Week UzuGyu [Uzui x Gyutaro]

Hasta los Huesos

ADVERTENCIAS:  Muerte al personaje principal y representación gráfica de violencia. SE RECOMIENDA DISCRECIÓN Y SER MAYOR DE EDAD. El relato contiene "c@nib@lismo" o "amput@ción".

Vencer al Pilar del Veneno había sido un reto para Uzui, uno muy divertido, cabe aclarar. Ahora que lo tiene preso y ha descubierto que en todo su cuerpo corre veneno, desea probar su carne.

No es broma que Uzui se anda comiendo a Gyutaro. No estoy seguro si esto se considera demasiado explícito. Creo que he agregado todas las advertencias posibles. Pido disculpas de antemano si resulta demasiado. Pueden saltar directamente a la parte de Ume; no se pierden mucho más allá de una conversación entre Gyutaro y Uzui sobre el futuro de Gyutaro, que, en esencia, sigue igual hasta el final del relato, justo antes de que Ume comience a narrar.

¡Lo lamento tanto!

Para este punto de su miserable vida, Gyutaro se cuestionaba porque carajos la maldita Cuarta Luna Superior lo seguía manteniendo con vida. Y peor aún, que continuara comiendo de su carne.

El dolor que sentía al sentir los colmillos de ese monstruo clavarse en su piel y arrancándola sin problemas para poder tragarla; dejando que la sangre caiga en el suelo, extendiéndose lentamente. Le hacía experimentar arcadas y deseos de vomitar por lo morboso que era el evento.

Sus piernas ya habían desaparecido, y dentro de poco ocurriría lo mismo con uno de sus brazos si es que el demonio no quería que muriera por una infección en su cuerpo, tenía que ser amputado para sobrevivir otro día. Gyutaro ya no sabía si era mejor o peor el tener que obligarse a permanecer consciente para demostrarle al demonio que aún no se rendía, ni siquiera con el dolor que recorría cada fibra de su ser.

—¿Estás despierto, preciosa mantis? —Sintió las garras del demonio acariciar su mejilla, pasando delicadamente por su mentón hasta sostenerla gentilmente. —Mírame. Abre tus párpados. Quiero ver tus bellos ojos.

Pero, así como todo ser humano, Gyutaro sabía que pronto llegaría a su límite.

Las cadenas que sostenían su cuello y muñecas fueron aflojadas lo suficiente como para que pudiera moverse un poco. Con sinceridad, el Pilar esperaba seguir durmiendo unas cuantas horas más antes de la cena.

Los colmillos del demonio hicieron acto de presencia cuando estuvieron presionando cerca de su clavícula. Por instinto se retorció en su lugar queriendo mantener la distancia.

—Déjame... en paz. —Apenas podía hablar— Detente, Uzui.

—Oh —La Luna Superior se separó, analizando la expresión agotada de su prisionero— es la primera vez que dices mi nombre y no me insultas. ¿Te encuentras bien?

Al no responder, el demonio se encogió de hombros. Esta vez agarrando el cabello grasiento del humano y tirándolo con fuerza para obligarlo a despertar por completo. El dolor recorrió cada fibra del cuerpo de Gyutaro, obligándolo a abrir los ojos y reviviendo la sensación fantasmal de sus miembros faltantes. Las lágrimas iban formándose en sus ojos cuando Uzui nuevamente acercó su boca a la piel de su brazo ya mordisqueado, con trozos faltantes de su carne.