las tres. Eso serían los juegos del hambre, para conseguir una ducha.

Ellas dos eligieron la habitación grande, no me queje, porque ellas serían dos. Me parecía justo que tuvieran más espacio. Y yo estaba feliz con mi cama pegada a la pared, mi armario y mi escritorio. No necesitaba más y ya tendría tiempo de decorarla con mi estilo.

Ninguna tuvo ganas de vaciar las maletas, nos limitamos a pedir pollo frito a domicilio y a descansar tiradas en el sofá. Ya mañana sería otro día y sin duda una aventura de supervivencia.

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Tenía este capítulo desde hace unos días, y como no e podido actualizar otras historias, os lo publico ♡

Gracias por el apoyo al prólogo! Hacia tiempo que no publicaba con ganas

Savage Night +18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora