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Miraba a un lugar en específico donde no había nada ni nadie, pero en mi mente se encontraba él, aquel chico de ojos verdes que tras hacerme subir en lo más alto de una montaña rusa me hizo caer de golpe, haciéndome gritar y llenándome de miedo. Seguía sin poder creer lo que Ethan me había contado de él, lo cual no era mucho, pero si lo suficiente para saber que no era una buena persona.

Por primera vez había experimentado la decepción y no se sentía bien, él era como un ángel, su apariencia, la forma en la que me ayudo, parecía una buena persona, pero en realidad era el mismo diablo, asesinando a personas, causando problemas. 

Habían pasado ya días desde ese suceso, pero ahora se volvió extraño pues antes ni lo conocía y ahora parece perseguirme por todos lados pues sale mucho en los periódicos, noticieros y la gente rumora mucho de él. 

—Hola, perdón por mi demora —Vuelvo a la realidad y veo a una linda chica rubia.

Miro el reloj —Solo fueron ocho minutos, no pasa nada —Dije sin problema, mi turno había terminado así que fui por mis cosas.

Las tomé, me despedí de la chica y salí del local para dirigirme a mi casa. Había conseguido un trabajo solo para el momento, necesitaba dinero y este me lo daría, aunque cuando termine mis estudios tomaré un trabajo realmente estable que me ayude a sobrevivir de una mejor manera. Comenzaba a hacerse tarde, estaba cerca del departamento y al saber eso comenzaba a sentirme más cansada.

Tendría que acostumbrarme a salir del colegio e inmediatamente entrar a trabajar, estaba cansada, pero llegaría a hacer tarea para no retrasarme en mis materias. Subí las escaleras para llegar al piso donde se encontraba mi departamento y cuando estaba por llegar vi a Ethan salir del suyo.

—Hola —Saludo.

—Hola, que bueno que te encuentro —Frunzo el ceño.

—¿Qué sucede? —Pregunté confundida.

—Hoy habrá una carrera cerca de aquí y quería ver si querías venir —Hago una mueca.

—En realidad tengo cosas que hacer —No quise ser grosera.

—Oh vamos, solo será un rato —Insistió —Siempre quise ir a una pero no quiero ir solo —Suspire.

—Solo un rato porque tengo que hacer tarea —Advertí, de alguna manera también quería ver la carrera esa.

Pronto entre a mi departamento para ponerme algo más cómodo y así salir del lugar para dirigirnos al centro de donde sería la competencia. Yo no veía autos, pero sí a mucha gente de todo tipo bebiendo, fumando, bailando porque había música a todo volumen, había luces por el lugar y se notaba el humo de lo que fumaban por encima de nosotros.

—Bueno, no esperaba menos —Dije y Ethan rio.

—Ven, por acá —Tomo mi mano y nos dirigimos a un lugar en específico. Ethan sacó una pequeña botella de alcohol y una botella de agua —Este para ti —Me entrega el agua —No sabía si bebías, pero si quieres te puedo invitar —Niego.

—Estoy bien, gracias —Aclare.

Mañana tenía escuela y no quería ir con resaca o algo por el estilo. Pronto el chirrido de llantas hizo callar a todos y autos aparecieron en el lugar, se detuvieron y la gente comenzó a gritar, para este momento yo ya estaba lo suficientemente aturdida por todo el ruido. Bebí un poco de agua y pronto un auto más llegó a la escena.

Ese auto negro ya lo conocía, temblé tan solo recordar y verlo salir del auto me inundo de pánico —Es suficiente ¿No? —Me dirigí a Ethan.

—Pero aún no empieza, termina la primera ronda y nos vamos ¿Te parece? —Sin poder decir que no asentí.

ᴅᴇᴠɪʟ ᴇʏᴇꜱ ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora