Capitulo seis: Porque ese era su niño

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Rin

Los ojos de Rin se abrieron lentamente cuando la luz del sol le pegó en la cara, eso le pareció curioso cuando en su pequeño sótano debajo del árbol no entraba la luz del sol, pero no lo cuestionó demasiado. El pelinegro giró hacia su lado derecho y al palpar la mitad de cama vacía se incorporó con miedo.

¿Dónde estaba el bebé?, ¿Dónde estaba su niño?

El pelinegro saltó de la cama en la que se encontraba y observó alrededor, no reconocía el lugar, era una habitación con una ventana grande y cortinas cafés, había un armario al otro lado de la cama y un espejo cerca de la puerta.

Rin se quedó quieto por un segundo tratando de recordar que había sucedido el día anterior, lo último que recuerda era haber estado corriendo en la lluvia con el niño en brazos. Se asomó por la ventana y pudo ver un jardín con varios tipos de flores.

"Veo que por fin despertaste" 

La voz desconocida hizo que Rin se pusiera en guardia, no tenía su espada pero aún podía defenderse, alzó las manos y mostró sus colmillos.

"¿Es así como tratas a alguien que te ha estado cuidando por dos días?" dijo el hombre que entró mientras alzaba una ceja

Rin bajó los brazos al ver que el hombre traía comida, se veía delicioso y el olor hizo que su estómago gruñera.

"Ven, come algo" indicó el hombre y cuando Rin se acercó cuidadosamente como un animal asustadizo preguntó "¿Cómo te llamas?"

"Rin, Rin Okumura" dijo y tomó una galleta del plato "¿Dónde está el bebé?"

El pelinegro se veía alerta aún cuando había tomado la galleta que el hombre le ofreció.

"Hace dos días llegaste corriendo en la lluvia y me pediste ayuda, el niño está en la cocina, deberías bajar, no ha dejado de llorar desde que se curó ayer " explicó el doctor lentamente "Tú también te has curado de tu fiebre"

El doctor salió de la habitación siendo seguido por el pelinegro, bajaron las escaleras y pronto Rin escuchó el llanto de un bebé, su bebé. El pelinegro rebasó al doctor y corrió al lugar de donde venía el llanto hasta que tuvo enfrente a ese tierno y adorable niño de grandes ojos rojos.

"¡Bebé!" gritó y abrazó al niño como si no lo hubiera visto en años 

El niño dejó de llorar al escuchar la voz de la persona que lo cuidaba y comenzó a reír abiertamente cuando el pelinegro lo tomó en sus brazos y lo cargó felizmente.

Doctor Elías

Ver al chico y al bebé tan felices de verse hizo que al doctor se le encogiera un poco el corazón recordando a su hija que había salido del pueblo cuando cumplió la mayoría de edad, no tenía idea de donde estaba ella ahora.

"Si has terminado de saludar al niño siéntate, te daré algo de comer" 

El pelinegro tomó asiento en la silla delante del doctor con el niño en sus brazos, ambos lo veían con los ojos brillantes y una gran sonrisa.

"Así que Rin, cierto" dijo el hombre

"Si señor"

"Bien" el hombre lo pensó un poco "¿Y cómo se llama el niño?"

Rin abrió la boca, pero luego la volvió a cerrar y negó con la cabeza ligeramente.

"La verdad es que no tiene nombre" el adolescente se mostraba pensativo "Nunca consideré ponerle uno"

"¿No es tu hermano o tu hijo?" preguntó el doctor

"No, bueno sí" ni siquiera Rin estaba seguro de que responder "Creo que soy su... ¿Tutor?"

Un destello en la oscuridadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora