Destined [Christopher Morgan]

Cap 44

—¿Por qué tan cariñosa?—pregunta Christopher cuando beso su mejilla y río subiéndome sobre él, apoyando todo mi cuerpo sobre el suyo mientras sus manos se meten debajo de mi pijama y acarician mi espalda

—¿No puedo abrazar a mi prometido?—cuestiono escondiendo mi cabeza en su pecho—. Estoy triste, mi amor.

—¿Por qué?—su mano sube y baja con mi espalda trayéndome calma

—No quiero que Mohamed se case por obligación—suspiro—. Cuando hablé con él dijo que estaba decidido...

—No podemos meternos en eso, Malika—besa mi hombro—. Cumpliste con tu parte al hablar con él, pero al final es su decisión.

—Ya sé—siento sus manos tirar de mi short hacia abajo y río antes de besar su cuello haciéndolo suspirar

Me enderezo, deshaciéndome de mi ropa para quedar completamente desnuda ante él, y sus ojos recorren mis pechos mientras me subo a su regazo inclinándome a dejar un casto beso en sus labios.

—Mierda, mi polla va a explotar—maldice y ruedo los ojos

—Que romántico—acaricio su polla sobre su pantalón de chandal y él suspira antes de que yo tire del pantalón sacando su miembro para acariciarlo—. Te amo.

—Necesito tu boca—gruñe tomando mi cabello en su puño y me lamo los labios antes de inclinarme y pasar mi lengua por su glande, sintiendo el sabor del líquido pre seminal en mi boca—. Malika—advierte y río

Deslizo su polla por mi boca, respirando profundo mientras abarco todo lo que me puedo permitir, haciéndolo gemir extasiado y ese sonido lleva una corriente de placer por mi cuerpo.

Ahueco mis mejillas sintiendo su cuerpo tensarse y levanto la mirada deleitándome con su respiración agitada y empiezo a moverme de arriba a abajo mientras mis manos acarician sus testículos haciéndolo maldecir mientras su cuerpo tiembla.

Muevo mi lengua por su polla y cuando llego al glande succiono suavemente fascinándome con los gemidos que se le escapan.

Dejo que él tome el control moviéndome a su antojo, que es de forma desesperada mientras permito que mi lengua acaricie su polla y mis ojos se fijan en los suyos.

—Maldición, te ves hermosa—gime y tarareo halagada haciéndolo suspirar—. Me encanta como tomas toda mi polla sin queja alguna, tu cuerpo está hecho para mi, tú estás destinada a ser mía.

Rozo su polla con mis dientes y su respiración se vuelve temblorosa mientras siento su polla agrandarse en mi boca y con cada movimiento desesperado una pequeña corriente de placer recorre mi intimidad.

De pronto, tira de mi hacia su regazo y desliza su polla dentro de mi haciéndome soltar un gemido ruidoso al sentir como me llena.

—Mío—jadeo disfrutando cuando sus manos me mueven a su antojo, uno nuestros labios en un beso apasionado y muerdo su labio suavemente—. Dilo, Chris.

—Tuyo—embiste con fuerza y clavo mis uñas en sus hombros sintiendo que la respiración se me atasca en los pulmones—. Tuyo desde el día que te besé, completamente tuyo.

Sonrío sintiendo mi corazón acelerarse. No puedo evitar acariciar su mejilla mientras apoyo mi frente en la suya sintiendo como las embestidas se ralentizan sin perder la fiereza haciéndome gemir sobre sus labios.

—Te amo—gimo sintiendo mi cuerpo tensarse, y mis ojos se llenan de lágrimas obligándome a esconder mi cabeza en su cuello sintiendo el nudo de placer desatarse haciéndome gemir

Christopher se derrama con un sonoro gemido y respiro profundo sintiendo las lágrimas acumularse hasta que exploto sintiendo el orgasmo desencadenarse.

—¿Qué tal... un mes?—pregunta acariciando mi espalda y frunzo el ceño antes de apartarme para verlo a los ojos

—¿Qué cosa?—acaricio su mejilla haciéndolo respirar profundo

—La boda—propone y levanto las cejas sorprendida—. Ahora que Christian está con nosotros de nuevo... me hizo cambiar de opinión. Quiero casarme contigo lo antes posible.

—¿En serio?—sonrío y él asiente—. Por supuesto que si, mi amor.

***

—No me agrada esto—me quejo cuando Cristal sale de la oficina luego de avisarnos que la prensa está aquí

Creímos que algunas preguntas ayudarían a la campaña, sobretodo ahora que Patrick será el nuevo viceministro, pero estoy arrepintiéndome de esto.

Decidimos mostrar a Christian, pero... estoy nerviosa, no quiero que se asuste o que algo salga mal.

—Tranquila—él toma a Christian en sus brazos y camina hacia mi para dejar un beso en mi frente—, todo va a salir bien.

—Seguro—entrelazo nuestras manos y respiro profundo—. ¿Vamos?

Asiente tirando de mi mano y salimos de la oficina de Alex y encaminándonos a la sala de juntas, donde los flashes se encienden en nuestra dirección en cuanto entramos.

Christopher esconde la cabeza de nuestro hijo en su cuello para evitar que los flashes molesten sus ojos mientras ambos tomamos asiento en nuestros lugares con Patrick a un lado de mi y Chris al otro.

—¿Algo que quieran informar, señores?—pregunta un entrevistador y asentimos mientras yo tomo la mano de mi hijo y la beso

—Este es nuestro hijo, Christian—informo y asiento en dirección a Mohamed para que se acerque y lo tome, sacándolo de la sala. «Solo queríamos que lo vieran, no va a quedarse toda la rueda de prensa»—. La historia es muy complicada, y la forma más sencilla de decirlo es que fue secuestrado por los Halcones, lo hicieron pasar por muerto.

—Hasta hace poco lo supimos e hicimos una misión para recuperarlo—informa Christopher—, ahora está donde debe, con sus padres.

***

—¿De dónde diablos salió esto?—Gema irrumpe en el comedor y todos fijamos nuestros ojos en ella—. ¿Cómo que tienen un hijo?

Se ve completamente... maníaca. Está desarreglada y su respiración es demasiado agitada mientras sus ojos van de Christopher a mi y a nuestro hijo.

—Hija—Marie entra detrás de ella y sus ojos se fijan en Christian, que come placenteramente su pollo con papas mientras Patrick, Alexa, Christopher y yo nos miramos—. Ven, debemos irnos—intenta tomar a Gema del brazo pero ella se zafa de su agarre encaminándose en nuestra dirección

Me levanto, parándome frente a mi hijo.

Ella levanta su mano intentando golpearme, pero es Patrick quien la toma por la muñeca deteniéndola antes de que me toque.

—¿Qué demonios, Gema?—cuestiona cuando Christian empieza a llorar

Christopher lo toma entre sus brazos intentando calmarlo viendo con molestia Gema, que parece bastante afectada con todo.

—¿Cómo pudiste hacerme esto?—cuestiona en dirección a Christopher—. Yo te amaba y lo único que conseguí de ti fueron desplantes y maltratos. ¡Ella nunca va a darte lo que yo!—me señala

—¿Disculpa?—frunzo el ceño—. Cariño, ella tiene nombre. Y yo no soy la criminal aquí—le recuerdo—. Gema, tú sola te hiciste una historia sobre un maldito romance, no vengas aquí a reprochar a nadie.

—Van a arrepentirse—sisea antes de alejarse, dejándonos en silencio y completamente confundidos.

Loca.