Más De Una Noche [...G!p]

Capitulo 17

Punto de vista de Jennie

Un enorme dolor de cabeza luchó en mi cabeza mientras me despertaba. La habitación en la que me encontraba estaba inmensamente oscura.

Mierda. ¿Dónde diablos estaba?

Había un peso pesado envuelto alrededor de mi estómago, la mano metida debajo de mi costado con fuerza. Esforcé mis ojos para mirar a mi alrededor. Paredes negras. Cortinas negras.

Esta era la habitación de Lisa, ¿no? ¿Cómo terminé aquí?

Tenía miedo de moverme. No podía decir si estaba durmiendo o no, ya que no roncaba. Su respiración era uniforme y no había ninguna indicación de si debía intentar salir de su agarre.

A pesar de que una de mis piernas quedó atrapada entre ella, saboreé cómo se sentía estar en su abrazo de nuevo. Me abrazó como si yo fuera su refuerzo humano; su cálido aliento abanicando contra el costado de mi cuello. Tomé una respiración profunda. No podía permitirme retroceder por esto.

Solo estaba follando con alguien más en esta misma cama hace solo unas horas. Ese mismo pensamiento me asqueó y de repente no quería nada más que largarme de aquí.

Empecé a alejar mi cuerpo de ella poco a poco en vano. Me estaba acurrucando con tanta fuerza que era difícil escapar sin despertarla. Pero no pude soportarlo más. Cuanto más tiempo me quedaba en esta cama, más me enfadaba. ¿Por qué estaba tan enojado? ¡Yo la había abandonado primero!

Bajé mi mano hacia ella, sacando lentamente sus dedos debajo de mi costado.

" No lo hagas ". Su voz ronca me hizo congelar. "No te vayas". Ella apretó su agarre una vez más.

Me quedé completamente inmóvil. No quería oírla decir nada. Deseaba que no supiera que estaba aquí, pero podía suponer que Bambam probablemente me delató. Solo quería volver a mi propia vida. Una vida que no involucrara las complicaciones de enamorarse de alguien. Una vida en la que yo era la única persona que podía considerar mi propia felicidad. Era demasiado vulnerable para dejar que alguien más me afectara.

Hubo un momento de pausa, ninguno de los dos dijo nada. Podía escuchar su respiración acelerarse y sentirla tirando de mí cada pocos segundos.

Pero ya no me hizo sentir segura. Me sentí como su prisionera. Sentí que estaba siendo retenido contra mi voluntad. No, no debería ser así. Yo era mi propia persona. Lisa Manoban o no, no cambiaría ese hecho.

"Lo lamento." Murmuró por lo bajo, su rostro escondido en mi cabello. "Lo siento mucho..."

"No." dije con firmeza. Ya dolía lo suficiente y no necesitaba mentiras para agregarle.

"Cariño..." trató de darme la vuelta para mirarla, pero me resistí.

Con todas mis fuerzas, me empujé hasta quedar sentada, levantándola al mismo tiempo. Se negó a soltarme los brazos. En lugar de eso, rápidamente me atrajo hacia el espacio entre sus muslos mientras ella envolvía sus brazos alrededor de mí por detrás.

Mi corazón amenazó con salirse de mi garganta. No se suponía que fuera de esta manera. Debería haber estado en mi estudio, disfrutando de la libertad de estar solo en lugar de tener un dilema conmigo mismo. Mi cuerpo anhelaba tanto su toque, pero mi mente protestó en contra.

"Por favor", apretó su agarre, descansando su rostro en el hueco de mi cuello. "No te vayas de nuevo. No puedo soportarlo".

Mi cabeza reaccionó primero, dándome instrucciones estrictas para salir. Me escapé de sus brazos, moviendo mi cuerpo hacia adelante para sentarme en el borde de la cama. Mirando hacia abajo, me di cuenta de que estaba en una de sus camisetas; mi vestido y abrigo no estaban a la vista. Mi cuerpo se puso rígido ante ese pensamiento. ¿Tuvimos sexo otra vez?
"Si te preguntas si me aproveché de ti, no, no lo hice...", comenzó. "Te cambié de ropa para que pudieras dormir mejor. No te toqué. No haría eso mientras estuvieras borracho". Ella tranquilizó.