Más De Una Noche [...G!p]

Capítulo 6

Punto de vista de Jennie

Me aseguré de lucir impecablemente decente antes de que abriera la puerta y saliéramos de mi oficina. Afortunadamente, ella no tocó ni un poco de mi cabello y no tuve que arreglarlo. La mayoría de la gente ya había salido a almorzar, con la excepción de dos que se quedaron para ponerse al día con su trabajo. Estaba seguro de que verme salir de la oficina con una mujer desconocida era algo tan anormal que probablemente habría un nuevo rumor la próxima semana.

Esperamos a que llegara el ascensor y por un momento allí, me pregunté si ella iba a actuar toda distante para las cámaras otra vez. Quiero decir, nuestros dos viajes anteriores en ascensor estaban atrapados en mi cabeza por lo incómodos que fueron y esperaba que esto también lo fuera. Tal vez ella solo tenía un problema con eso, y también sería bueno para mí; ya que la gente volvería a chismear si la vieran tocarme.

Así que cuando su mano se deslizó alrededor de mi cintura desde un lado, casi salté. ¡Ahora yo era el que hacía las cosas raras!

"¿Por qué? ¿No puedo abrazarte?" Ella cuestionó.

Negué con la cabeza, pero permití que su mano permaneciera en esa posición. No era como si tuviera algo que esconder, en realidad. Y si querían hablar, que así sea.

"Pensé que no te gustaban los ascensores". Traté de ser sutil al mencionarlo. ¿Quién sabe? Probablemente ni siquiera sabría de lo que estaba hablando.

Llegó el ascensor y entramos en él. Estaba casi listo para ir directo a una esquina pero ella me sujetó por la cintura y nos quedamos en el centro. ¿Cómo es que incluso tomar un viaje en ascensor se convirtió en algo en lo que pensar? Si ella fuera una persona normal, no estaría pensando en qué lugar tomar, ¿verdad?

"Sí, ya no". Se inclinó y me susurró al oído, acariciándolo con la nariz al mismo tiempo. Quería preguntarle a qué se refería, pero el ascensor se detuvo en un nivel inferior y entró gente, por lo que se dio por concluido el tema.

Cuando llegamos a la planta baja, me condujo por la cintura hasta la entrada principal. Me estaba abrazando, prácticamente pegándome a sus costados, estaba empezando a sentirme avergonzado si alguien que conocía me viera. Quiero decir, todavía apenas la conozco y este era un edificio con más de mil empleados. ¡Además era la hora del almuerzo! ¡Mi personal se burlaría de mí si me vieran abrazando a alguien!

Lo primero y básicamente lo único que me llamó la atención cuando salimos fue una limusina negra similar a la que tomamos esa noche. Qué diablos , pensé. ¿Qué era ella? ¿Una princesa o algo así? La gente común no toma limusinas para almorzar.

"Espera. ¿Este es nuestro viaje?" La miré, esperando que dijera que no. Los transeúntes estaban casi al acecho como si pensaran que alguien importante saldría del auto. Era demasiada atención.

"Por supuesto, cariño". Ella sonrió. "Cualquier cosa por ti."

En lugar de la emoción que probablemente esperaba, lo miré con un poco de temor.

"¿No es esto un poco... mucho?" Murmuré nerviosamente. Una cosa era tomar una limusina en la noche, en un club nocturno, y otra tomar una limusina en el día, al pie de tu edificio de oficinas.

Ella levantó mi barbilla. "Pensé que no quería perder el tiempo conduciendo cuando podría estar sentado contigo en el asiento trasero, tocándote, besándote". Me sonrojé. "Pero si realmente te sientes tan incómodo al respecto, la próxima vez te recogeré con mi propio auto". Ella plantó un beso en mi frente.

La próxima vez ¿Ya estaba planeando la próxima vez? Ni siquiera hemos almorzado todavía. ¿Qué la hizo estar tan segura de que querría otra cita conmigo? Quiero decir, los hombres con los que solía salir nunca superaban la tercera cita.