Hay personas que llegan a tu vida, con la intención de enseñarte lecciones, creo que todos llegamos a la vida de alguien para enseñar cosas, sean buenas o malas, pero también hay personas fugaces de esas que te muestran lo bonita que puede ser la vida, de esas que te envía el destino, o Dios, o lo que creas tu, pero de esas que aparecen justo cuando tu vida está hecha un caos, que sientes que no hay sentido en nada, ni en nadie y de repente, aparece y te vas dando cuenta del porque de todo, te vuelves a dar cuenta el porque llorar está bien, el sonreír está más que bien.
Ella era una chica tímida, el era un chico misterioso, a ella le encantaba leer, a él le encantaba romper corazones, eran completamente diferentes, no cabía duda pero algo más allá, que ni ellos mismos podían explicar, de una forma u otra el destino siempre unía sus caminos...