My different stories || Yumark

Para Nakamoto, de Mark Lee.

Nayu, cómo tanto me gustaba decirte...

Hoy te escribo estas líneas porque estoy extrañandote, extrañando esos momentos que pasamos juntos.

Jamás olvidaré esas tardes de verano comiendo helado y hablando de la vida, sonriendo, sin preocupación alguna. Aquellos días dónde un café tuyo me alegraba mis días. O simplemente sentados sobre tu alfombra jugando videojuegos y tu burlándote por qué no sabía jugar.

A veces creo que recordar tanto me hace extrañarte más, y creo que me hace mal, pero también es lindo recordar lo único que me mantuvo a salvo por tanto tiempo.

Si tan solo supieras lo bien que me hiciste, si tan solo supieras lo mucho que te ame.

Hay tantas cosas que quiero decirte hoy, mirarte a los ojos, poder abrazarte, sentir tu calor una vez más.

Poder aferrarme a ti como si fueras mí pilar, cómo el que me mantuvo cuerdo en los días más oscuros de mi vida, aferrarme a tu tonta sonrisa y tus malos chistes, a tu compañía silenciosa, hoy solo me aferró a aquellos recuerdos que se que debería soltar, pero es tan difícil, es tan difícil olvidarte, olvidar que fuiste una presencia muy importante para mí.

Que injusta fue la vida en cruzarnos y alejarnos, tan injusta que no alcanzó el tiempo para amarnos.

Nosé si tu alma pide a gritos por mí como la mía pide por ti, porque apesar de alejarnos yo nunca te he olvidado. Mí corazón desesperado por tenerte a mí lado se desangra lentamente mientras pasan los años.

Te amo para siempre mí ángel.

Y otra noche más, Mark guardaba una de las tantas cartas en su cajón, otra carta más para su predestinado.

A veces a pesar de que dos almas predestinadas se crucen nada asegura de que sean felices por siempre.