Dime ¿Hasta cuándo? | El Refugio #1

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- 3 de Octubre, Actualidad

Abrir los ojos se vuelve una tarea difícil después de una noche de incertidumbre.

Sin embargo, la luz del amanecer se asoma entre los árboles de la Plaza, y con ello las personas caminando hacia sus trabajos como un día cualquiera.

Un día cualquiera para ellos, otro día de desesperación para mi.

Me levanto del banco en donde pasé la noche y observo las personas con ojos curiosos y cansados, quienes ni prestan atención a una chica, una migrante más de tantos que rondan la calle.

La soledad me cae como un balde de agua, y por primera vez en semanas no tengo a donde ir.

¿Qué voy a hacer?

Sin opciones, sin papeles, sin trabajo.

Con la situación que tuve ayer con Mario, la amenaza constante de ser deportada si él decide hablar hace que la zona en la que estuve durante las últimas 3 semanas sea mi última opción para ir, eso incluye la Tienda de la Sra. Carla.

¿Qué voy a comer?

Sin lo único que tenía, poner un plato en mi mesa es un objetivo casi inalcanzable.

Acomodo el bolso en mi espalda aferrándome a mis cosas con pesar y decido recorrer las calles en busca de algún comedor para personas en situación de calle (escuché mucho sobre ellos cuando recién llegué a este país).

A la sexta calle recorrida encuentro una fila de personas hacia el "Comedor del Refugio La Paz: para damnificados y personas en situación de calle". Según dice el cartel de la entrada.

Dudo en acercarme y preguntar ya que tengo entendido que debo poseer una identificación (y asegurar que no sea una persona pudiente y aprovechada), pero teniendo en cuenta que dejé mis identificaciones en casa de él no tengo muchas opciones para hoy.

Intento no llamar la atención mientras me acerco en busca de algún encargado. Sin embargo, los comentarios escondidos no se hacen esperar mientras llamo con la mano a una chica que tiene una identificación con su nombre que la señala como voluntaria en el refugio.

- Hola - Le saludo un poco cohibida cuando sale y se acerca lo suficiente a mi.

- Hola ¿En qué te puedo ayudar? - Responde un poco agitada, ocupada al ser pocos voluntarios los que se ofrecen.

Apenas pude abrir la boca cuando las personas comenzaron a gritar desde lejos.

- Vuelve a tu fila.

- Todos queremos comer.

- No dejen que se meta.

- Por favor, cuéntame rápido. Quiero evitar cualquier confrontación aquí - Me dice la voluntaria estresada por el descontento de la gente.

- Eh, sí, disculpa. Es mi primera vez aquí, y quería saber cuál es el proceso para poder comer..

- Sencillo. Haces la fila y retiras junto a tu identificación. Te recomiendo venir una o dos horas antes si quieres retirar caliente tu comida ¿Tienes tu identificación al día? - Pregunta viendo unos papeles que tiene en la mano.