Alejandra.
Miro la pantalla de mi teléfono, Jomy acaba de enviarme una foto seguida de un emoticono con un guiño. Es un pantallazo de una foto nuestra en aquel desfile de moda de hombre, dónde fuimos invitados...Bueno, para ser más exacta, él fue invitado y a mi me obligo a acompañarlo, aludiendo que al ser menor de edad tiene que ir acompañado por un adulto.
Recién cumplo los dieciocho, no es que me considere ya adulta, pero ante la ley si lo soy, así que no me quedó otra que acompañarlo, ya que amenazaba con matar a su hermana si tenía que volver a asistir con ella una vez más a otra de las galas.
No entiendo muy bien el punto, Rebeca es una de las personas más divertidas que he conocido en la vida, aunque también una de las más alocadas. No tiene pelos en la lengua, dice lo que se le pasa por la cabeza y, creo, ese es el problema de que no quiera que sea su hermana la que lo acompañé a esos eventos.
La verdad, al principio no me hizo mucha gracia tener que acompañarlo, no por que no tuviera curiosidad por conocer todo ese mundo de los influencers, porque sí, tenía verdadera curiosidad de ver desde dentro como se viven estas cosas, pero no quería volver a verme inmersa en todo ese mundo, cuando a penas conseguía salir de el.
Resulta que desde hace año y medio los seguidores de Jomy aumentaron, comenzó a hacer turoriales de maquillaje para mujer y hombre, las marcas comenzaron a contactar con él para que hiciera videos probando sus productos de belleza, entre su talento y su carisma se estaba haciendo muy famoso en las redes sociales y todo fue a más cuando empezó en el curso de maquillaje.
Para ese entonces ya se había mudado a Madrid y no pude no ofrecerme a ser su "conejito de indias". No veía el problema a que me maquillara, incluso me resultaba divertido posar para las fotos, por lo menos al principio. Como ya he dicho, empezó a hacerse super famoso y las fotos donde yo salía se hacían, en poco tiempo, virales.
Las marcas de ropa empezaron a contactar con él, le enviaban ropa al azar y el tenía que inventarse un maquillaje perfecto para esos conjuntos que le enviaban; ropa de hombre, que el se ponía, aunque luego empezó a hacerlo Aaron, del que más tarde hablaré, y de mujer, que yo me ponía.
Como digo, las primeras veces fue realmente divertido, pero cuando todo se volvió más profesional, cuando las marcas cada vez eran más conocidas, cuando enviaban sus propios fotógrafos, cuando la presión fue demasiada para mí, pues...me agobié.
Y es que me trataban y exigían como si yo fuera modelo profesional, cuando la mayoría de veces no tenía ni idea de lo que hacía, incluso quisieron representarme y crearme redes sociales...lo detuve.
Yo hacía esto por diversión y la presión realmente estaba empezando a agobiarme. Así que convencí a Jomy para que contactara con modelos profesionales, con influencers, con personas que si sabían lo que hacían, por que yo la mayoría de veces solo posaba por instinto y, aunque, todo eran alabanzas y atenciones, me falto dos sesiones de fotos para renunciar.
En la primera solo estaba yo, así que fue sencillo, me llevaron a un set, me hicieron varios cambios de ropa y Jomy era el que iba maquillándome según el conjunto que me ponían. Me lo pase genial, todos me trataron super bien, Jomy estaba super ilusionado y Rebeca...bueno Rebeca fue Rebeca. Ella, para desgracia de Jomy, tenía que acompañarnos como adulta a cargo, ya que en ese entonces ambos eramos menores.
Adulta...Rebeca...Aún me rio cuando lo recuerdo, por que a pesar de que es la mayor de los tres, es la menos responsable. Ella llegó, arraso con el catering, se quejo de la falta de alcohol y puso de los nervios a todo el mundo, hasta que Jomy la castigo al rincón de pensar. Yo por mi parte estaba encantada de que estuviera allí, ya que con sus bromas, logro calmar todos mis nervios.
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El Juego de la carta (Saga: NOSOTROS)
Ficção AdolescenteDos años, dos largos años han pasado desde que se vieron por última vez, pero el reencuentro de Bosco y Alex es inevitable. Alex vuelve más fuerte que nunca, dispuesta a demostrar que ha dejado el pasado atrás y que sé a olvidado de Bosco, pero Bosc...