Capítulo 3: "Compañeras de cuarto"

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Aziza ya había culminado de mostrar absolutamente cada rincón del instituto a las ingresantes, demoró una cierta cantidad de tiempo, pero había cumplido con ese labor. Pero su trabajo no terminaría, hasta enseñar a Keleth su habitación.

-Tu dormitorio se encuentra por allí, cerca de esa puerta dorada...por abusar de tus privilegios, eres la única estudiante con un dormitorio privado exclusivo.

-No lo quiero. Anhelo dormir con más personas, no quiero que mis únicos compañeros de cuarto sean los guardias de seguridad- informa la princesa tratando de no quedar ante ella como una mimada.

-Yo no puedo hacer eso...aunque, si lo mantienes en secreto y dejas que yo descanse en ese sitio, te conseguiré un cuarto con dos hadas más.

-Bien-afirma Keleth rodeando los ojos tras hacer un trato con ella.

Y es que aunque no quiere quedar como una privilegiada ante los demás, también ansía poder disfrutar momentos con otros seres jóvenes como ella, dejando atrás los instantes de soledad donde su única compañía era su enorme mascota celeste.

-amenaza a los agentes de seguridad para que no nos delaten. Puedes dormir en aquel sitio- señala la consejera alejándose del lugar sin despedirse.

Keleth ingresa a observar el lugar,y al juzgar por su rostro, lo ve con un cierto desprecio, hasta que acomoda sus cosas tratando de asimilarlo. Las instalaciones son bellísimas, tal como está acostumbrada en el castillo, pero la gama de colores pasteles dentro del cuarto no le hacen tanta ilusión.

-Hola, un gusto compartir dormitorios con ustedes. Soy Susini.

Keleth la mira, y omite tratar de responderle, incluso de mirarla de mala manera, debido a que se había presentado anteriormente en reiteradas ocasiones. Tal vez ahora entendía un poco porque Aziza había reaccionado de esa manera.

Pero al notar que la princesa no había devuelto el saludo, lo intenta nuevamente mirándola sola a ella.

-Lo dijiste como tres veces, pero un gusto. Soy Keleth.

-Yo me llamo Carlin. También encantada de compartir cuarto con ustedes.

-¿Eres una drinfa? -pregunta curiosa Susini.

-Sí, exacto.

-¿Y tú? -expresa mirando nuevamente a Keleth.

-Soy una Sílfide.

-¿De qué reino eres? ¿Eres princesa no?- indaga nuevamente la rubia.

-Sí, pero no comparto información real. Lo siento -dice ella mientras con sus labios hace un gesto representando enfado.

-Genial, este dormitorio tendrá tres hadas de diferentes elementos. Me encanta que la escuela nos haga convivir con seres iguales pero distintos a nosotros.

Keleth, un poco abrumada de seguir escuchando a Susini, que parece no conocer el silencio, expresa sarcásticamente:

-Ya lo creo.

-Oye Carlin te noto callada.

-Sí, porque acaparas todos los sonidos hablando-afirma sarcásticamente la heredera al trono.

Pero en ese mismo instante, la náyade se sienta en la cama, y exageradamente pide disculpas muy apenada, mientras desprenden de sus pequeños ojos unas lágrimas que empapan el lugar. Vaya Rommie que le tocó a la princesa.

-No llores. Levántate de allí...todo está bien, discúlpame, en determinadas ocasiones pienso en voz alta.

-Disculpa que lo diga, pero con tus actitudes no estás demostrando ser una verdadera princesa-asegura Carlin.

-¡¿Y cómo se supone qué debo ser?! ¿Una persona falsa sonriéndole a todo el mundo? ¿Una persona amable que debe fingir ante la sociedad empatía y consideración por el resto del mundo? Detrás de la realeza, se esconde un camino sin retorno a la hipocresía, prefiero ser lo que ustedes ven, que complacer a todos perdiendo mi esencia-exclama Keleth enfadada mientras se dirige a su cama un poco dolida por las palabras de su compañera de cuarto.

La princesa en las sombrasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora