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El timbre de mi clase sonó y yo terminaba de apuntar lo que el profesor había anotado en el pizarrón, pero unas personas rodearon mi asiento, obligando a mirar quienes eran. Se trataba de varios compañeros míos.

—T/n, es fin de semana y queremos ir a bailar. ¿Vienes? —Balbuceo ante la propuesta.

—Está bien, hoy tengo día libre —Dije y Amber quien me invito dio una pequeña celebración.

—Nosotros pasamos a recogerte ¿Te parece? —Asentí —Bien, nos vemos —Se despiden.

—Adiós —Tomo mis cosas para guardarlas y así poder ir a casa.

Al llegar a casa no hice mucho, hice deberes e incluso ordené un poco el departamento. Era la única que vivía aquí y parecía que vivían mínimo como 10 personas más, había mucho desorden. Comí un poco para luego ir a darme una ducha para por fin arreglarme.

Realmente dude un poco en si ir, estaba ahorrando dinero por cualquier cosa y al parecer pensaba gastarlo en ir a pasarla bien con mis compañeros. Lo necesitaba, hace mucho no salía a divertirme con conocidos y hoy era un buen momento.

Estaba envuelta en una toalla, mirando mi armario en busca de algo decente con lo cual podía ir, no suelo ser mucho de vestidos, aunque admitían que me quedaban bien y creo que hoy sería una buena ocasión para ponerme uno que realmente me encanto y no lo he utilizado nunca. No se había dado una ocasión correcta.

Me mire en el espejo, arreglando el maquillaje sencillo que me había hecho pues no tenía muchos cosméticos y tampoco sabía maquillarme a la perfección. Tomé mi celular al notar que sonó y me di cuenta de que era Amber, diciendo que ya estaban por la calle.

Arregle unas ultimas cosas y tome lo necesario para luego salir de mi departamento al escuchar el claxon. En el camino no la pasamos cantando canciones en la radio y quejándonos de los profesores y las horas de estudio, no tenía una amistad en si con ellos, pero sabia llevarme bien con la gente además de que me incluían muy bien y trataban de no dejarme afuera en las conversaciones.

El auto se estaciono frente a un club, nos bajamos y Amber se acercó a mi —Luces muy encantadora —Me halago y yo me puse nerviosa —Que te parece si arreglamos esto —Acomodo mi vestido he hizo cosas que yo no sabía que podían hacerse pues cuando mire lo que hacía note que mis senos resaltaban más y se apreciaban curvas que yo no sabía que tenía —Dios, luces más lindas así —Me reí nerviosa.

—Gracias.

—¿Te sientes incomoda? Puedo darte una chaqueta si sientes que muestras demasiado —Negue.

—Estoy bien gracias —Pregunto de nuevo y yo confirme.

—Bueno, es hora de ir a bailar —Me tomo del brazo y caminamos dentro del club.

Las luces me cegaron y el ruido me aturdió, pero solo por unos segundos pues el olor fue mucho más que todo eso. No estaba acostumbrada a este tipo de olores, apenas y podía soportar el olor a gasolina. Me adapte un poco después, pedimos bebidas, lo cual fue un poco tedioso, pero se logró. Brindamos y disfrutamos la noche.

Estaba ligeramente sudada por la frente, mi cuerpo se movía en pasos que si siquiera bailaba bien pues solo trataba de imitar los pasos que, hacia Amber, los otros dos chicos que nos acompañaban estaban al lado de nosotras también bailando, pero de una manera más seca con sus vasos de alcohol.

—Ya, es suficiente, estoy agotada —Me queje con risas.

—Yo igual, tomemos un descanso —Toma mi mano y vamos a sentarnos.

Nuestra mesa era pequeña pues era para lo que nos alcanzaba, pero tampoco importaba pues no éramos mucho. Bebía del agua con hielo que había pedido, pero en eso un mesero se acercó a nuestra mesa dejando una botella de alcohol que a mi parecer se veía muy costosas. No sabía de bebidas alcohólicas, pero se veía de buena calidad también.

—Perdón, creo que se equivocó de mesa —Dije mientras que Amber observaba.

—No, alguien me pidió que le trajera esto a su mesa —Aclara.

—¿Quien? —Pregunta Amber curiosa.

—No puedo decirlo, pero dijo que lo disfrutara con sus amigos —Se dirigió hacia mí para luego irse con una cordial despedida.

Fruncí el ceño confundido —Tienes un galán y no me dijiste —Negue.

—No sé quién haya sido —Mire a mi alrededor en busca de alguien que me llamara la atención, conocido o algo por el estilo.

—Bueno, la botella está cerrada, dudo que hayan puesto algo así que... —Pauso —Veamos que tan bien sabe.

Yo no le prestaba mucha atención pues seguía buscando y pronto reconozco a alguien, está en la zona VIP, sentado con sus piernas abiertas con cada brazo alrededor de los hombros de dos chicas diferente. Era él, Aidan me miraba fijamente y no podía dudarlo, pero ¿Por qué?

—Es realmente bueno —Miro a Amber la cual ya había probado la bebida —¿Quieres? —Niego.

—No gracias —Dije.

—Pero te lo trajeron a ti —Mire de nuevo a la dirección de Aidan y él seguía mirándome, aunque una chica le acariciaba la pierna y otra le besaba el cuello.

Suspire —Mejor volvamos a bailar ¿No? —Hable no muy comoda y ella asintio.

Así sería más fácil pasar desapercibido pues no somos los únicos en la "pista", hay muchas personas ahí. La música sonada y yo trataba de evitar todo tipo de pensamiento que me siguiera arruinando la noche. ¿Él realmente me estaba acosando?

Definitivamente estaba mal de la cabeza, una sensación me recorría en el cuerpo, pero no sabía que podría ser. Miraba de reojo al mismo lugar, disimulando tanto como fuese posible peor él aun miraba en mi dirección, ya no estaban las chicas a su lado, tocándolo, solo estaba él mirando mientras bebe de un vaso de cristal.

No puedo con el ardor en mi cuerpo, su mirada me quema la piel así que comienzo a tomar alcohol para olvidarme de que me está mirando. No es una buena decisión, pero igual quien me llevaría a casa era Amber y confiaba en que me dejaría sana y salva.

Muevo mis caderas en un intento de ser sensual, Amber me toma de las caderas y baila junto conmigo. Mi cuerpo está caliente, me rio a carcajadas, pero él sigue mirando, su mirada fija en mis movimientos, choco contra el cuerpo de Evan el cual ríe y me toma de la cintura para bailar conmigo, no me niego y bailo con él.

Su cuerpo se pega a mi trasero y siento algo duro junto con pequeñas caricias en mi muslo el cual comienza a subir y una respiración ardiente choca contra mi cuello. Miro a través de mi hombro para ver a Evan, pero para mi sorpresa quien estaba detrás mío era Aidan.

Me alejo abruptamente, sus ojos verdes muestran fuego y mi piel se eriza, el poder de su mirada en mi me hacía tan vulnerable que sentía que mis piernas dejaron de funcionar y podría caer de rodillas ante él.

Se acerco a mi peor mi cuerpo no respondía ante sus movimientos, me tomo de la mano y pego su cuerpo al mío para que con su otra mano pudiera tomar mi cintura. Solo podía mirar sus ojos y respirar con agitación pues tenía miedo o ¿Era otra cosa?

Cerré mis ojos con delicadeza y pronto sentí sus labios sobre los míos, millones de emociones llenaron mi cuerpo. Se sentía como un choque de dimensiones o algo por el estilo, era tan inexplicable, se sentía jodidamente bien que ni siquiera pensé en separarme.

Su saliva caliente con saber a alcohol y chicles de menta inundaron mi boca, sus manos se pusieron firmes contra mi cuerpo, pegándome mucho más y yo necesitada de él acerque su rostro más al mío, deseando no separarme.

—Ahora eres malditamente mía.

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⏰ Última actualización: Sep 10, 2023 ⏰

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ᴅᴇᴠɪʟ ᴇʏᴇꜱ ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora